“No queríamos que todo el esfuerzo que se desarrolló en la fábrica a lo largo de tantos años y ya en la memoria de muy pocos, terminase en el olvido o en la leyenda, que es lo que el tiempo transcurrido es capaz de conseguir. Por ello hemos editado este libro”. El libro es ‘Agni, un taller, sus fábricas y una historia’, y quien explicaba las razones de su publicación José Longás, director general de BSH Electrodomésticos España.
Joaquín Ansorena Casaus, alto directivo de BSH España que desarrolló parte de su carrera profesional en la fábrica de Estella, es el autor de la obra, que fue presentada en estas últimas horas en un acto celebrado en la Cámara de Comercio e Industria de Navarra y cuyo presidente, Javier Taberna, compartió la mesa presidencial junto a Longás, Ansorena y la responsable de comunicación de BSH, Irene de Latorre.
Joaquín Ansorena
El autor explica en su muy documentado libro que las primeras lavadoras de la marca Agni se fabricaron en 1949 en un taller de Estella en el que también se reparaban camiones, utilizando medios manuales y aprovechando la chapa de bidones que allí mismo se reciclaban a martillazos. Las lavadoras fueron un éxito y la creciente demanda hizo que Agni se independizase en 1954 y pasara a una nave en la calle Asteria, de 700 metros cuadrados.
Pronto, en 1961, fue necesario construir otra fábrica de más de 30.000 metros cuadrados. Para entonces la marca ya era conocida en toda España y su catálogo abarcaba prácticamente toda la gama de electrodomésticos con la estufa de gas butano como producto estrella, de la que se llegaron a vender 15 millones de unidades. En 1987 se inauguró la tercera fábrica, en Villatuerta, que ocupaba 134.500 metros cuadrados.
Para entonces ya había desaparecido la marca Agni, fusionada con Super Ser en Safel, y en 1988 pasó a depender de BSH. Su actual director general, José Longas, recordó el final de la factoría estellesa: “El último día de noviembre de 2014 la planta de BSH de Estella fabricó su último producto, un lavavajillas compacto marca Siemens que iba destinado al mercado chino. El 1 de febrero de 2015, tras un complejo y trepidante proceso de traslado de toda una fábrica en solo dos meses, los mismos compañeros producían orgullosos el siguiente lavavajillas compacto, también destinado al mercado chino, pero que había sido producido en nuestra fábrica de Esquíroz”.
Joaquín Ansorena incidió en lo que supuso la fábrica para Estella y para toda Navarra. Aceleró el éxodo del campo a la ciudad, el paso de la agricultura a la industria “y, por si fuera poco, con el olvido de la tradición en beneficio del llamado progreso”. Añadió que hoy, al mirar hacia atrás, “se aprecia el paralelismo del desarrollo industrial, reconversión e integración en el mundo global acaecido en Agni y el propio tejido industrial de Tierra Estella, cuyos productos, de forma tácita, durante todo ese tiempo, actuaron y cumplieron una misión que la hacen colaborador necesario en el despertar de Navarra”.
A su juicio, aún resultó más llamativa la transformación humana que propició: “Agricultores rudos reconvertidos en especialistas; el reloj solar dando paso a los atosigantes turnos; irrupción inmediata de la segunda generación con formación profesional o superior; cambio del olfato por el método; sustitución de tradiciones por sistema; un nuevo horizonte al que mirar y dirigirse después de contemplar el mismo, siempre el mismo, desde la Edad Media”.
El presidente de la Cámara, Javier Taberna, recordó en su intervención a la familia Ruiz de Alda, fundadora de la empresa, y al habilidoso mecánico Félix Ros, inventor de la lavadora que hizo crecer a Agni, así como a “todos los trabajadores que hicieron posible esta hazaña industrial”. Finalmente, felicitó al autor y dio la enhorabuena al director general de BSH España por su iniciativa de proponer la elaboración de un libro “que les engrandece a él y a su empresa”.
