Carlos Piñuela, CEO de BlackBinder, músico profesional y profesor en los Conservatorios Superior y Profesional Pablo Sarasate, asistía a un concierto en el Auditorio Nacional cuando se dio cuenta del ruido que producía el paso de las hojas de las partituras y lo molesto que resultaba. “Hasta ahora, los músicos estábamos trabajando con partituras de papel, igual que se hacía hace 200 años. Me di cuenta de que en otras cosas hemos avanzado mucho y sin embargo en ésta, ¡estábamos anclados en el pasado!”, señala Piñuela.
DESARROLLO DE LA IDEA
Eso fue hace 10 años. Piñuela pensó en este tema pero no encontró la tecnología que se lo permitiera desarrollar. Fue en 2011, cuando comienza una exhaustiva investigación para comprobar la existencia de estos problemas y sus posibles soluciones. “En este proceso ha sido muy importante la colaboración del Centro de I+D Jerónimo Ayanz de la UPNA y del campus de Tudela y también del proyecto de investigación llevado a cabo con los Conservatorios”, reseña Piñuela.
Carlos Piñuela, junto a Koldo Ábrego y Sergio Peñalver, han creado la empresa BlackBinder, o “archivador negro” en inglés. “Se nos ocurrió este nombre porque todos los músicos llevan las partituras en un archivador negro. Pues bien, ahora somos nosotros ese archivador, con nuestra App, el músico puede tener todas las partituras que desee”, señala Ábrego.
VENTAJAS
Con esta App, los músicos ya no tienen que pasar las hojas de las partituras puesto que la aplicación para tablets incorpora la tecnología “Pageless scrolling”, mediante la cual desaparece el formato de página y la partitura discurre linealmente en un scroll continuo de principio a fin. “Es algo similar a los CUE´s que utilizan por ejemplo los presentadores en la televisión. Disponemos también del bbSet, que es un dispositivo que además de servir de soporte para la tablet, permite que vayamos pasando la partitura con unos pedales, sin necesidad de usar las manos”, señala Piñuela.
Pero este sistema además, facilita el trabajo individual y colectivo del músico. Permite, por ejemplo, compartir anotaciones y sincronizar el ´tempo` o ritmo de desplazamiento al visualizar las partituras entre los componentes de una agrupación tan sólo con tocar la pantalla. También evita otros inconvenientes que genera el papel como son su propio deterioro por el uso o transporte o la reserva de espacio para su almacenamiento.
Las partituras se pueden descargar automáticamente en el bStore, una tienda de partituras donde el usuario puede adquirirlas, realizar revisiones y anotaciones e incluso pueden poner a la venta sus propias composiciones. De este modo, se crea un espacio en la nube, bBinder, donde los usuarios almacenan y clasifican su archivo de partituras.
PARTICIPACIÓN EN LA SOUTH SUMMIT
El equipo de BlackBinder ha llegado recientemente de su participación en la South Summit de Madrid en la cual quedaron finalistas. Han vuelto a Pamplona muy satisfechos por la experiencia y contentos por los contactos establecidos con posibles inversores. Su productos ha generado mucha curiosidad entre el público asistente. Además, este año se ha empezado a aplicar el sistema BlackBinder en la docencia. A lo largo del primer trimestre de 2015 se espera que sea plenamente funcional para un músico individual y a lo largo del primer semestre se incorporará el resto de herramientas que permitan el trabajo colectivo.
En la imagen, Carlos Piñuela y Koldo Ábrego, creadores de Blackbinder.