En la actualidad, la factoría de Congelados de Navarra en Fustiñana ocupa una superficie de casi 150.000 metros cuadrados. Ahora se plantea añadir a esa extensión otros 60.000 metros más para una nueva zona de almacenaje encargada de acoger 86.500 palets a 22 grados bajo cero
Un proyecto, cifrado en unos 30 millones de euros, con el que la empresa busca satisfacer dos grandes objetivos. Por un lado, afrontar un incremento de la producción de casi el 20% con vistas a reforzar la posición obtenida por la empresa en el mercado norteamericano, sobre todo, donde ha empezado a distribuir sus elaborados y ya cuenta con una red compuesta “por importantes distribuidores y retailers“, tal y como reconocen en la compañía.
Por el otro, completar un ambicioso plan de inversiones que se inició en 2015 con la puesta en marcha de un nuevo túnel de congelado y que continuaron el pasado año con la entrada en funcionamiento de cuatro líneas de envasado que, según manifestaron desde la propia empresa, “mejoraron significativamente nuestra posición y servicio en formatos retail y foodservice”.
Todo ese esfuerzo, junto con el proyecto de ampliación del área de stock, ejecutado por la constructora local VDR, tendrá como consecuencia una tercera variante en forma de creación de empleo ya que una vez culminada esta última mejora la previsión es que la sociedad incremente su plantilla con un número que puede oscilar entre los 80 y los 100 nuevos puestos de trabajo.
SITUACIÓN ACTUAL Y FUTURO
Cabe recordar que Congelados de Navarra, fundada en 1998, emplea en la actualidad a casi 750 personas y que el 75% de su producción, que en 2015 rondó las 150.000 toneladas, se vendieron en el mercado exterior. Su facturación, por lo demás, espera llegar a los 250 millones de euros en 2020. Junto a su factoría de Fustiñana, además, cuenta con otra similar en Arguedas a la que hay que sumar la de Iberfresco, de Valladolid, adquirida junto con Grupo AN en 2015 y de la que dimos cuenta en esta información.
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