Uno de los drones utilizados por CO2 Revolution en las labores de plantación. (Foto: archivo)
Si quisiéramos que desapareciera la vida del planeta Tierra nos bastaría con eliminar los bosques. Ni siquiera tendríamos que tomarnos el trabajo de talarlos en su totalidad. Porque no sólo son el hábitat del 80% de los animales, plantas e insectos: además nos proveen del 75% del agua dulce, sus productos son la base del sustento de 1.600 millones de personas y, lo que quizás es más importante en estos momentos, son la base de la estrategia contra el cambio climático. Sin embargo, de forma irracional son deforestados para explotar su madera y ganar espacio para cultivos industriales, pero también cuentan con aliados que luchan para protegerlos y aumentar su superficie, como la empresa navarra CO2 Revolution.
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