Viajar en vacaciones es una tradición arraigada en las familias españolas. Y especialmente durante los meses de verano se produce un aumento significativo en los desplazamientos. Según un estudio del buscador Jetcost, un 83 % de los españoles ha pensado viajar durante sus vacaciones este verano. Pero no es de extrañar que las familias tengan cada vez más dificultades de encontrar buenas ofertas. Así lo resalta una encuesta realizada por Airbnb: el 60 % de los clientes “se ha vuelto más sensible a los costes del alquiler durante el último año”.
Esta sensibilidad al precio también puede hacer que sean más susceptibles a caer en posibles estafas. De hecho, según datos de Check Point Research, sólo durante este mes de mayo, previo a la entrada del verano, se han llegado a crear 29.880 nuevos dominios relacionados con vacaciones o escapadas, lo que significa un aumento interanual del 23 % en comparación con el mismo periodo del año pasado. Así mismo, uno de cada 83 sitios web era malicioso o sospechoso. Es por ello por lo que la tecnológica PaynoPain recomienda evitar cinco malas costumbres que pueden arruinar el verano:
1. FIARSE DE TODAS LAS PÁGINAS WEB
Algunos usuarios tienden a comprar por Internet por razones de comodidad sin reparar en hacerlo en páginas web seguras y de fiar. Es decir, no verifican que la página web disponga de un certificado de seguridad en la barra de direcciones, ni emplean métodos de pago seguros como la tarjeta de crédito. Por lo tanto, es fundamental no comprar en páginas web o a través de enlaces no verificados.
2. PAGAR SIN ESTAR 100 % SEGUROS
Pecar de exceso de confianza es uno de los fallos más extendidos. En más de una ocasión es posible llevarse un susto si se abona un pago en comercios cuya pasarela de pagos no sea confiable. Los sistemas de pago deben contar con mecanismos de autenticación o verificación para garantizar que el usuario es quien dice ser. En el mercado existen plataformas que garantizan una experiencia de pago fluida y sencilla desde cualquier dispositivo gracias a su interfaz adaptable, segura y rápida.
3. COMPARTIR DATOS PERSONALES Y FINANCIEROS
Enviar información sensible (números de tarjeta, contraseñas, etc.) por correo electrónico es uno de estos malos hábitos. Con los avances en materia de Inteligencia Artificial, cada vez es más sencillo para los ciberdelincuentes interceptar datos que a la postre pueden utilizar a su favor. A la hora de efectuar pagos, es recomendable utilizar canales seguros.
4. NO ESTABLECER UNA CONTRASEÑA ROBUSTA
Las claves de acceso son la primera línea de protección ante un intento de ataque o de robo de información. Para evitar riesgos, es preciso disponer de unas credenciales fuertes para cada una de las cuentas, alternando mayúsculas, minúsculas, caracteres especiales y números, y alejarse de datos que pueden conocer otras personas (nombres de familiares o fecha de nacimiento).
5. MORDER EL ANZUELO DEL ‘PHISHING’
Esta es una de las técnicas más utilizadas para hacerse con datos de los consumidores. Se trata de correos o comunicaciones que suplantan la identidad de las marcas y, aunque suelen ser fáciles de detectar, algunos de ellos pueden ser prácticamente idénticos y pueden confundirse. Por eso, es fundamental verificar de qué dirección procede ese contenido antes de depositar datos en manos ajenas. Si una oferta es demasiado buena para ser real, puede ser falsa.
“A pesar de la inflación que estamos presenciando, marcharse de las residencias habituales es una de las mejores maneras de desconectar de la rutina. Sin embargo, por comodidad o por otras cuestiones, hay veces en las que algunos usuarios cometen errores que pueden arruinar con esas vacaciones soñadas. El secreto de un buen verano también está en pagar de forma segura“, sostiene Jordi Nebot, CEO y cofundador de PaynoPain.