Quienes lo conocen de cerca dicen que Aritz Sardina es como una navaja suiza, ya que tiene la habilidad de hacer todo lo que se propone. De hecho, swissknife, nombre del cuchillo multifuncional en inglés, es el apelativo artístico del polifacético protagonista de este Capital Sport. Él mismo se describe como «un culo inquieto» que ha ido aprendiendo sobre la marcha la mayoría de las disciplinas donde vuelca su talento. De hecho, la batería de este músico, compositor, vocalista, corredor de trail y acróbata, es un vivo reflejo de su constante movimiento, una maleta con ruedas que ha transformado en un instrumento.
Hace doce años que descubrió las carreras por el monte junto a un amigo y, en la actualidad, preside el Club de Carreras de Montaña Txurregi, al que pertenece desde que se constituyó en 2010. «De pequeño iba a andar con mi padre. Pero tiempo después, haciendo pruebas con un compañero, empezamos a correr por senderos y nos enganchó. A la vez, nos enteramos de que se iba a conformar ese club navarro y decidimos participar», recuerda. Un club que nació con cuatro miembros y ahora acoge a más de cuarenta.
Para fundarlo, tuvieron que elaborar unos estatutos y Aritz fue elegido presidente: «Había que elegir ciertas figuras: un vocal, un vicepresidente, un tesorero… Hicimos una votación y me tocó presidir, pero podría haber sido cualquiera de sus miembros», explica restándose importancia.
«En una carrera donde aquí normalmente quedaba en el puesto vigesimoquinto, en otras provincias conseguía ser el sexto».
Durante sus primeras competiciones «simplemente corría», sin mayores pretensiones. Descubrió que Navarra y País Vasco eran dos de los lugares con mayor nivel en esta disciplina y comenzó a participar en circuitos de otras comunidades para medir su progresión. «En una carrera donde aquí normalmente quedaba en el puesto vigesimoquinto, en otras provincias conseguía ser el sexto», explica.
Su primera victoria fue en Valencia (2018). Y el verano pasado, participó en la competición que valora como la más importante de su trayectoria. Un Ultra-Trail, de 70 kilómetros en Canfranc, que finalizó en lo más alto del cajón: «Entré llorando a la meta, fueron doce horas y media de carrera, nunca me había enfrentado a una competición así. Van pasando muchas cosas. Mis amigos me animaban por el camino y me daban referencias. Iba alternando el puesto con el que estaba a la par conmigo, y no sabía si iba a ganar», rememora. Su siguiente hito deportivo fue en el Campeonato de España de Carreras por Montaña sobre Nieve: «Lo hice para estar también activo en invierno y poder competir. Necesito mantenerme en forma para mi trabajo en el circo contemporáneo». El año pasado, en su debut en dicha competición, consiguió el tercer puesto en veteranos y noveno en la general. El pasado sábado 19 de febrero, que repitió participación, quedó cuarto en veteranos y sexto en la general.
La carrera de este navarro no solo se forja en las alturas. La música, con Jo & Swiss Knife, y su labor dentro de la compañía de circo contemporáneo La Trócola Circ también lo acompañan en un camino que, en la actualidad, no es ni mucho menos un reflejo del rumbo al que parecía dirigirse. Tras seis años trabajando en el mundo de la publicidad, después de terminar Diseño Gráfico en la Escuela de Arte de Corella (2003), estudió Magisterio de Educación Física en la Universidad de La Rioja: «Me gustaría trabajar como profesor, pero de momento mi compromiso y mi lugar está con La Trócola Circ».
Precisamente, una llamada de este circo fue la qué cambió su destino. Los integrantes de la Trócola preparaban una nueva gira en la que querían contar con música en directo y encontraron la solución en las composiciones del grupo navarro: «Llevaban actuando desde 2010. Primero iban con la música grabada, pero contactaron con mi compañero Joan y conmigo porque nuestro sonido les encajaba con la nueva idea que estaban desarrollando. Nos metimos de lleno con ellos en la creación del espectáculo. Estuvimos meses enteros yendo a Alicante para darle forma e interiorizarlo», concreta.
