Sin duda, una mirada panorámica sobre la acción de la empresa navarra en el exterior arrojaría la conclusión de que el Mundo Chino (China, Hong Kong y Taiwán), no es una prioridad para nuestras empresas
Hasta cierto punto esto es normal. El modelo económico de relaciones entre España y China (Herrera, 2014) arroja tres conclusiones evidentes:
- La primera encaja con la “Teoría de la Gravedad”, elaborada inicialmente por Tinbergen (1962) y contrastada para la relación España-China por Jacinto Soler (2003).
- En segundo lugar, la empresa española -en general- no ha sido capaz de solventar problemas detectados hace diez años (algunos de ellos perfectamente identificados en este estudio de 2006) para relacionarse adecuadamente con Asia, éste ha ido un gran error de las entidades patronales en la gestión de la formación.
- Finalmente, por mucho que Administraciones o estudios pongan datos sobre la mesa que evidencian que es en Asia donde España se juega su futuro, la razón de ser de la empresa es generar valor para el accionista y eso, en ocasiones, lleva a una gestión más centrada en el corto y medio plazo que en apuestas estratégicas de este tipo. Especialmente en el caso de las PYMEs por carecer de recursos.
Pablo Bustelo fue quizás uno de los expertos que más énfasis hizo en que, de no abordar adecuadamente el reto asiático, España y sus empresas podrían perder el tren de la globalización
Solo hay que leer su informe en perspectiva (fue elaborado en 2006) para valorar su grado de acierto. En el caso de China, España ha perdido peso. Desde luego, está más presente que hace una década –véase por ejemplo el caso de la empresa vasca– pero no debe olvidarse que hoy el mercado es de mayor dimensión.
Igualmente Navarra ha visto crecer su presencia en el Mundo Chino. Un mercado que ofrece grandes oportunidades de negocio en sectores estratégicos para el territorio. La República Popular China (RPCh) situada entre los 25 países más innovadores, es el mayor productor mundial de vehículo eléctrico, mayor productor de energía eólica y energía solar, un mercado para nuestro vino, con necesidades en el campo agroalimentario, en materia de seguridad alimentaria y contaminación…es sencillo establecer vínculos entre las necesidades chinas y la estrategia de especialización inteligente de Navarra. Por tanto es ¿China un mercado prioritario para las empresas navarras?
Particularmente creo que esa no es la pregunta correcta. Más bien deberíamos preguntarnos qué secuencia de actuaciones se debería establecer desde el Gobierno Foral –en cooperación con empresas y agentes implicados- para proyectar Navarra en Asia. Con una visión global y plurianual que fortalezca tanto el fenomenal trabajo que está realizando, por ejemplo, Halaco en el ámbito de la distribución de producto navarro en la RPCh o la labor que realiza Indversis en Chennai (India), así como facilitar el establecimiento ordenado de otras cabezas de puente para la empresas navarras en áreas estratégicas de China, Taiwán, Corea, Japón o Singapur este último como puerta al Sudeste Asiático.
La creación de espacios colectivos en destino ha demostrado históricamente su utilidad en la internacionalización de la empresa en mercados culturalmente alejados y complejos
El caso anteriormente citado de Chennai es un buen ejemplo y, en gran medida, las 133 empresas vascas hoy implantadas en China es fruto de las ventajas competitivas y de generación de confianza y apoyo colectivo de este tipo de iniciativas. Quizás, para caminar por Europa el conjunto de ayudas – con buen criterio- trazadas desde el Gobierno son suficientes. Para mirar hacia Oriente, la investigación y la experiencia nos dice que no.
Andrés Herrera-Feligreras
Sinólogo; Consultor Senior de Emergia Partners