El servicio de estudios de BBVA estima que el PIB de Navarra podría crecer en torno a un 2,5 % en 2024, un avance más de tres veces superior al de la Eurozona (0,7 %) pero por debajo del previsto para el conjunto de España (2,9 %). Así lo pone de manifiesto el informe ‘Situación Navarra. 2024’ de BBVA Research, presentado este miércoles por Miguel Cardoso, economista jefe para España y Portugal de BBVA Research, y Marta Alonso, directora de la territorial Norte de BBVA en España.
Según el estudio, este menor dinamismo se debe a «una menor aportación del empleo público; a un menor peso de las actividades de servicios más dinámicas como el turismo; y a que la industria y las ventas de bienes al exterior, aunque muestran señales positivas, no logran aún empujar de forma diferencial la actividad en la región». No obstante, para 2025 el crecimiento de la Comunidad foral se podría acelerar «hasta el 2,8 %», a pesar de la moderación que se espera en España (2,4 %). La recuperación de la demanda europea y los menores costes de los insumos «son los principales factores que apoyarían este escenario».
De cumplirse estas previsiones, en 2025 el PIB regional «superaría en 7 puntos el nivel de 2019», y el PIB per cápita lo haría «en 1,4 puntos porcentuales». Además, la tasa de paro «podría caer hasta el 7,4 % de media» y se podrían crear «19.000 nuevos empleos» en el conjunto de estos dos años. En 2025, la entidad bancaria espera que el crecimiento de Navarra sea «uno de los más altos del conjunto nacional, debido a la recuperación de la demanda europea y a la caída de los costes de producción».
El «elevado dinamismo» de la afiliación a la Seguridad Social en la región durante el primer semestre de 2024 «se ha visto truncado en el tercer trimestre por la caída de la afiliación en el entorno metropolitano y en las áreas no urbanas». Por el contrario, en la capital, la afiliación en este trimestre crece «a ritmos superiores» a los experimentados en el conjunto de España. Parte del dinamismo observado en el primer semestre se explica porque en Navarra «crece más la afiliación en manufacturas y prácticamente iguala el aumento del empleo en servicios públicos o construcción con el conjunto de España».
La industria navarra mostró «un elevado dinamismo» a lo largo del primer semestre, «solo empañado por las dificultades en la producción de energía y, en menor medida, por una producción de bienes intermedios que aún no han recuperado los niveles de actividad previos a la pandemia». Por su parte, la de bienes de equipo y de consumo «escapa a esta atonía», manteniéndose este año por encima de los niveles de 2019. Este avance se produjo «pese al débil crecimiento en la Eurozona, los problemas estructurales en la automoción y la falta de fortaleza de la inversión en España».
LAS EXPORTACIONES CAEN
Las exportaciones regionales cayeron en 2023 un 5,5 % (un 1 % menos en España), con «una contracción generalizada en prácticamente todas las ramas». En los primeros ocho meses de 2024, las exportaciones se contrajeron un 1,6 %, con «un peor comportamiento de los bienes de equipo, que restan 5,9 puntos al avance las exportaciones, pero mejoran automóviles (3,5 puntos más), alimentos y semimanufacturas».
Hasta agosto, y en términos nominales, las ventas al exterior fueron un 1,5 % inferiores a las de 2019 (pero aumentaron un 32 % en España). Y, en términos reales, se situaron aún un 26 % por debajo del nivel prepandemia (un 0,9 % menos en España). Los automóviles y los equipos siguieron aún un 37 % y un 22 % por debajo, «sin que esto se vea compensado por unas exportaciones energéticas que se han doblado».
Con el débil avance económico de la eurozona, las exportaciones a Alemania (0,6 puntos de contribución más en el acumulado de los primeros ocho meses), y a Francia (2,1 puntos menos) siguen sin mostrar «una franca recuperación», aunque el resto de la zona Euro «sí contribuye positivamente» (2,5 puntos más). Por destinos, las exportaciones reales a la Unión Europea (53 % del total) se situaron, en los ocho primeros meses de 2024, un 7,4 % por debajo de las de 2019. Las ventas a Francia (19 % del total de las exportaciones navarras) se mantuvieron aún un 25 % y un 30 % por debajo del nivel alcanzado en 2019.
