El director del Observatorio Español del Mercado del Vino (OEMV), Rafael del Rey clausuró las II Jornadas Vitivinícolas D.O. Navarra, que organiza el Consejo Regulador con la Universidad Pública de Navarra (UPNA), con una intervención en la que analizó las tendencias de los mercados internacionales, entre las que destacó el equilibrio, en el sentido de que “estamos aprendiendo a limitar las fluctuaciones y esa estabilidad es esencial para generar valor”; la bipolarización entre el consumo de vinos de alta gama y otros más sencillos, y la deslocalización del consumo.
Todo ello, según Del Rey, en un contexto en el que España cuenta con un papel relevante y donde rigen las denominaciones de origen, y en una situación de escasez por el reciente descenso de la cosecha que han sufrido los principales países productores en la última campaña.
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El sector camina hacia una “bipolarización” derivada de una creciente demanda de vinos de alta gama y de un aumento en el consumo “en el otro extremo, en el de los vinos sencillos y agradables; muchos millones de personas los reclaman y seguramente algo más dulces y si puede ser a buen precio, mejor”, comentaba Del Rey quien advertía de que abaratar los precios “no siempre se traduce en un aumento de las ventas”. Una buena gestión de la cartera de productos y la importancia del control de la red de distribución, con el conocimiento de los mercados y de los consumidores, son claves fundamentales según el director del OEMV.
Los precios de los vinos exportados desde la Comunidad Foral se mantienen en torno al doble de la media nacional
Por último, el mapa vitivinícola mundial está sufriendo una deslocalización del consumo, un cambio de clientes, los de la vieja Europa y de los países tradicionalmente productores por los de Norteamérica y Asia, sobre todo. Al respecto, Del Rey afirmaba que “incluso, por grandes grupos y cogiendo el total de sus importaciones, el combinado de Asia y Norteamérica supera ya a Europa como gran importador en euros”.
Dentro de nuestras fronteras, 2016 fue un buen año por la mejora del consumo, que ha aumentado un 4,1% en volumen y un 7,8% en valor, según la consultora Nielsen. Una mejora que también se ha traducido en la subida del valor del vino en la exportación, empujada sobre todo por los vinos con D.O. La Comunidad Foral vendió el año pasado en el extranjero 35 millones de litros. “Los precios medios de los vinos exportados desde la Comunidad Foral se mantienen en torno al doble de la media nacional”, añadía el ponente. Además, Del Rey estableció como objetivos para la región una mayor internacionalización, la diversificación y el aumento de la producción de gama alta.
