El estudio, titulado “What drives unemployment disparities in European regions? A dynamic spatial panel approach” (“¿Qué causa las disparidades de desempleo en las regiones europeas? Un enfoque con paneles espaciales dinámicos”), utiliza modelos matemáticos y técnicas econométricas sofisticadas para determinar el efecto e importancia de los diferentes factores que podrían afectar potencialmente al desempleo.
La innovación metodológica del estudio permite, según su autor, “analizar la cuestión del desempleo con una precisión superior a lo que se venía haciendo hasta la fecha y desde una óptica más adecuada al contexto de creciente interdependencia económica que ha provocado la integración en la Unión Europea”. “La clave es introducir en los modelos el hecho de que las unidades económicas interaccionan entre sí y no son entidades aisladas. Tener en cuenta las retroalimentaciones espacio-temporales, mejora notablemente la capacidad de ajuste a la realidad de los modelos”, afirma Vicente Ríos.
Entre las conclusiones del estudio, destaca que se observa un ligero proceso de convergencia en la tasa de desempleo para el conjunto de las economías de la UE. Este proceso de convergencia se explica, fundamentalmente, por una combinación de “shocks” de demanda positivos y una serie de cambios en las características demográficas de la población (en la estructura de edad, el nivel educativo, las tasas de participación, flujos migratorios, etc.), especialmente intensos en el periodo 2000-2007.
RETROCESO EN LA INTEGRACIÓN
Sin embargo, según Vicente Ríos, la crisis económica que comenzó en 2008 ha eliminado prácticamente todos los avances en el camino de integración europea obtenidos en el periodo 2000-2007. De hecho, los factores que explican las disparidades regionales como un resultado de equilibrio a largo plazo han ganado relevancia tras la crisis y explican un 75% de las diferencias regionales.
El efecto causado por cambios en la estructura productiva (pérdida de base industrial y sobredimensionamiento del sector de servicios de no mercado), así como las diferencias en la configuración de las instituciones del mercado de trabajo, son los determinantes más relevantes de la variabilidad en las tasas de desempleo en el contexto actual. En conjunto, estos resultados sugieren que las políticas de mercado de trabajo tendentes a minimizar las disparidades entre regiones podrían encontrar importantes límites.
“Más aún –precisa el autor del estudio-, los resultados de algunas simulaciones sobre la difusión de cambios bastante optimistas en la economía muestran que, aunque las autoridades económicas hiciesen esfuerzos importantes en materia industrial, educativa y de protección de empleo, será muy complicado que, para 2020, la tasa de desempleo de la economía española se sitúe por debajo del 20%”.