El pasado 12 de agosto se celebró el Día Internacional de la Juventud y, en este marco, la Fundación Adecco y JYSK han realizado el tercer informe ‘Jóvenes con Discapacidad, motor de futuro‘, del que se desprende, entre otras conclusiones, que la formación de los desempleados con discapacidad sigue siendo considerablemente inferior a la del resto de los parados, ya que solo un 2% cuenta con estudios universitarios y un 11% acredita situación de analfabetismo.
Francisco Mesonero, director general de la Fundación Adecco, comenta que “para garantizar un futuro igualitario, en el que los jóvenes con discapacidad tengan las mismas oportunidades, es vital trabajar en el presente. Por un lado, sensibilizar a las empresas acercándoles el talento; y, por otro, empoderar a los jóvenes para que su discapacidad no se convierta en un hándicap, sino que puedan transformarla en una ventaja competitiva o impulso para incrementar sus oportunidades de empleo”.
Actualmente, se contabilizan en España 8.937 jóvenes con discapacidad (hasta 25 años) inscritos como demandantes de empleo. Su perfil responde al de un hombre (63%), con discapacidad física (42%) que reside mayoritariamente en Andalucía (22,8%), Cataluña (15%), Comunidad Valenciana (11,4%) y Comunidad de Madrid (10,5%). Por lo que estas 4 regiones concentran a 6 de cada 10 desempleados jóvenes con discapacidad.
Navarra, por su parte, cuenta con 95 parados menores de 25 años con discapacidad, lo que supone el 1,1% del total de desempleados jóvenes con discapacidad a nivel nacional. Esa cifra también representa el 1,72% del total de jóvenes parados en la Comunidad foral, que asciende a 5.500 personas.
Es significativo que, a nivel nacional, la mayor parte (27,7%) es desempleado de larga duración, es decir, lleva más de un año buscando empleo sin éxito. En concreto, el 14,5% lleva entre uno y 2 años en paro y un 13,3% supera los 2 ejercicios.
En cuanto al tipo de discapacidad, de los desempleados jóvenes, la mayoría presenta una de tipo físico (42%); seguido de un 23% con discapacidad psíquica, un 19% sensorial; un 11% intelectual; y un 5% orgánica.
Pablo Pineda, primer diplomado europeo con síndrome de Down y embajador de la Fundación Adecco apuesta por un modelo de educación inclusiva que reduzca esta brecha formativa: “El problema es que muchas personas con discapacidad, especialmente intelectual, terminan su formación con 18 años y su única alternativa es un centro ocupacional o Centro Especial de Empleo. En mi caso me considero afortunado, pues fui a la Universidad, si bien no tiene por qué ser la única vía”.
“Las personas con discapacidad podríamos alcanzar la plenitud educativa haciendo una FP“, Pablo Pineda.
Y añade: “Desde mi punto de vista, el valor de la educación inclusiva radica precisamente en buscar la equidad, analizar las necesidades de cada persona y ofrecerle alternativas adecuadas a sus circunstancias. De este modo, las personas con discapacidad podríamos alcanzar la plenitud educativa haciendo una FP, con un certificado de profesionalidad o mediante otras fórmulas intermedias que eviten que toquemos techo formativo a los 18 años. La idea sería prolongar la formación hasta los 25 años, para que las personas con discapacidad puedan competir con garantías en el mercado laboral”.
DISMINUCIÓN DE LOS DESEMPLEADOS JÓVENES
En los últimos años, hemos asistido a una reducción del número de desempleados jóvenes con discapacidad en Navarra, con un descenso del 16% desde 2016 y casi un 6% desde 2017.
Entre las causas que subyacen detrás de este descenso, destacan principalmente las siguientes:
- Una mejora de la salud del mercado laboral.
- Un paulatino cambio de mentalidad por parte de las empresas.
- Una prolongación de la etapa formativa de los jóvenes con discapacidad.
- La irrupción de tecnologías inclusivas.
Según Mesonero: “A pesar de la mejora de las cifras del desempleo, los jóvenes con discapacidad siguen encontrando mayores dificultades en el mercado laboral con respecto a las personas de su edad, debido a la aún existencia de prejuicios y estereotipos en las empresas, así como a barreras psicológicas que frenan a los jóvenes con discapacidad tanto a la hora de estudiar como de encontrar empleo”.
Durante el último año, la Fundación Adecco ha generado 725 empleos para jóvenes con discapacidad. A todos los que deseen estrenarse en el mundo laboral, ofrece las siguientes recomendaciones:
- No escondas tu discapacidad, pero no es necesario reflejarla en el currículum.
- Transforma tu discapacidad en ventaja competitiva.
- Centra tu currículum en las competencias.
- Fórmate.
- Refuerza tu marca personal en Redes Sociales.
- Agota todas las fuentes de búsqueda de empleo ¡sin límites!
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