El año 2015 supuso un punto de inflexión para el sector inmobiliario. Un año en el que indicadores como la demanda, la construcción de vivienda nueva y el número de operaciones de compraventa cambiaron de tendencia y comenzaron a ser positivos de manera sostenida
A lo largo de este año 2016, a pesar de ciertos aspectos coyunturales ajenos al sector pero que innegablemente le han podido afectar, como la falta de gobierno o el Brexit, se han sumado nuevos indicadores como la mejora del número de hipotecas concedidas o el volumen de las transacciones. Esto ha permitido que exista un consenso entre los expertos del sector sobre la consolidación de la recuperación del mercado inmobiliario en España, si bien no es menos cierto que dicha consolidación no es todavía homogénea en todas las zonas.
En efecto, según datos del Ministerio de Fomento, a nivel nacional los visados de vivienda nueva han crecido aproximadamente un 35,7% entre enero y agosto de 2016 en comparación con el año anterior, lo que se traduce en que a lo largo de los próximos meses la edificación residencial seguirá creciendo. Pero la edificación residencial no es la única actividad que ha experimentado una mejoría en el último ejercicio. La construcción de centros comerciales, logísticos u oficinas, aunque en menor medida, también ha registrado un crecimiento sensible.
Si nos centramos en la Comunidad Foral de Navarra, existen datos con distintos tonos, que la señalan como una de aquéllas en las que la velocidad de recuperación está por debajo de la media
Por un lado, los datos de construcción de vivienda nueva (60% más que el año previo según el INE) son un dato positivo, unido al bajo stock disponible existente. Por otro, la tendencia de recuperación de precios, siendo ya positiva, ha sido la menor de todo el conjunto nacional.
A estos indicadores de incremento de la vivienda nueva disponible hay que añadir el notable crecimiento de la demanda de vivienda sobre plano a nivel nacional, que surge como consecuencia del agotamiento del stock de viviendas, especialmente en las principales capitales que ejercen un efecto tractor sobre el resto del territorio nacional.
Todo ello hace que podamos decir que 2016 ha sido el año de la consolidación de una recuperación que comenzó en el 2015. Es cierto que en ningún caso veremos las cifras previas a la crisis, pero sí nos permite trabajar en un marco con cierta estabilidad de cara a 2017, año en el que esperamos ver un crecimiento de manera continuada
Pero no solo los indicadores del sector hacen pensar que 2017 será un año mejor. La entrada de nuevos players en el mercado ha hecho que el sector se haya profesionalizado más que lo que lo había hecho en muchos años. Las entidades que no supieron adaptarse desaparecieron en la crisis y su espacio ha sido ocupado por socimis, fondos de inversión internacionales o servicers de bancos. Todos ellos compiten junto con las promotoras por un espacio en un mercado más fragmentado, que sin embargo no ha crecido en los términos en los que sí lo ha hecho la entrada de estos nuevos actores.
En este entorno, adaptarse cada vez de una manera más rápida a los cambios, ser flexible y entender que el cliente ya no es un actor pasivo, sino que debe estar en el centro de la estrategia empresarial, son claves para la viabilidad de cualquier compañía
Esto también ha llevado a que las compañías constructoras hayan dado un paso adelante y revisado sus procesos para mejorarlos y adaptarlos a esta nueva situación. Apostar por la innovación es clave para crecer y adaptarse a estas nuevas necesidades.
Asimismo, no debemos olvidar la importancia creciente de la regeneración urbana y la adecuación de espacios, fundamentados en la sostenibilidad y en las nuevas tendencias en el trabajo que buscan espacios más adecuados para la atracción de talento. El envejecimiento de los núcleos urbanos y la existencia de espacios infrautilizados o con grandes deficiencias en aspectos tan relevantes como la eficiencia energética, hacen de la rehabilitación una de las áreas con mayor proyección en los próximos años.
Desde ACR Grupo hemos entendido esta nueva situación y afrontamos el próximo año 2017 con ilusión y con la seguridad de que el esfuerzo y la inversión en capacidades realizados a lo largo de estos complejos años son la mejor base para abordar con éxito una nueva etapa de crecimiento
Michel Elizalde
Consejero Delegado de ACR Grupo