El 70% de la plantilla de la Administración de la Comunidad Foral está formada por mujeres, si bien solo ocupan un tercio, el 35%, de los puestos directivos del Gobierno de Navarra, es decir, de las direcciones de servicio, las direcciones generales y las consejerías.
Así lo concluye el diagnóstico que ha elaborado el Gobierno de Navarra dentro del plan que ha aprobado para introducir, de manera transversal, durante este año el principio de igualdad en la Administración. Es decir, incorporar la perspectiva de género en el diseño, implementación y evaluación de todas las políticas públicas que desarrolla el Ejecutivo.
Con la aplicación de este plan, que presentó la directora gerente del Instituto Navarro para la Familia e Igualdad, Teresa Nagore, se pretende que las acciones impulsadas por el Ejecutivo navarro fomenten la igualdad entre hombres y mujeres en la sociedad. Este planteamiento supone un cambio de paradigma en cuanto a las actuaciones en esta materia realizadas hasta la fecha, que se centraban en el colectivo de mujeres y se dirigían específicamente a ellas.
OBJETIVOS
El plan aprobado, que consta de 12 objetivos y un total de 252 acciones, ha sido elaborado por las unidades de igualdad de género creadas en los ocho departamentos del Gobierno de Navarra con personal propio y serán también ellas quienes supervisen su aplicación.
Dos de los objetivos son comunes para todos los departamentos del Gobierno: los relacionados con la consolidación de las unidades de igualdad de género y con la incorporación del enfoque de género en las políticas públicas y en los procesos de trabajo de los departamentos.
ESTUDIO DE LA PLANTILLA
La Comunidad Foral es la única que ha realizado un diagnóstico de este tipo que concluye que en la plantilla de la Administración, el 69% son mujeres. Porcentaje que aumenta hasta el 78% en el caso del personal temporal y que disminuye hasta el 50% en el eventual o de libre designación.
Entre hombres y mujeres, existe una brecha salarial media del 8,7%, frente al 29,5% cifrado para el conjunto de Navarra. Esta diferencia no es homogénea, sino que aumenta o disminuye según la categoría profesional. El nivel A (titulados superiores) es el que mayor brecha salarial presenta, debido a que la incorporación de las mujeres a esta categoría profesional ha sido más tardía, por lo que los complementos como el de antigüedad son menores. Además, hay determinados incentivos (por nocturnidad, trabajo por turnos, etc.) que no suelen ser acogidos por mujeres.
En cuanto a las medidas de conciliación (reducción o flexibilidad de jornada, y excedencias), más del 90% del personal que se acogen a ellas son mujeres. Este dato demuestra que todavía hay determinadas cuestiones culturales y de reparto de roles que la sociedad sigue asumiéndolas como propias de las mujeres.
CULTURA ORGANIZACIONAL
Sobre los procesos de trabajo, los instrumentos con los que cuenta la Administración para aplicar el principio de igualdad son: emplear el lenguaje inclusivo, evitar estereotipos de género en la comunicación, utilizar cláusulas de género en los contratos y subvenciones, disponer de datos desagregados por sexo, incorporar el principio de igualdad en los planes estratégicos, y elaborar estudios de impacto de género para la legislación impulsada desde el Gobierno.
El diagnóstico demuestra que los dos primeros instrumentos son los más utilizados (un 65% y un 86%, respectivamente).
Finalmente, el estudio ha puesto de manifiesto la demanda de formación por parte de las unidades administrativas del Gobierno para aplicar de manera correcta el principio de igualdad. Asimismo, se insiste en la necesidad de disponer de más datos desagregados por sexo.
