Los agentes inmobiliarios de Navarra prevén un crecimiento del 6,2% de su actividad económica durante 2019 respecto al año anterior, según los resultados del primer ‘Estudio Perspectivas y Retos del Sector de las Agencias Inmobiliarias’, realizado por la Federación Nacional de Agencias Inmobiliarias (FAI) y en el que han participado la Asociación de Inmobiliarias de Navarra (AINA) y la Asociación Colabora MLS de Navarra.
El estudio refleja que el 56% de los agentes inmobiliarios encuestados prevé que la evolución del volumen de negocio será positiva, el 28% que se mantendrá estable y el 16% que será negativa. La respuesta más frecuente del estudio es la estimación de un aumento de entre un 10 y un 20% para el 32% de los encuestados.
En relación a la situación actual de las agencias inmobiliarias navarras, los encuestados la valoran de forma ligeramente positiva, con una puntuación de 3,2 en una escala de 1 a 5. En este caso, el 36% la considera positiva o muy positiva, el 44% la considera estable, y solo un 2% la considera negativa.
El principal reto pasa por dignificar la imagen de las agencias, fuertemente dañada por la crisis.
En referencia al futuro de las agencias inmobiliarias, los empresarios y profesionales del sector lo perciben con incertidumbre; teniendo en cuenta que la respuesta media que recibe la pregunta es de un 3,1 en una escala de 1 a 5. En porcentajes, para el 48% de los encuestados el futuro será ambiguo, para el 32% será buen o muy bueno y para el 20% será malo.
Sobre el modelo de negocio, el 84% de los agentes inmobiliarios que han participado en el estudio consideran positivo pertenecer al sistema de MLS, basado en la gestión comercial compartida de propiedades inmobiliarias para la venta o el alquiler. Con una valoración de 4,1 en una escala del 1 al 5, es la puntuación más alta obtenida de entre todas las preguntas de la encuesta. 
LOS RETOS DE LAS AGENCIAS
En el ranking sobre los principales retos a los que debe hacer frente el sector, la dignificación de su imagen se sitúa en primer lugar, según los agentes inmobiliarios encuestados, seguido de la falta de cualificación profesional en el sector, la necesaria unión de las empresas, la necesidad de adaptarse a las tendencias de consumo y del cliente potencial y la irrupción de las proptechs (compañías inmobiliarias nativas digitales).
El estudio realizado por FAI también analiza las prioridades para el sector. Los datos de la encuesta revelan que éstas pasan, en primer lugar, por una mayor visibilidad, prestigio y notoriedad del agente inmobiliario, promover un registro de agentes y una certificación profesional en el sector inmobiliario, tener capacidad para influir en las administraciones públicas para promover una regulación eficaz del mercado y transmitir la imagen del sector inmobiliario como un sector comprometido socialmente.
Reclaman la aplicación de criterios técnicos en la regulación en materia inmobiliaria para neutralizar la amenaza de una nueva burbuja.
A pesar de su positiva previsión de crecimiento, la Asociación de Inmobiliarias de Navarra (AINA) y la Asociación Colabora MLS de Navarra, muestran preocupación por el contexto del sector y alertan, a la vista de los resultados del estudio, de “los peligros que supone la incertidumbre existente, como consecuencia de la inestabilidad en el mercado inmobiliario” asociada, en parte, a su “deficiente regulación”.
Dos de los ejemplos más recientes, según el colectivo, son “el improvisado recién aprobado Decreto del Alquiler, que pone en riesgo la estabilidad de los precios y puede dejar fuera del mercado a los arrendatarios más vulnerables, provocando el efecto contrario a lo que se pretendía con su entrada en vigor”; o la nueva Ley Hipotecaria, que “supondrá un frenazo en la concesión de los préstamos para la compra de un piso o una casa, como ya han advertido las propias entidades financieras”.
Por otro lado, y según las conclusiones del informe respecto a los principales retos a los que debe hacer frente el sector, aseguran que la dignificación de la imagen del sector inmobiliario, fuertemente dañada durante la crisis económica, pasa, principalmente, por impulsar las buenas prácticas profesionales y contar con un código ético como garantía de compromiso social.
En esta misma línea, el estudio, remarcan, pone de manifiesto “la necesidad de reforzar la visibilidad del sector y la interlocución de los agentes inmobiliarios para poder influir en la administración y conseguir, de esta manera, una regulación técnica y eficaz en materia de vivienda, que sea capaz de proteger al mercado de la temida burbuja inmobiliaria”.
