Los almuerzos de este 6 de julio se vieron ensombrecidos por el cielo plomizo con el que se despertó Pamplona este martes y por el gran incremento de positivos registrado en la Comunidad foral durante los últimos días, debido al macrobrote surgido entre los jóvenes que han estado en Salou de vacaciones. Pero a pesar de la suspensión de las fiestas de San Fermín por la pandemia del Covid-19, hubo quienes no quisieron renunciar a una de las tradiciones más arraigadas el día del chupinazo.
No obstante, el ambiente en el centro de Pamplona fue de total tranquilidad y muy alejado de la fiesta que se vivía antes de la irrupción del coronavirus. Poco antes del mediodía, NavarraCapital.es quiso recorrer el centro de la ciudad para retratar los almuerzos y conocer el nivel de actividad que tenía la hostelería.
La plaza del Castillo fue, sin lugar a dudas, la zona donde más gente se congregó. Eso sí, se veían bastantes mesas vacías tanto en las terrazas como en los interiores. Algunos hosteleros, de hecho, reconocieron que se habían anulado reservas a última hora. Los establecimientos de otras calles céntricas, que normalmente también acogían multitud de almuerzos, no tenían apenas clientes a media mañana.