El 54,6% de los desempleados de Navarra, unas 20.000 personas, no están cubiertos por el sistema estatal de protección en forma de prestación o subsidio después de que el gasto del Gobierno central se haya reducido en un 53,5% desde 2012, año en el que destinó 435 millones frente a los 202 en 2017, según un estudio elaborado por el Departamento de Derechos Sociales que ha presentado el director general del Observatorio de la Realidad Social, Patxi Tuñón.
En enero de 2013 se alcanzó la cota más alta de personas beneficiarias de las prestaciones en Navarra, con 34.995. A finales de diciembre de 2017, 16.205 personas sin empleo cobraban algún tipo de prestación del sistema estatal, lo que supone un descenso del 53,7%. Este descenso ha afectado también al resto de comunidades del Estado, aunque en menor medida. Tomando los datos de diciembre de 2017, la cobertura en Navarra alcanzaba a menos de la mitad de las personas que buscan empleo: un 45,35%, 10 puntos porcentuales menos que la media de España, con un 55,5%.
El gasto en cobertura por desempleo por persona (media anual), ha pasado de 8.647 euros a 5.439 euros, es decir, un 37% menos
La comparativa con el resto de comunidades autónomas tampoco deja la situación relativa de Navarra en buen lugar. La Comunidad Foral tiene, en términos medios anuales, una tasa de cobertura del 48,4%, solo por delante de Asturias (46%) y País Vasco (42,5%). Baleares (88,7%) y Extremadura (66,3%) son las comunidades con mayor número de personas sin empleo que ven su situación paliada con una prestación.
No contar con una prestación por desempleo puede abocar o consolidar situaciones de vulnerabilidad y exclusión de las personas en esa situación, por lo que cobra valor cuantificar correctamente este colectivo potencialmente destinado a solicitar al Gobierno de Navarra otra ayuda, como es la Renta Garantizada, ha indicado Tuñón.
Cuando una persona pierde su empleo, puede cobrar alguna prestación o subsidio, siempre que cumpla ciertos requisitos. Estas ayudas las gestiona el Servicio Público de Empleo Estatal y hay cuatro tipos en Navarra: prestación contributiva; subsidio por desempleo con sus distintas variantes; y dos ayudas extraordinarias como son la Renta Activa de Inserción (RAI) y el Programa de Activación para el Empleo (PAE).
MENOS PRESTACIÓN, MÁS SUBSIDIO
En Navarra, a pesar de una leve recuperación en 2017, ha ido perdiendo protagonismo la prestación contributiva, tomando mayor peso porcentual los susidios y las ayudas extraordinarias. En 2017, el total de las prestaciones y subsidios se repartieron con el siguiente volumen: el 56,1% fueron prestaciones contributivas; el 36,9% subsidios; el 6,6% rentas activas de inserción y el 0,3% programas de activación para el empleo. En 2008 la distribución de estas compensaciones reflejaba un 72% de percepción de prestaciones contributivas por un 26,5% de subsidios.
Hay que recordar que la cantidad mensual que se percibe en concepto de subsidio es de unos 430 euros, lo que lleva a concluir que la mitad de las personas que no tienen trabajo en Navarra tampoco tienen cobertura por desempleo. Y que entre quienes sí la tienen, cuatro de cada diez, perciben una cantidad muy escasa.
En el periodo 2012-2017, el Estado ha pasado de pagar 435,6 millones de euros al año a los parados de Navarra a pagar 202,6 millones
Las cifras revelan una limitación del sistema público de protección por desempleo, circunstancia indisociable del aumento de la vulnerabilidad y la pobreza que obliga a contar con herramientas propias de compensación como la actual Renta Garantizada. En términos absolutos, en el periodo 2012-2017, el Estado ha pasado de pagar 435,6 millones de euros al año a las personas paradas de Navarra a pagar 202,6 millones. Por otra parte, el gasto en cobertura por desempleo por persona (media anual), ha pasado de 8.647 euros a 5.439 euros, es decir, un 37% menos.
Estos datos contrastan con el incremento del presupuesto para abonar la Renta Garantizada, que en el mismo periodo ha pasado de suponer 30,2 millones del presupuesto de Navarra (con la antigua renta de inclusión social) a los actuales 98 millones comprometidos para sufragar la Renta Garantizada. O lo que es lo mismo, el gasto en desempleo se redujo en casi 233 millones y la Renta Garantizada se aumentó en 67,8 millones.
En este contexto de drástica reducción de las prestaciones por desempleo se enmarca la propuesta que Navarra y otras comunidades han realizado en el sentido de exigir una mejora de las prestaciones y que sean compatibles con las rentas mínimas de las comunidades autónomas, la Renta Garantizada en el caso navarro, lo que se estima que puede suponer a la Comunidad Foral un ahorro en torno a 7 millones de euros anuales.
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