El déficit público en España en 2015 se situó en torno a 50.000 millones de euros o, lo que es lo mismo, el 5,1 por ciento del Producto Interior Bruto, PIB nacional. Se trata de una desviación que se cifra en más de 8.000 millones de euros por encima de los objetivos pactados con Bruselas para el último ejercicio y que estaba marcado en el 4,2 por ciento del PIB.
El mal dato obtenido en este apartado se ha debido a unas administraciones autonómicas que, frente al límite del 0,7 por ciento marcado por Madrid, alcanzaron una media del 1,66 por ciento, de acuerdo con los datos facilitados por el Ministerio de Economía.
Así sucedió, por ejemplo, con Navarra que cerró el pasado año con un déficit del 1,28 por ciento frente al límite máximo autorizado del 0,7 por ciento. En el caso de la Comunidad foral, además, habría que destacar dos aspectos adicionales.
En primer lugar, que nuestra región se encuentra dentro del grupo formado por aquellos territorios que más se han acercado al objetivo. El desfase de las cuentas del «Viejo Reyno» es de apenas cinco décimas frente a las cuatro décimas contabilizadas para los casos de Andalucía y La Rioja, por citar solo dos ejemplos.
Sin embargo, comparado con el año anterior, 2014, la «mala noticia» para nuestro territorio es que sus autoridades no solo no han conseguido cumplir el objetivo fijado sino que, además, han aumentado la deuda. Así, si en 2014, la Comunidad foral finalizó con un déficit del 0,68 por ciento, el 2015 el desfase ha sido del ya mencionado 1,28 por ciento, es decir, seis décimas más.
En todo caso, nuestro territorio se queda lejos de Cataluña, Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón o Murcia las autonomías que cerraron 2015 con más déficit. Es más, las dos primeras suponen juntas más de la mitad de la desviación total de las comunidades en ese año, que ha supuesto el 0,96 por ciento del PIB.
A la vista de estos números, el ministro de Economía en funciones, Cristobal Montoro ha anunciado que, en breve, remitirá un carta a las distintas administraciones autonómicas donde les recordará la importancia de cumplir con el criterio de «equilibrio presupuestario» al tiempo que les exigirá que presenten un plan de ajuste de sus cuentas.