jueves, 18 abril 2024

¡Es el I+D+i, estúpido!

El autor, ante la llegada al Parlamento de Navarra de la Ley foral de Ciencia y Tecnología, conmina a la clase política y a la sociedad en general a percibir la importancia de la I+D como factor clave que garantizará nuestros bienestar futuro.


Pamplona - 23 mayo, 2018 - 05:59

guzman-garmendiaEs preocupante, y tengo que reconocer que frustrante, contemplar como iniciativa tras iniciativa presentada en el Parlamento de Navarra con cierto componente de Innovación, Desarrollo o Investigación es observada con curiosidad, en el mejor de los primigenios casos, para después pasar al rincón del silencio, del ostracismo y del oscurantismo político y mediático. Puede sonar, y de hecho suena, a lloro desconsolado. Así es.

La agenda mediática, y por tanto la política, se mueve por unos algoritmos que no vamos a descubrir ni a descifrar en estas líneas, aunque en su particular diagrama de Venn encontraremos la intersección en el cortoplacismo. Una circunstancia difícil de casar con los requerimientos de luces largas que exige una estrategia que nos asegure un futuro digno y que no marque el final de una larga etapa en la que, de forma natural, las generaciones nuevas vivían, por lo general, más y mejor que sus antecesoras. Mantener unas mínimas condiciones de calidad de vida depende, inexorablemente, de la atención que ahora le prestemos a las materias que ostensiblemente son ninguneadas por el bajo rédito en la inmediatez.

No, no se trata de unir de I+D+i al tema popular de turno para atraer la atención en un momento de oleada reivindicativa en la calle, se trata de que la muy loable e imprescindible exigencia de seguir evolucionando como sociedad para vivir mejor que nuestros padres, y que así lo hagan nuestros hijos, necesita de una sólida garantía de sostenibilidad, que no es otra que la de asegurar la competitividad de nuestra economía, la adaptación de la fuerza laboral a los requisitos venideros y nuestra capacidad de liderar el mercado.

Reivindicar inversión en Ciencia e Investigación hoy es asegurar el bienestar del mañana. Nuestra obligación, además de sumarnos a las marchas de dignificación de cada de una de las causas sociales justas, es buscar soluciones reales para mantener y aumentar el poder adquisitivo de toda la población en las próximas décadas. Reducir durante seis años consecutivos la inversión en Investigación y Desarrollo, como lleva haciendo España con un escaso 1,2% del PIB dedicado a esta partida, es exactamente lo que habría que hacer para ahondar en el problema. Una situación nada esperanzadora para la generación que ahora trabaja de forma incansable, y mucho menos clarificadora para aquella que hoy se prepara, situación de la que tampoco escapa Navarra.

«Reivindicar inversión en Ciencia e Investigación hoy es asegurar el bienestar del mañana»

LA LEY DE CIENCIA Y TECNOLOGÍA

En estos días se empieza a debatir en el Parlamento de Navarra el Proyecto de Ley de Ciencia y Tecnología, un texto poco ambicioso que no asume ni percibe la gravedad del problema al que nos enfrentamos. SI bien es cierto que hay que reconocer que es la primera vez que se propone una legislación en este sentido, cabe señalar que habrá mucho que matizar para que realmente la inversión innovadora, todavía escasa, llegue realmente a aquellos espacios que tienen posibilidades de aportación tecnológica real, y no, como se viene haciendo hasta ahora, bajo unas premisas de reparto que nada aportan a una estrategia robusta de supervivencia y crecimiento económico.

Una vez más, esta propuesta legislativa basada en la Innovación, el Desarrollo y la Investigación ha vagado sin pena ni gloria entre las fuerzas políticas y mediáticas. Un mal síntoma que constata la ausencia de brújula en la búsqueda de soluciones a las aportaciones que en breve no podrá hacer frente el sistema proteccionista de nuestro país, e igualmente un pésimo indicio de lo que depara la empleabilidad futura de nuestros hijos y nietos.

«La Ley foral de Ciencia y Tecnología que llega al Parlamento es un texto poco ambicioso que no asume la gravedad del problema al que nos enfrentamos».

Al mundo, global, le es indiferente dónde nacerá la próxima innovación, lo que es seguro es que nacerá. Corea del Sur, con una población similar a la española, lleva años invirtiendo más de un 4% de su PIB en I+D+i, y ahí estamos nosotros, con los deberes por hacer, mensajeándonos con móviles de ese país, viendo la televisión en sus monitores y rodando sus coches por nuestras calles.

No pagar fuera lo que deberíamos hacer dentro es primordial si queremos mantener nuestro estado del bienestar. Exigir un porvenir a aquellos que ahora ocupan las aulas de estudio, como decíamos, es una obligación moral de todos y cada uno de nosotros. Trasladar a la población que la solución al mantenimiento del sistema es invertir en I+D+i, con la mirada puesta en el medio plazo y alejándonos de la populista y cara inmediatez, nos corresponde, entre otros, a políticos y medios de comunicación

Guzmán Garmendia
Parlamentario foral. Grupo Parlamentario Partido Socialista de Navarra

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I+D+i Navarra ·


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