Nació en Bilbao hace 44 años y es ingeniero industrial eléctrico por la Universidad del País Vasco. Antonio González Urquijo trabaja en Red Eléctrica de España desde el año 2004, donde ha desarrollado varias responsabilidades y, desde el 2008, ejerce como delegado regional de la zona Norte, que abarca las comunidades de Cantabria, País Vasco y Navarra. Le apasiona su trabajo y se desprende en cada una de sus respuestas.
PREGUNTA (P): Red Eléctrica de España tenía previstos 68 millones de inversión para el periodo 2015-20, ¿me podría confirmar si se mantienen y detallar a qué proyectos van destinados y sus fechas de ejecución?
RESPUESTA (R): Sí, esa es la inversión que se va a hacer en Navarra. En primer lugar, de 2 a 3 millones de euros se destinan a las repotenciaciones. Para poner nombre a esos proyectos de mejora, ya está repotenciado el eje Cordovilla-Orkoien, Cordovilla-Muruarte y el eje Orkoien-Tafalla/Tafalla-Olite/Olite-La Serna. Se van a repotenciar a partir de 2018 las líneas 1 y 2 Itsaso-Orcoien de 220 kV y proyectos incluidos en la Planificación energética 2015-2020 para aumentar la capacidad de las actuales líneas eléctricas entre Itsaso-Orkoien. Hay otras inversiones puntuales, como por ejemplo una actuación en Orkoyen para alimentar a una empresa.
En segundo lugar, de 4 a 6 millones van destinados a proyectos de renovación y mejora de diferentes subestacion. Y el montante fuerte, que serían casi 60 millones euros, correspondería al doble circuito para unir Navarra con el País Vasco, una línea fundamental para la Comunidad foral, pues sería su vía para evacuar el excedente energético que tiene. De todas formas, ese proyecto se alargará hasta el 2022.
P: No nombra usted Tierra Estella, que tanto preocupa a las empresas de la zona.
R: La solución en esa zona era una estación de 400 kilovoltios (kV) que se cayó en la planificación del Estado y nosotros solo podemos hacer lo planificado. No obstante, conocemos la preocupación y la necesidad, por eso ya se está trabajando en una subestacion de 220 kV en Dicastillo, que sería más que suficiente para cubrir las necesidades de esa zona. En este momento, se está en conversaciones con el Gobierno foral, el distribuidor local (Iberdrola) y los empresarios de la zona en la definición de una mejor solución para solventar el problema de tierra Estella.
Ahí, estaríamos hablando de unos 20 millones de inversión, que no están cuantificados y que, por supuesto, no entrarían en esos 68 millones. Además, se trataría de un proyecto para el horizonte 2020-25. No me atrevo a dar una fecha, porque va a depender de la tramitación del Gobierno de Navarra, pero no estaría antes de 2022.
“LA ENERGÍA ELÉCTRICA NO SE PUEDE ALMACENAR”
P: Hablemos más en general. Navarra, ¿se autoabastece de energía o no?
R: A ratos sí y a ratos no.
P: Entonces, ¿por qué se dice que Navarra es excedentaria?
R: En cómputo global, Navarra es excedentaria; pero en momentos puntuales, no. Esto es lo que tienen las energías renovables. Hay momentos, como ocurrió esta Navidad, en que los molinos se paran (dejan de funcionar tanto por falta como por exceso de viento). En ese momento, toda la capacidad de autoabastecimiento de Navarra queda anulada y pasa a depender de otras centrales de generación que están fuera de la Comunidad.
P: Y esa energía excedentaria que tiene en ciertos momentos no puede almacenarse…
R: Efectivamente, la energía eléctrica no se puede almacenar. Por eso existen vertidos nocturnos, es decir, tenemos molinos con viento y no tenemos líneas para poder evacuar esa energía de Navarra hacia el exterior. Por eso, lamentablemente, esa energía hay que mandarla desconectar, lo que llamamos vertidos. Esto significa que estamos tirando energía, porque o no tenemos capacidad de evacuación o porque nos sobra para consumo propio en ese momento y no la podemos almacenar.
P: ¿Qué solución hay para no perder esa energía?
R: La única opción es aumentar nuestra capacidad de interconexión con otros territorios. Vía Aragón y Castilla León no tiene sentido, porque son grandes generadores de energía, lo que interesa es conectar con grandes consumidores como son Euskadi y Francia. Aquí hilamos con el otro proyecto, que es la Interconexión de 400 kV que nos uniría con Euskadi.
