Su padre era albañil, así que Ángela Guillén creció entre obras, planos y andamios. Con 17 años tuvo su primer oficio relacionado con la construcción en una tienda de cerámicas ubicada en su localidad natal, Tafalla. Todo parecía formar parte de un plan: «Tenía muy claro que me quería dedicar a algo relacionado con las obras, las reformas y, sobre todo, la decoración».

Estudió Diseño de Interiores en la Escuela de Artes y Oficios de Logroño. Y, cuando terminó la carrera, decidió mudarse a Madrid para completar su formación. Allí se adentró en la arquitectura efímera. «Estaba enfocada en el montaje de stands, exposiciones… En general, en todo lo que se monta y decora para un evento o un acto puntual, pero después se quita.  Estuve haciendo las prácticas en el teatro Calderón y fue una experiencia maravillosa”, rememora la joven, de 33 años.

Tras cinco años en la capital, decidió volver a Tafalla. Y su regreso llegó acompañado de una idea muy clara: quería emprender: «Había trabajado en una tienda que importaba muebles antiguos de diferentes partes del mundo en Madrid. Eran artículos muy especiales, y mi plan inicial era abrir una delegación en Pamplona. De hecho, lo iba a hacer junto a mi madre. Estuvimos en CEIN, hicimos cursos… Pero, tras realizar el estudio de mercado, me di cuenta de que tenía que dar prioridad a lo que, hasta entonces, era una opción ‘b’ para mí: montar una empresa de reformas».

Al inicio, la mayor parte de mis clientes estaban en Pamplona. Ahora también trabajo bastante en Estella, Peralta, Marcilla, Falces… He tenido un crecimiento bastante grande

Era 2017 y, para dar forma al proyecto creó una marca personal bajo su propio nombre, Ángela Guillén. «Su razón social es Reformas e Interiorismo Ángela Guillén, pero uso solo el mío para presentar la firma. Lo que me define es un trato cercano con cada cliente. Siempre voy yo a cada uno de los trabajos que desarrollo».

Al principio, tuvo que compaginar el trabajo en su estudio con otro empleo por cuenta ajena en Leroy Merlín. «Es como tirarte a la piscina sin saber si está llena o no, pero hay un punto de inflexión en el que te dices ‘adelante con todo’. Aunque guardaba contactos de cuando había estado trabajando en tiendas relacionadas con las obras, tuve que buscar mucha ayuda e información. Di con una muy buena gestoría, donde me ayudaron muchísimo a dar forma legal al negocio. Porque no tenía ni idea de qué pasos había que dar para abrir una empresa».

En estos años, la actividad del estudio ha ido en aumento. Un crecimiento que también se ve reflejado en la magnitud de sus proyectos. El primero que realizó fue la restauración de un baño, pero hoy lleva a cabo hasta cinco reformas integrales al año, además de amueblar viviendas de obra nueva y rediseñar espacios en casas de segunda mano.

Aunque guardaba contactos de cuando había estado trabajando en tiendas relacionadas con las obras, tuve que buscar mucha ayuda e información

«Cada vez más gente me pedía presupuestos. Al inicio, la mayor parte de mis clientes estaban en Pamplona. Ahora también trabajo bastante en Estella, Peralta, Marcilla, Falces… He tenido un crecimiento bastante grande. El primer año cubría gastos y justita. Pero ya tengo un sueldo decente, que me permite vivir».

La evolución de su negocio también se ve influida por las nuevas tendencias del sector inmobiliario. «En la actualidad, se adquieren más viviendas de segunda mano para reformar. Esto se debe a que el precio de las casas de nueva construcción es muy elevado y al final, por una cuantía similar, puedes escoger la zona en la que quieres vivir y poner la vivienda a tu gusto. Esta preferencia está al alza», asegura para añadir acto seguido que la firma cuenta ya con el apoyo de dos personas autónomas más. «Eva ya lleva año y medio, y Ainara meses. Es un gran equipo».

RECUPERAR UNA IDEA ANTIGUA

Una vez consolidado su estudio, Guillén decidió recuperar aquel sueño que había aparcado durante un tiempo, en torno a las antigüedades, y decidió adquirir unas cuentas piezas: «Retomé este tema justo antes de la pandemia, en 2019. Tengo un córner en una tienda de muebles a la entrada de Tafalla donde los muestro. Y del primer viaje ya no me queda casi nada. Traje como veinte artículos distintos y se han ido vendiendo prácticamente sin hacer nada. Creo que puede funcionar».

La mayoría de los artículos que importa proceden del sur de China e India.

La mayoría de los artículos que importa la diseñadora proceden del sur de China e India.

En estos momentos, está centrada en impulsar esta otra línea de negocio. Por eso, ha comenzado a acudir a mercadillos como Ame and Art, que se celebró recientemente en el claustro de la catedral de Pamplona. Es una forma de dar a conocer sus curiosos artículos que, sobre todo, proceden del sur de China e India. «Algunos son muebles del siglo XIX, reliquias. Por ejemplo, uno muy especial, que de hecho tengo en casa, es un escritorio chino con las patas cortadas, ya que ellos se sentaban en el suelo. Lo uso como mesa auxiliar y es una pieza supercoqueta con su tintero, su cajoncito para guardar los papeles… Si algún día lo vendo, me va a dar mucha pena que se lo lleven», especifica.

Las piezas llegan a Europa, y tengo varios sitios fichados con mis proveedores de confianza. Hay que viajar, pero nunca desvelaré a dónde

Incluso ha recuperado piezas de camiones indios, especialmente letreros y paneles, con un fin más que curioso: decorar paredes o utilizarlos como cabeceros de cama: «Son espectaculares. Llevan los camiones superbarrocos, llenos de detalles y con infinidad de colores. Son como su segunda casa. Las dimensiones de las placas que colocan en los vehículos son de cerca de dos metros. Recuerdo que unos clientes pusieron una en la cocina y quedó increíble».

Aunque el equipo de ValoresTOP le pregunta varias veces acerca de cómo encuentra esas piezas tan originales, Guillén no suelta prenda. «Es mi secreto mejor guardado. Sí te puedo decir que llegan a Europa y que tengo varios sitios fichados con mis proveedores de confianza. Hay que viajar, pero nunca desvelaré a dónde», bromea antes de proseguir su explicación. «Te dicen cuándo descargan los contenedores y dónde. Están en naves gigantes y atravesar sus puertas es como viajar en el tiempo. Es muy guay», apostilla.

Ahora, uno de sus objetivos es traspasar las fronteras de Navarra. Su primer destino lo tiene claro. Será el mercado de Motores de Madrid y, de ahí, se trasladará a otros puntos de la Península para exhibir sus muebles. «En Navarra, de momento, no encuentro muchas ferias de este estilo. Pero, cuando pueda ir delegando más el tema de las las reformas, sí tengo intención de moverme más a nivel nacional».