Asegura que desea generar un impacto positivo con su trabajo, que nunca le han atraído la fama ni la fortuna. Por eso, el pamplonés Alejandro Pérez, de 25 años, combina el voluntariado con su labor como analista de Estrategia & Operaciones en el neobanco alemán N26, al que se unió en 2021 para, inicialmente, realizar unas prácticas. En concreto, su ámbito de actividad se centra en España y Portugal.

“El impacto positivo en la sociedad se puede generar de muchas maneras. En mi caso, a través de mi trabajo ayudo a las personas a tener un mayor control de sus finanzas personales, lo que contribuye a su bienestar emocional. En la actualidad, el cliente bancario está descontento con el servicio que le prestan los bancos tradicionales y demanda una mejor experiencia de usuario. Y ahí es donde entidades como N26 podemos desempeñar un papel esencial”, apunta convencido.

“En la actualidad, el cliente bancario demanda una mejor experiencia de usuario”.

N26 se ha convertido en uno de los mayores bancos de Alemania (concretamente en el tercero, según el periódico económico Handelsblatt). Pero en España también comienza a sumar “muchos clientes nuevos a diario”.

A finales del año pasado, precisamente, N26 alcanzó una valoración de más de 9.000 millones de euros, cerró una ronda de financiación de más de 900 millones de dólares (unos 854 millones de euros) y decía tener más de siete millones de clientes en veinticuatro países. De ahí que ya esté trabajando en otro gran hito: su eventual salida a Bolsa. Incluso Forbes lo eligió Mejor Banco del Mundo en 2021.

“Mi primer año en N26 ha sido espectacular y ha coincidido con uno de los periodos más importantes en la historia de N26. En menos de una década nos hemos convertido en uno de los bancos online líderes en el mundo y hemos cambiado los estándares de la banca. Es muy emocionante vivir este crecimiento desde dentro y tener la oportunidad de aportar mi granito de arena”, subraya el navarro.

Pero no todo fueron buenas noticias para la entidad el año pasado. La compañía, creada en 2013 y que cuenta con una plantilla de 1.500 profesionales, fue sancionada con una multa de 4,25 millones de euros por el regulador germano (BaFin), que ya ha abonado. El motivo: retrasos u omisiones a la hora de presentar documentos sobre sospechas de blanqueo de dinero. Una sanción que fue acompañada de críticas en algunos medios de comunicación germanos acerca de supuestos casos de “criminales que al parecer utilizan cuentas en el banco N26 para estafar a clientes” de otras entidades.

“La lucha contra el fraude se ha convertido en uno de los mayores retos a los que nos enfrentamos los bancos digitales. Se estima que más de uno de cada cuatro ciberataques están dirigidos a entidades financieras con el propósito final de tomar el control de la cuenta de los clientes o blanquear actividades ilícitas. Desde N26 entendemos que la capacidad para reducir los casos de fraude mediante el uso de la tecnología está estrechamente ligada al compromiso de invertir en innovación dentro del área de prevención de crimen financiero”, señalan fuentes oficiales de la empresa a Navarra Capital.

“La automatización, el análisis de comportamiento transaccional y la inteligencia artificial (IA) son algunos de los aliados clave para detectar fraude y lavado de dinero debido a su mayor eficiencia. Asimismo, hemos reforzado nuestro proceso de Know Your Customer (KYC), implementando algoritmos más sofisticados”, agregan dichas fuentes.

Desde N26 remarcan que están implementando “los mecanismos de control necesarios y requeridos por BaFin”: “El banco asume su responsabilidad en la lucha contra la creciente amenaza del crimen financiero global y la prevención del lavado de dinero. Mientras tanto, hemos acordado incorporar un máximo de 50.000 clientes nuevos por mes”.

INICIOS EN ‘STARTUPS’

Alejandro Pérez inició su carrera profesional en el mundo de las startups, tras finalizar un grado en Ingeniería en Organización Industrial por la Universidad de Navarra y de completar un máster en Gestión de Ingeniería en la Universidad de York.

