El vicepresidente de Desarrollo Económico, Manu Ayerdi, y la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, presentaron conjuntamente la estrategia que el Ejecutivo Foral ha aprobado para frenar el cambio climático, de la que el planeamiento energético es una herramienta primordial.
El Gobierno de Navarra ha aprobado recientemente la Hoja de Ruta del Cambio Climático y el Plan de Energía de Navarra 2030, documentos que extienden los objetivos a toda la acción de Gobierno y que comparten un horizonte temporal, 2030.
Ambos Acuerdos de Gobierno fueron presentados por los responsables de los departamentos competentes. El vicepresidente Ayerdi relató que “expresan el compromiso de Navarra frente al cambio climático, en el marco de los acuerdos internacionales sobre la materia”.
Por un lado, la Hoja de Ruta del Cambio Climático de Navarra, que es una estrategia ambiental transversal que integra las diferentes políticas sectoriales que inciden en este fenómeno y, por otro, el Plan Energético de Navarra Horizonte 2030, «que es una de las herramientas fundamentales de la Hoja de Ruta del Cambio climático y que, como sabéis, marca la estrategia del ejecutivo foral para responder a tres retos: mejorar la eficiencia energética, incrementar la producción de energía de fuentes renovables y avanzar en la sustitución de combustibles fósiles”.
El Ejecutivo Foral ha desarrollado una estrategia para frenar el cambio climático, responsable, por ejemplo, del adelanto de la vendimia en más de 15 días.
El documento, aprobado por el Gobierno a propuesta del Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, compromete a la Comunidad Foral a reducir sus emisiones totales de gases de efecto invernadero en un 45% para 2030, con respecto a 2005, con el objetivo de contribuir a que la temperatura no siga aumentando, como se ha constatado ya en las estaciones meteorológicas navarras.
Este fenómeno que se percibía como lejano ya es presente, como demuestra el hecho de que las vendimias se adelantan más de 15 días. Según un informe de AEMET en Navarra, el calentamiento promedio es de entre 0,12 y 0,15 ºC por década, y se ha acentuado desde 1980.
En palabras de la consejera Isabel Elizalde, “Si la tendencia continúa, el cambio tiene importantes consecuencias para Navarra, ya que estamos en una ‘zona sensible’, en la que la comunidad internacional prevé riesgos para la salud humana, inundaciones o incendios. Hay que tener en cuenta que la alteración del clima va a depender, en gran medida, de la evolución de las emisiones. Si somos capaces o no de reducirlas. Y la respuesta depende de cada uno de nosotros, de nosotras, e implica a todas las actividades y a todos los sectores».
Elizaldo: «La comunidad internacional considera a Navarra como ‘zona sensible’ con riesgos para la salud humana».
La Hoja recoge el compromiso de Navarra frente al cambio climático, dentro de una acción conjunta de gobierno en el marco de los acuerdos internacionales.
Así, comparte los principios que rigen los Objetivos de Desarrollo Sostenible (que incluyen desde el combate al cambio climático, la educación, la defensa del medio ambiente o el diseño de nuestras ciudades); y el Acuerdo de París, que plantea limitar el aumento de la temperatura media del planeta a 2º C para finales de siglo, respecto a los niveles preindustriales.
En palabras de la titular de Medio Ambiente, el documento sienta las bases hacia un nuevo modelo socioeconómico y energético “con una economía baja en carbono y adaptada a los efectos climáticos, para ser un referente de desarrollo sostenible, con un territorio responsable ambientalmente y eficientemente en el uso de recursos”. Se trata de un “instrumento flexible, vivo, que permitirá su reorientación con agilidad cuando la realidad nos señale que es necesario hacerlo”
En su definición, ha participado personal cualificado de los departamentos y expertos y expertas en distintos ámbitos, en un proceso abierto también a la ciudadanía en el que han tomado parte 600 personas.
REDUCIR EMISIONES
Siguiendo las orientaciones a nivel internacional, Navarra se compromete a reducir sus emisiones totales de GEI en un 45% para 2030, respecto a las de 2005, y en 80% en 2050, manteniéndose como objetivo a corto plazo el 20% para 2020.
La reducción de emisiones se conseguirá, en gran medida, gracias la mejora de la eficiencia en todos los sectores pero, sobre todo, se centrará en la evolución del modelo energético con un aumento del consumo de energías renovables frente a fuentes fósiles (Plan Energético de Navarra 2030).
Elizalde desgranó también las actuaciones propuestas para la mitigación de los sectores no energéticos:
- En movilidad, con el avance en plan director de movilidad urbana sostenible, y en la estrategia logística de Navarra.
- En residuos, con la aplicación de lo que será la nueva Ley de Residuos y su apuesta por priorizar la reducción de su producción
- En Agricultura y Ganadería y Gestión Forestal, con el Plan de Desarrollo Rural donde se apoyan las iniciativas que implican reducción de emisiones, con el Plan Forestal y, por otro lado, el apoyo a los circuitos cortos de comercialización.
LOS PRINCIPALES OBJETIVOS
El Plan persigue atajar esta situación, en confluencia con la Hoja de Ruta Contra el Cambio Climático y en la línea con la estrategia europea en materia de energía y lucha contra este fenómeno global. Los cuatro principales objetivos que se plantea son los siguientes:
- Actuar contra el cambio climático disminuyendo las emisiones de CO2.
- Avanzar hacia un mix energético que incorpore una reducción muy significativa de la energía proveniente de combustibles fósiles. En este punto, Ayerdi ha afirmado que “la factura que paga Navarra por la adquisición de combustibles fósiles es elevadísima – casi 4 millones de euros diarios. Este objetivo de cambio del mix energético implica que en 2030, el 50% del consumo energético de nuestro territorio sea de origen renovable (hoy en día, solo el 24% de la energía consumida actualmente en Navarra proviene de renovables siendo el resto de energía de origen fósil, petróleo y gas) lo que además supone que tengamos una fuerte dependencia del exterior”.
- Garantizar la seguridad de suministro y reducir pobreza energética
- Ser líder en innovación en energía renovable, “para lograr la progresiva sustitución de la energía de origen fósil por las renovables”, lo que ha hecho que el Gobierno haya incluido a este sector como estratégico dentro de la S3.
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