La Dirección de BSH anunció este lunes a los representantes de la plantilla el cierre de su planta de Esquíroz, que da empleo a 655 personas. El principal motivo esgrimido: la «pérdida de competitividad» de la factoría, especializada en neveras y lavavajillas compactos. Precisamente, los trabajadores de la fábrica llevaban meses concentrándose para mostrar su preocupación.
Según explicaron fuentes sindicales, la previsión de la Dirección es cesar la actividad en un plazo de seis meses. Tras una primera reunión en la que estuvieron presentes los responsables de la multinacional y de la fábrica con los delegados sindicales, a mediodía se celebró una asamblea informativa con el conjunto de la plantilla.
«Estamos destrozados. Llevábamos mucho tiempo en una situación muy difícil, pero no nos esperábamos una medida tan drástica. Veremos qué sucede a partir de ahora, pero está en juego el futuro de cientos de familias», apuntó un trabajador a Navarra Capital. «No es de recibo que nos hayan dejado caer poco a poco sin que nadie haya hecho nada para evitarlo. ¿Qué más debíamos hacer para que alguien tomara cartas en el asunto?», remarcó indignado otro empleado.
EL COMUNICADO DE LA DIRECCIÓN
En un comunicado interno, la compañía alegó que «no inicia el proceso de cierre de la planta sin haber analizado esta cuestión de forma concienzuda», sino que la decisión es «el resultado de un examen minucioso de varias alternativas y medidas a lo largo de los últimos años».
«Lamentablemente, en los últimos años estamos viviendo una evolución persistentemente difícil de nuestros mercados, unida a una fuerte competencia. A pesar de las numerosas medidas de mejora realizadas, la producción de electrodomésticos en la planta de BSH en Esquíroz ha dejado de ser competitiva», indicó para añadir acto seguido que ahora se inicia un período de diálogo previo a la negociación del ERE, prevista para dentro de medio años.
LA CAÍDA DE LA PRODUCCIÓN
El pasado mes de junio, el comité de empresa organizó una concentración para denunciar la «grave situación» que sufre la planta «desde hace una década». «Estamos muy preocupados porque entre 2015 y 2023 ha caído la carga de trabajo en más de un 50 %, producción que se ha derivado a fábricas en Polonia y Turquía. La Dirección no está cumpliendo con la responsabilidad de traer volumen productivo para garantizar la ocupación y el futuro de la empresa. Por ello, el comité trasladará su situación a las instituciones navarras», criticó entonces.
Precisamente, la fábrica lleva dos años consecutivos en ERTE. En concreto, el año pasado sumó 37 días de ERTE y, este año, 42. BSH también cuenta con un centro de almacenaje en Estella y un centro de servicios corporativos de IT en Huarte.