“Siempre he querido dejar huella dondequiera que fuera. Lo aprendí de mis padres, que trabajaron muy duro para criarnos a mí y a mis tres hermanos, tratando de darnos siempre lo mejor que podían. Verlos esforzarse tanto me motivó. Tanto mi padre como mi madre trabajan en la universidad. Mi padre es profesor y forma parte del Departamento de Innovación, y mi madre trabaja en el Departamento de Administración del Cima (Centro de Investigación Médica Aplicada). Ellos me han enseñado cómo hay que tratar a las personas, a respetarlas. Y siempre han estado a mi lado en todas las decisiones que he ido tomando”, incide.

“Mi padre y mi madre trabajan en la Universidad de Navarra. Ellos me han enseñado cómo hay que tratar a las personas, a respetarlas”.

Ya durante la carrera, se implicó en una iniciativa centrada en el emprendimiento de startups. Bajo el nombre de Innovation Fast Track, el objetivo era reunir a personas de diferentes grados para presentar un proyecto conjunto.

“El equipo se llamaba Artichoke y propusimos una ducha sostenible, cuya propuesta de valor era reducir el excesivo consumo de plástico que generan lugares como los hoteles. Con esta idea, buscábamos que todos los botes de plástico dedicados a geles o champús fueran reemplazados por pequeñas cápsulas introducidas en la propia alcachofa de la ducha (de ahí el nombre del equipo) y que, al entrar en contacto con el agua caliente, estas se disolvieran expulsando el jabón junto con el agua. De esta forma, se evitaría utilizar plástico innecesario, ya que estas cápsulas eran completamente biodegradables”, rememora orgulloso.

Su equipo resultó ganador, de modo que todos sus integrantes viajaron a uno de los ecosistemas de emprendimiento más potentes a nivel mundial, ubicado en Israel. “Fue una experiencia increíble, donde pudimos conocer el mundo startup más de cerca y a emprendedores de múltiples sectores (tecnológico, financiero, sanitario…)”.

MUDANZA A REINO UNIDO

Después de graduarse, quiso “hacer algo nuevo”. Así que se mudó a Reino Unido para cursar un máster en Gestión de Ingeniería en la Universidad de York: “Sin duda, marcó un antes y un después en mi desarrollo personal y profesional. Tomé la decisión de irme al extranjero para seguir formándome y vivir la experiencia de pasar una parte de mi etapa universitaria en otro país con gente de otras culturas. Hago hincapié en el tema de la cultura porque el máster estaba integrado principalmente por personas de Asia”.

Al mismo tiempo que cursaba el máster, comenzó a trabajar en la Startup Europe Week (SEW), que organiza eventos empresariales en 300 ciudades de todo el mundo. Su fin es apoyar a los empresarios locales que están comenzando con sus negocios para que puedan acceder a recursos y encontrar socios. “Mi papel dentro de SEW consistía principalmente en asistir en la coordinación de los eventos, estableciendo contacto con cada uno de los organizadores y facilitándoles cualquier tipo de información que les pudiera ser de utilidad. Al tratarse de una startup, había muchas cosas que debíamos desarrollar desde cero y que nadie había hecho antes. Así que fue la oportunidad perfecta para aprender cómo montar un negocio y continuar centrándome en mis estudios”, evoca.

“La pandemia nos demostró que el teletrabajo es posible y que podemos ser igual de eficientes”.

Sintió el deseo de regresar a España tras aquella experiencia, pero siempre que pudiera continuar “en un entorno internacional”. Empezó a trabajar para la empresa de software suiza Aveloq, donde se dedicaba al análisis y la programación de datos.