«Compagino el ‘trail’ con las acrobacias, cuido la alimentación e intento mantenerme activo para alcanzar mi mejor versión también sobre los escenarios…».
La música en vivo es la diferencia más significativa de este grupo teatral y ‘Emportats’, su nueva obra, tuvo un proceso de creación de un año. Así, el teatro se convirtió en la profesión actual de Aritz. Además de componer la banda sonora que acompaña a las actuaciones, hace acrobacias bajo los focos. Necesita mantenerse en forma, y las carreras le sirven de gran ayuda: «Compagino el ‘trail’ con las acrobacias, cuido la alimentación e intento mantenerme activo para alcanzar mi mejor versión también sobre los escenarios… Ahora, con 40 años, me encuentro mejor que cuando tenía 25. Mi próximo objetivo ya tiene fecha: será correr 80 kilómetros en Panticosa en septiembre. Ya no nos juntamos a ensayar y eso me hace estar en forma durante las giras».
SU VIDA GIRA ENTORNO LOS ESCENARIOS
Las compañías de circo contemporáneo, conocidas así porque no hay animales y aúnan disciplinas del circo antiguo junto con el teatro actual, no suelen contar con grandes plantillas. En este caso, La Trócola Circ está formada por cinco artistas y un técnico de luces. Actúan en diferentes teatros y casas de cultura. «Hacemos acrobacias, malabares, cantamos, actuamos… Es un espectáculo para todos los públicos, que tiene muchísima acogida», resalta.
Generalmente, son ellos mismos los que gestionan el transporte para llevar su propio decorado. Al inicio, ‘Emportats’ se representó por toda España, y poco a poco fueron ampliando sus horizontes. Incluso llegaron a realizar una representación ‘made in Taiwan’: «Sobre todo, solemos hacer giras por toda Europa y llevamos nosotros todo. Pero, cuando nos llamaron para actuar en Taiwán, vimos que el decorado tardaría un mes en llegar y nos tendríamos que quedar sin actuar. Lo curioso es que, por suerte, les enviamos todas las medidas y nos construyeron una réplica exacta», indica.
Enero y febrero, como cada año, han sido meses tranquilos para ellos,. Pero a partir de ahora, su calendario les llevará a viajar por Huelva, Valencia e incluso Alemania, donde esperan estar un mes. Vuelven los tiempos de gira representando ‘Emportats’. «Durante la pandemia estuvimos parados poco tiempo, ha habido bastantes ayudas hacia los teatros y casas de cultura para que estas salas pudiesen programar representaciones. Sí hemos tenido cancelaciones, pero sobre todo aforos reducidos. Lo más difícil ha sido actuar delante de gente con la mascarilla sin ver si sonríen o no…», confiesa.
«En la música es como que no hay pan para todo el mundo. No funciona como el teatro, donde aunque seas un grupo más pequeño, cobras por caché».
Así como la crisis sanitaria no tuvo un gran impacto en La Trócola Circ, apenas pudieron agendar fechas para actuar con Jo & Swiss Knife: «En la música es como que no hay pan para todo el mundo. No funciona como el teatro, donde aunque seas un grupo más pequeño, cobras por caché. En este ámbito se cobra por entrada vendida y esto es complicado para los que somos más pequeños. Eso hace que prácticamente todo el trabajo te lo tengas que costear tú mismo», atestigua el artista para incidir acto seguido en que la organización de conciertos ha sido mucho más sensible a la pandemia.
Este año, Jo & Swiss Knife ha vuelto a los escenarios. El grupo se gestó hace siete años y ya cuenta con tres discos. Ahora, acaba de lanzar un nuevo proyecto: «Somos personas con los mismos gustos musicales tipo western, country, folk americano… Además, nos gusta meternos en berenjenales (risas). El primer disco eran canciones compuestas por Jo, y ahora acabamos de sacar el single de nuestro próximo proyecto. Este consiste en una saga de capítulos, siete u ocho, y cada uno tiene una canción con su propio vídeo. Es como una serie de televisión», avanza. Este primer sencillo se llama ‘The band is back‘ y el actor Ahikar Azcona, conocido como ‘Pamplona’ en ‘La Casa de Papel’, protagoniza el videoclip.
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