Hay que tener en cuenta que el País Vasco es un gran consumidor de energía, importa el 65% aproximadamente de la energía que consume (Alava y Guipúzcoa importan el 90%). Contrariamente a Navarra, que es exportadora. Por eso es fundamental esta unión. Con esa conexión ya tengo garantía de salida de mi energía, e incluso se podrían instalar más parques eólicos en Navarra.
P: Y la Interconexión con Francia, ¿para cuándo?
R: La interconexión con Francia tiene tres líneas: Navarra, País Vasco y Aragón. En este momento, se está trabajando en la del País Vasco, que es principalmente submarina y la afección en tierra es de apenas 8 kilómetros, por lo que las otras dos están paradas. Sobre la de Navarra, de momento, se van presentando papeles, alternativas, pero en ningún caso la tramitación se haría antes de finales de este año. Hablamos de 1.000 millones de inversión, con una tecnología que, en lugar de ir en corriente alterna, va en corriente continua.
Esta interconexión es sumamente importante por dos motivos: para aprovechar un bien que tienes, que es renovable, limpio, entraña riqueza para el territorio, que los ayuntamientos donde están instalados los parques eólicos los quieren y que da recursos; y porque es PIC (Proyecto de Interés Comunitario) y Bruselas está muy pendiente de este tipo de proyecto, porque interesa a Europa y quiere que salga adelante.
LAS RENOVABLES NECESITAN VÍAS DE TRANSPORTE
Navarra es pionera a nivel mundial en energías renovables en todo lo que tiene que ver con desarrollo eólico. Sarriguren es el Silicon Valley de la energía eólica y hay que poner eso en valor. Gamesa, Acciona, Ingeteam, el Cener… En 500 metros, tienes un montón de empresas que son pioneras en una energía que está claramente ganando la partida a todo el resto de energías. Pero a pesar de todos los apoyos, tenemos que ser conscientes de que la energía renovable entraña la necesidad de construir las vías para que dicha energía sea evacuada.
P: Somos los mejores en energía renovable eólica y esta necesita vías para ser transportada. ¿Por qué hay gente que sigue oponiéndose a esto?
R: Nos hemos vuelto cómodos en el sentido de que ‘yo ya tengo luz, tengo el interruptor y me funciona, no me preocupo de más‘. Pero tenemos que ser conscientes de que cada vez que le damos al interruptor, hay una central de generación en algún sitio que una población la está soportando y facilitando que yo tenga luz. Luego, tiene que haber una distribuidora que coloca una pequeña central transformadora y una línea eléctrica de distribución.
Tenemos que ser solidarios y debemos ser conscientes de que tenemos derechos y también obligaciones. Hay inconvenientes necesarios para que a todos nos llegue la luz. Y la sociedad debe conocer todo lo que hay detrás del enchufe, porque no es magia que se encienda la luz, estamos nosotros detrás.
Además, la repercusión económica en el territorio navarro en todo lo que tiene que ver con las energías renovables es muy potente. Si tengo capacidad de intercambio, podré instalar en mi territorio toda la solar y toda la eólica que mi territorio acepte. Y no tendré que parar los molinos, como ocurre en la actualidad.
P: ¿Autoabastecimiento o solidaridad?
R: Para nosotros es importante desvincular la idea del autoabastecimento a nivel local, ya ni tan siquiera hablamos de España, nosotros manejamos el sistema eléctrico nacional, francés y portugués. Pero incluso yendo un poquito más allá, estamos hablando del sistema eléctrico europeo, porque optimizar las características de los sistemas eléctricos de todos los paises hará que el precio sea único, más competitivo, emitiremos muchas menos cantidades de CO2 y optimizaremos el sistema.
P: ¿Qué quiere decir cuando habla de ser más competitivos?
Los precios de la energía eléctrica varía de unos países a otros y, normalmente, España sale perdiendo porque suele marcar los precios más elevados. Por eso, lo que buscamos es una normalización de precios, porque no puede ser que nuestra industria (ya sea de Navarra, de Euskadi o de Guadalajara) compita con la empresa europea homonima con tal diferencia de precios, en algunos casos hasta del 30%. Imagina una compañía que tiene que invertir en alguna de sus plantas, quizás elija la de otro país en lugar de la de España, porque el precio puede no ser competitivo. Un precio de la energía eléctrica homogéneo en Europa iguala la competitividad empresarial y nuestras compañías jugarían con las mismas condiciones que las de Alemania, Francia o Italia.