“A raíz de la crisis desatada por la pandemia, regresé a Pamplona con mi familia y empecé a teletrabajar por primera vez. Creo que la pandemia nos demostró que el teletrabajo es posible y que podemos ser igual de eficientes desde casa. Después de la etapa más complicada del Covid-19, empecé a plantearme un cambio a nivel laboral y ahí es donde surgió la posibilidad de incorporarme a N26 como becario”, relata.

En ese momento, se trataba de una decisión “un poco arriesgada” y que implicaba salir de su “zona de confort”. Sin embargo, la posibilidad de entrar en uno de los bancos online líderes del mundo le resultó “apasionante”. “Al cabo de seis meses, completé con éxito el periodo de prácticas y entré a formar parte de N26 como analista para España y Portugal”.

Actualmente reside en Madrid, donde está la sucursal española de la firma. Ahora bien, en el fondo prefiere ir a la oficina que teletrabajar. “La interacción con la empresa y los compañeros es más productiva. N26 entró en España a comienzos de 2018 y, en menos de tres años, nos hemos posicionado como uno de los bancos online líderes. En los últimos dos, hemos crecido de manera espectacular en número de clientes. En 2020 aumentamos nuestra base un 43 % y, en 2021, un 41 %, hasta los 770.000 clientes”, pone en valor.

Como analista, su trabajo consiste en elaborar propuestas estratégicas “que hagan crecer al banco en España en número de clientes, asegurando siempre una rentabilidad de negocio”. Por lo tanto, una parte importante de su labor “se centra en entender las necesidades y demandas del cliente bancario español”. También lleva a cabo campañas estratégicas “para lograr que la experiencia del cliente mejore y que haga un mayor uso de la app“.

UN DÍA CUALQUIERA

Por lo general, empieza a trabajar entre las 8:30 y las 9:00 y termina alrededor de las 19:30. “Principalmente, analizamos cómo se comportan nuestros clientes y qué volúmenes de crecimiento estamos teniendo día a día, semana a semana y mes a mes. Estos análisis nos sirven para determinar los proyectos o iniciativas que vamos a desarrollar para seguir creciendo”, concreta.

De cara al futuro, tiene claro que quiere continuar en N26. “Estamos en una excelente posición para competir codo con codo con la banca tradicional. N26 se fundó en 2013 con el objetivo de transformar la experiencia bancaria obsoleta de hoy en una 100 % móvil. Entramos en España a comienzos de 2018 y queríamos traer a nuestro mercado una idea hasta entonces inédita: la de un banco móvil a la carta con una estructura 100 % digital, pero que brindara al cliente toda la seguridad y protección de un banco con licencia europea completa. Hoy, contamos con un equipo de quince profesionales en Madrid y más de 260 en Barcelona”, indica.

El deporte es esencial para él. Le sirve para despejarse, desconectar y mantener el vigor físico: “Entre los deportes que más me gusta practicar están el rugby -¡mi equipo es campeón de España a nivel nacional en la liga Sub-23!-, el pádel, el esquí, el golf, el senderismo… Además, me gusta mucho juntarme con mis amigos y preparar planes con ellos, organizar cenas, hacer excursiones y viajar”.

Una ambición vital que también traslada al ámbito social. Los domingos por la noche es voluntario en una parroquia madrileña situada cerca de su casa y que lleva comida a personas sin hogar: “Tratamos de ayudarlas en la medida de lo posible. Sin duda, el voluntariado me ayuda a ser mejor persona y me sirve para conectar y empatizar mejor con los demás”. Y, junto a su familia, está apoyando a la ciudadanía ucraniana: “Logramos enviar un autobús hasta la frontera con Ucrania y traer a 55 personas a España”.

Aunque aún le quedan muchas experiencias por vivir, en el futuro le gustaría regresar a la capital navarra. Es una idea que le ronda la cabeza desde se marchó. “Luego la vida te depara muchas sorpresas y nunca sabes con certeza dónde vas a acabar, pero en mi caso espero que me lleve de vuelta a Pamplona”, confiesa.