La sesión “Irán: oportunidades de negocio en el nuevo entorno de relaciones comerciales” contó con la presencia de Belén García Moraleda, Jefa de Área de Países de Oriente Medio de la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Economía y Competitividad; Conrado Igea, jefe de Área de Nuclear y Misiles de la Secretaría de Estado de Comercio del Ministerio de Economía y Competitividad; José Diego Manzanera, de Gulf Business Consulting y Juan Córdoba, Director General de ISRINGHAUSEN. También participaron la Directora Territorial de Comercio – ICEX, Isabel Peñaranda, y la responsable de Comercio internacional de la Cámara de Comercio, Ana Cañada.
Durante la jornada, los ponentes explicaron que tras la confirmación, en enero de este año, de que Irán reducía su programa nuclear tal y como se comprometió en julio de 2015, Estados Unidos y la Unión Europea anunciaron el levantamiento de las sanciones vinculadas al programa atómico. Dichas medidas de bloqueo han supuesto pérdidas de millones de dólares para la antigua Persia por no poder vender su petróleo pese a ser el cuarto productor mundial y segundo de gas.
Sin embargo, coincidieron que las circunstancias no son tan favorables actualmente por el precio tan bajo del crudo. En este sentido, añadieron que hay que tener en cuenta que las sanciones no son irreversibles, y si se incumplen las normas volverían a aplicarse sanciones sin retroactividad y aún siguen existiendo listas de sancionados entre las que figuran Bancos y empresas.
PAÍS SEGURO
Irán es una república islámica que cuenta con 80 millones de personas, la mayoría jóvenes. Además, es un país cultural y artísticamente extraordinario, con una historia que se pierde en el tiempo, se considera la cuna de la civilización.
Los iraníes llevan en el ADN el comercio, son la conexión entre Oriente y Occidente. Además, todos afirmaron que es un país seguro, aunque parece que ha retrocedido en el tiempo.
Las posibilidades de crecimiento que tiene ahora el país, se convierten en oportunidades para las empresas, especialmente para los sectores de infraestructuras (proyectos de alta velocidad, metros, aeropuertos, autopistas…), turismo, hoteles ( se están construyendo más de 800 hoteles según algunas fuentes), energías renovables (solar y eólica), automoción y sus componentes (tienen un parque automovilístico con una media de 25 años de antigüedad de los vehículos), sector financiero (Irán fue expulsado del sistema financiero internacional y esto debe normarlizarse), petroquímico (modernización de algunas plantas), aviación, tecnología agrícola y productos de gran consumo.
Además, durante la jornada se explicó que se ha puesto en marcha el Plan de Acción Integral Conjunto, PAIC, para desarrollar las relaciones con el país y el Plan Quinquenal 2016-2021 para el desarrollo económico y excelencia cultural y el progreso en ciencia y tecnología
GRANDES DESAFÍOS
Los ponentes también señalaron que hay grandes desafíos como los cambios continuos en la legislación, la involucración del Estado en todas las áreas, la excesiva burocracia y la necesidad de contar con intermediarios para negociar. Se aconseja considerar el país como una inversión a medio-largo plazo, pero en el que hay que posicionarse lo antes posible.
En relación con el sistema financiero, se puede considerar complejo y muchas empresas han estado haciendo operaciones con Irán a través de Dubai. Sólo tres bancos occidentales están operando actualmente en Irán y se espera que el sistema financiero se desbloquee en un corto-medio plazo.
Las empresas navarras siempre han mantenido relaciones comerciales con este país. El año pasado las empresas de la Comunidad foral exportaron a Irán solamente por un total de 8 millones de euros. Sin embargo, en el año 2014 la cifra alcanzó los 28 millones.
Durante la jornada celebrada en Cámara Navarra de Comercio e Industria, responsables de la empresa foral SRINGHAUSEN explicaron su experiencia en el país. Su director general, Juan Córdoba señaló que se implantó en Irán tras contactar con empresarios locales y afirmó que les costó mucho esfuerzo, ya que los iraníes son muy hábiles negociando. Trece años después, sin embargo, la empresa sigue produciendo, a pesar de que sufrieron desde el 2006 los efectos del bloqueo mundial hacia el país.
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