viernes, 29 marzo 2024

Un Túnez de película

Sus oasis y desiertos se han convertido en los mejores platós de grandes éxitos en taquilla como En Busca del Arca Perdida, Gladiator, el Paciente Inglés o varios largometrajes de la saga Star Wars.


Túnez - 23 septiembre, 2017 - 05:59

Imagen de Ksar Hedada, escenario natural donde se rodó 'La Amenaza Fantasma' de la saga Star Wars.

Túnez es un país que destaca por sus paisajes de oasis y desiertos. Dichos parajes naturales han llamado la atención de productoras y directores por sus características y peculiaridades y, sobre todo, por su capacidad de evocar épocas remotas sin recurrir a decorados artificiales.

Así, tras el rodaje de largometrajes que batieron récords en taquilla, como Star Wars, es posible encontrar en este país norteafricano numerosos lugares que acogieron durante meses a profesionales del séptimo arte.

Su parte del desierto del Sahara, por ejemplo, ha sido el escenario principal de varias películas pertenecientes a la mítica saga de George Lucas como Una nueva esperanza (IV), La amenaza fantasma (I), El Ataque de los clones (II) y La venganza de los Sith (III). Tatooine se puede visitar en Túnez.

Estamos hablando de espacios tan reconocibles como la aldea de Tataouine que inspiró y dio origen a Tatooine, el planeta ficticio de Anakin Skywalker.

El rodaje de la saga continuó por el sur de Túnez, en el espectacular cañón de Sidi Bouhlel, conocido como el “Cañón de Star Wars”, donde R2D2 es capturado por los jawas; y el lago salado de Chott el Djerid, donde se ubicó la granja de los Lars, hogar original de Luke Skywalker. Cañon Mides en Túnez

También la isla de Djerba albergó varios decorados: allí se situó la vivienda de Obi Wan Kenobi, el Muelle de embarque 94 y la cantina del puerto espacial de Mos Eisley, en la que Luke conoce a Han Solo, protagonizado por Harrison Ford.

El Cairo se recreó en Kairouan, al sur de la capital, y llevó a los equipos de rodaje a retirar entre 200 y 300 antenas de los tejados.

Este mítico actor volvió a pisar territorio tunecino cuando interpretó a Indiana Jones en la película En busca del Arca Perdida, dirigida por Steven Spielberg.

Parece que George Lucas se aficionó a los paisajes desoladores del desierto al volver a rodar en él. De hecho, recurrió al cañón Sidi Bouhlel, en Tozeur, para grabar algunas escenas.

En este mismo filme también sirvió de localización Kairouan, al sur de la capital, que fue modificada en buena parte para recrear la ciudad de El Cairo. Como anécdota, cabe destaca que, entre otras alteraciones, retiraron entre 200 y 300 antenas de televisión de los tejados.

ROMA IMPERIAL Y LA II GUERRA MUNDIAL

Asimismo, los yacimientos arqueológicos conservados en Túnez  han tenido apariciones estelares en películas de Hollywood. Es el caso del anfiteatro romano de El Djem, el más grande de África y uno de los mejores conservados del mundo. Allí se recreó el Coliseo de Roma para rodar las cruentas batallas de Gladiator.

Otro título de gran reconocimiento internacional filmado en el país es El Paciente Inglés. Su director, Anthony Minghella, buscó localizaciones idóneas para la película en Egipto y Marruecos, pero finalmente las encontró en Túnez donde pudo recrear la historia de amor que llevó a este filme a ser considerado el mejor de los Oscar de 1997. Monastir, escenario de La Vida de Brian.

Las escenas de desierto fueron grabadas en el Cañón de Mides, en Tozeur, territorio de arenas ocres y rosadas. Allí se rodó una de sus míticas escenas, en la que el protagonista lleva en brazos a su querida Katharine Clifton. La impresionante cascada principal de Chebika también se puede observar durante el largometraje, así como las calles de la parte vieja del municipio de Nefta.

Pocos destinos combinan mejor lugares emblemáticos con vestigios históricos y magníficas playas como ocurre en Túnez.

Asimismo, las tierras ocres de Tozeur aparecen en Oro Negro, rodada en el desierto de Oung el Djemel. Esta película tiene por protagonista al actor español Antonio Banderas y reflexiona sobre el poder y la ambición de la industria petrolera.

Por último, el fuerte almorávide de Monastir, en la costa sur del país, fue plató de escenas que reproducen los muros de la ciudad de Jerusalén en las películas Jesús de Nazaret y La vida de Brian, de los Monty Python.


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