El Consejo de la Juventud de Navarra presentó este lunes el Observatorio de Emancipación en el Palacio del Condestable. En dicha presentación, se expusieron los datos del informe elaborado en conjunto con el Consejo de la Juventud de España.

Los representantes del Consejo de la Juventud de Navarra destacaron que, si bien «la situación parece mejorar», hay datos que «animan a seguir trabajando estos ámbitos». Pablo Lanaspa, presidente del Consejo de la Juventud de Navarra, recalcó que “la recuperación de la emancipación residencial se inició a comienzos del 2022, pero con cifras más bajas que antes de la pandemia». Así, a mediados de 2022 solo «el 16,6 % de la población con entre 16 y 29 años vivía de manera independiente».

El vocal de Vivienda en el Consejo de la Juventud de Navarra, Josu Igoa, indicó que la Comunidad foral es una de las pocas regiones en la que la tasa de paro juvenil (19,1 %) aumentó en comparación con finales de 2021. Además, el Observatorio de Emancipación muestra cómo uno de los elementos que más dificultan el proceso de compra de vivienda es la «dificultad de reunir los requisitos» exigidos por las entidades bancarias. Sobre todo debido a la «alta tasa de temporalidad» (el 53,6 % de los contratos a jóvenes fueron temporales). La parcialidad de los contratos, agregaron, reesultó «mucho más habitual entre el colectivo femenino, con unas tasas de parcialidad del 35,2 %».

Lanaspa comentó que se ha observado un aumento de cuatro puntos en la tasa AROPE (tasa de riesgo de pobreza o exclusión social) con respecto a 2020 (18,7 %) y que esta situación «es aún más cruda en el caso de las mujeres, con una tasa del 20,6 %». A su vez, Igoa apuntó que más de un tercio de la población joven no contaba con ningún ingreso y, entre los que lo cobraban, el salario medio era de 12.765,12 euros netos anuales, «cantidad algo menor en las mujeres».