El pamplonés David Rico atiende la llamada de Capital Sport desde los alrededores de Zizur Mayor, por donde camina con una mochila de 20 kilos a la espalda. Bajo el suave sol de una mañana de primavera, se afana por hacer deporte al aire libre. Tan convencido está de sus beneficios que ha orientado una parte de su trabajo, precisamente, a promover el ejercicio físico en espacios abiertos.
«Pasamos demasiado tiempo en habitáculos cerrados, y por eso creo que ofrecer actividades en el exterior nos da un valor añadido como centro deportivo», asegura. Este emprendedor habla en plural porque el año pasado incorporó a su primer trabajador: Odon Arbeloa, pamplonés que compagina su labor en Mutilva con su trabajo como fisioterapeuta en la SCDR Anaitasuna. «Creemos mucho en nuestra metodología de trabajo. Unificamos el entrenamiento funcional, el culturismo y la prevención de lesiones. Buscamos un entrenamiento consciente, que los usuarios entiendan lo que hacen y por qué», reitera.
Tal y como avanzó este medio, Rico inauguró el centro deportivo R-Athlete de Mutilva hace dos años. Desde entonces, su cartera de clientes ha crecido un 50 %, motivo por el cual está trabajando en varias novedades que espera tener listas en mayo. Primero, en la sala principal del centro, de 300 metros cuadrados, desplegará nuevas máquinas de poleas para trabajar el tren inferior y superior. Además, en el patio exterior, que hasta ahora casi no usaba y cuenta con cerca de 400 metros cuadrados, instalará racks, césped para tirar del trineo y una zona de chill out con bancos. En ese sentido, la zona al aire libre estará rodeada con una valla para garantizar la privacidad de los usuarios.
«Nuestro objetivo es fidelizar a los clientes. Próximamente, aprovechando el reciente lanzamiento de nuestra web, también pondremos en marcha un blog de asesoramiento nutricional y recomendaciones para hábitos de vida saludables», adelanta. En esa línea, no prevé focalizar sus esfuerzos en seguir aumentando la clientela, sino principalmente en mantener el trato personalizado que distingue a su gimnasio. «La acogida ha sido muy positiva. Una de mis clientas tiene 53 años, levanta 110 kilos en peso muerto y corre 1.000 metros en cuatro minutos», destaca entre risas.