DE CARA A 2025
BBVA Research prevé que el PIB de Navarra se podría acelerar hasta el 2,8 % en 2025, «uno de los mayores avances entre las comunidades autónomas». Por un lado, las empresas navarras «serán de las más beneficiadas de la normalización de la actividad en la Eurozona, dada la orientación sectorial y geográfica de sus exportaciones de bienes, así como su relevancia en la economía regional». Por otro lado, la mayor certidumbre sobre el coste de la energía y el combustible «beneficiará particularmente a la industria exportadora y mejorará la competitividad» en la Comunidad foral.
Por otra parte, la llegada de visitantes extranjeros a los hoteles navarros aumentó un 4 % interanual hasta septiembre, y su pernoctaciones lo hicieron en un 7 %. Aunque este repunte fue inferior al del conjunto nacional, el ritmo de aumento del gasto con tarjeta se situó muy por encima del observado en España. Hasta octubre, el gasto con tarjetas extranjeras registrado por BBVA subió «un 107 % interanual», por encima del 27 % observado en España. El impacto de esta mejora sobre el PIB es menor que en otros territorios, ya que el peso de los extranjeros en el gasto realizado en la región en 2023 (2,5 %) se encuentra muy por debajo del 8 % registrado en el conjunto nacional.
Incluso repuntando en el tramo central del año, la contención de los costes energéticos y de los precios de la alimentación permitieron reducir la inflación «hasta el 1,1 % en septiembre en Navarra y al 1,5 % la subyacente (1,5 % y 2,4 %, respectivamente en España)». Los productos con inflación menor del 2 % alcanzaron en la región el 34 % de la cesta de consumo (52 % en España). Además, se espera que el Banco Central Europeo «vaya con un ritmo más pausado del que descuenta el mercado».
La cuota hipotecaria se reduciría un 6 % en 2024 y un 9 % en 2025 por la revisión a la baja de los tipos de interés hipotecarios de las nuevas operaciones (TAE). En 2024, esto supondría una disminución de la cuota mensual de 50 euros para una hipoteca mensual media. Las comunidades en las que mayor es el esfuerzo son las que se podrían ver más afectadas: «En Navarra, con un esfuerzo de acceso a la vivienda cinco puntos inferior al del conjunto de España, esta reducción de tipos podría tener un impacto algo menor».
La recuperación de la actividad y de los ingresos autonómicos durante 2023 habrían favorecido un crecimiento del gasto del Gobierno foral «mayor a lo esperado». No obstante, Navarra cerró 2023 con un superávit del 1 % del PIB regional. Para 2024, «se espera una moderación en el crecimiento tanto del gasto como de los ingresos autonómicos, lo que permite prever que el Gobierno navarro pueda registrar un superávit menor al observado en el año anterior.» Hacia adelante, el proyecto de presupuestos para 2025 recientemente aprobado apunta a «una nueva moderación en el crecimiento del gasto, lo que frenaría la política fiscal expansiva observada en años anteriores».
RETOS DE FUTURO
De acuerdo con BBVA Research, la economía navarra enfrenta retos «que podrían limitar el crecimiento futuro y que requieren políticas que incentiven la inversión, generen certidumbre y alivien la falta de capital humano». En cuanto al sector automotriz, se observa un elevado grado de incertidumbre relacionado con la transición hacia la producción de vehículos eléctricos. En promedio de los cuatro últimos trimestres, las matriculaciones de turismos en Navarra se encuentran aún un 48 % por debajo de los registros precrisis y las matriculaciones de vehículos industriales, un 27 % por debajo de las cifras de 2019.
Además, «existen dudas sobre el efecto de la migración en la productividad y preocupa su concentración en puestos de trabajo de poca cualificación». El nuevo proceso de incorporación de migrantes al mercado de trabajo «se está produciendo con menores tasas de segregación ocupacional gracias a que su participación ha aumentado en casi todas las ocupaciones».
En paralelo, la estructura exportadora navarra «debe mejorar su complejidad y ventajas competitivas»: «Una estructura exportadora enfocada en bienes altamente complejos puede representar una ventaja relevante de cara al crecimiento de largo plazo».
Finalmente, la falta de consenso en política económica «genera incertidumbre». En los últimos diez años ha aumentado la necesidad de prórrogas presupuestarias y el uso de decretos ley en lugar de proyectos de ley. «Esta disminución de los proyectos de ley podría indicar una menor disposición a realizar reformas. Es deseable que se alcancen acuerdos transversales para dar certidumbre sobre ajustes fiscales, servicios públicos, protección social, empleo, inmigración, la doble transición energética y digital, o productividad», valoraron desde BBVA Research.