Tras los atentados yihadistas que tuvieron lugar en París el pasado noviembre, la policía francesa cerró el puente de Dantxarinea que actúa como paso fronterizo entre Navarra y Aquitania alegando motivos de seguridad. El Ayuntamiento de Urdazubi-Urdax protestó pasados unos días a la Gendarmería y al Ayuntamiento de la localidad francesa de Ainhoa porque perjudicaba al paso de vehículos, dado que habían cerrado el paso principal, por el que circulan, además de turismos, camiones y autobuses.
Como consecuencia de esta protesta, parte del paso se abrió, pero otra, la más antigua, se mantuvo cerrada con el consiguiente perjuicio que esta acción supone para algunas ventas, en particular para Venta Lapitxuri, que se encuentran apartadas del tránsito de vehículos. En el caso de Lapitxuri, además, quedó limitado el acceso a su parking. “El daño es menor, pero nos sigue afectando”, asegura Txomin Iribarren, el presidente de la Asociación de Comerciantes.
Además, cuando se produjeron los ataques a la capital gala, se colocaron controles permanentes en la frontera, una situación que el Ayuntamiento entendió, dada la alarma generada por los atentados. No obstante, desde hace un tiempo, esos controles se producen muy esporádicamente y “no se entiende que se siga manteniendo el cierre permanente, que no conduce más que a molestar e impedir el paso a los visitantes y turistas que se acercan por la zona”, asegura el alcalde de la villa de Urdazubi-Urdax, Santiago Villares.
Es por esta razón por la que el Consistorio ha trasladado su malestar en conversaciones con los alcaldes de las localidades francesas de Ainhoa y Sare para solicitarles que reabran este paso fronterizo, así como con el presidente del departamento de Pirineos Atlánticos, Jean-Jacques Lasserre,
Igualmente, estos responsables han mantenido contactos directos para exponer su situación a la Gendarmería, la Policía Nacional y la Guardia Civil al tiempo que se han trasladado a Pamplona donde se han entrevistado con el vicepresidente de Desarrollo Económico del Gobierno de Navarra, Manu Ayerdi, con la consejera foral de Desarrollo Rural, Administración Local y Medio Ambiente, Isabel Elizalde; así como con la Delegada del Gobierno en Navarra, Carmen Alba.
Como recuerdan desde el Consistorio así como desde la asociación de comerciantes, el cierre del paso e forma permanente (se han colocado unos bloques de cemento), afecta a toda la zona de Dantxarinea, ya que supone un trastorno para el tráfico de vehículos, estimado diariamente entre 4.000 y 5.000 (según los datos que maneja la Dirección General de Tráfico). Por su parte, los comercios de Dantxarinea atraen a cuatro millones de visitantes anualmente, de acuerdo con las cifras que manejan sus gestores.
Hoy, Dantxarinea cuenta con 23 establecimientos de diferente tipo abiertos durante todo el año y en los que se venden todo tipo de productos: tabaco, alcohol, comestibles, moda, gasolineras, bazar, tecnología, vinos y licores, restaurantes… A esta oferta se sumarán dos nuevas ventas más que están en construcción. Se trata de comercios que dan trabajo a medio millar de personas, 200 más cuando se abran las nuevas ventas. Aproximadamente la mitad de los trabajadores de estos establecimientos son franceses de localidades cercanas que, ahora, corren peligro por la situación generada con el cierre parcial de la frontera.