Somos cansinos. Seguimos trabajando con los jóvenes en clave de conocimiento, cuando lo que debiéramos potenciar es su puesta en práctica en forma de habilidades y el desarrollo final del talento
Debiéramos ser capaces de reconocer los aprendizajes de vida en formato habilidad y no tanto en formato conocimiento. Pero no podemos, porque ni si quiera nosotros somos conscientes de que nos movemos por habilidades (cognitivas, profesionales y sociales) y menos aun sabemos etiquetar correctamente los medios de adquisición o explotación de conocimientos. El fracaso escolar resulta precisamente y entre otras muchas razones por una falta de visualización de la utilidad del conocimiento. ¿Esto para qué? Esperar a que las piezas caigan en el lugar correcto solo es un formato válido para unos pocos. Convertir los medios en fines es una reducción tan simplista y cómoda por parte del sistema, que se ha apoderado de nosotros.
Ejemplo: Un examen de comprobación de la asimilación de conocimientos, lo hemos convertido en un fin del conocimiento, cuando lo que debiera ser es un test de aplicación del mismo. Las respuestas de un examen deben producir deducciones nuevas, para el sujeto; sin embargo aprendes para aprobar, no para aplicar conocimiento. Aprobar, es saber generar desde el conocimiento y no sobre el mismo. Aprobar es innovar.(y ojo! no hay una forma correcta, bien o mal.).
Un examen concebido como herramienta de control de conocimientos es también conocimiento, si lo que no se enseña al alumno es a aprobar el examen. Enseñar la habilidad de aprobar exámenes, puede tener un reflejo útil en el futuro vital del individuo, y vaya si lo tiene en una sociedad tan simplista!, pero es el enfoque de trampear el sistema. Las academias de apoyo, lo que te enseñan no es la materia y qué puedes hacer con la misma, te enseñan a trampear el sistema con esa materia.
Mi econometría de 4º fue precisamente, econometría examinal.¡ Cuanto me arrepiento de mi falta de madurez de entonces!
El resultado, conocimientos que cuelgan en el vacío. Si tienes ya una edad y estas leyendo esto, reconocerás en tu formación cientos de horas baldías de conocimiento olvidado. Nunca puesto al servicio de una habilidad concreta y consciente.
La formación profesional y sobre todo la dual es posiblemente el marco en donde el conocimiento y su puesta en práctica mejor maridaje producen y es conocido por todos. Sin embargo, mas allá de esos años iniciales, cuando el profesional ya entra en el sistema y el tiempo crea la obsolescencia, la necesidad de re-aprendizaje se topa con el conocimiento a solas y a secas. Cuando la ola de la industrialización 4.0 nos invada, que lo hará tarde o temprano, las habilidades necesarias para surfearla, estoy por saber donde las encontraremos. De verdad me lo pregunto.
Mi propuesta es etiquetar el conocimiento con al menos un par de habilidades asociadas, creado desde un marco, abierto, de referencia de habilidades. Puede que efectivamente el uso de ese conocimiento en el futuro, no esté ligado con las habilidades identificadas por nosotros, pero al menos nos orientará.
CASO PRÁCTICO
Pongamos por caso que tenemos tres cursos que van a impartir la misma materia. El cuerpo de conocimiento teórico es el mismo.
- En el primero, un docente de altísima cualificación, impartirá las clases a la tradicional usanza, explicará la materia e irá punto por punto, el discurso será de uno a muchos. Al final existirá un examen de reválida o un trabajo de fin de curso. Yo he asistido a TONELADAS de cursos de este pelo, en TODAS las instituciones formativas.
- El segundo, utiliza un caso que sirve de base para la introducción de conocimientos, que el alumno debe adquirir fuera del tiempo presencial de formación. Los alumnos debatirán sobre el contenido reflejado en el caso, mientras que el docente guiará o mentorizará la discusión. El discurso es todos a todos.
- El tercer curso utiliza el sistema de flipover, un discurso todos a uno. Son los alumnos quienes imparten el temario el docente escucha y pregunta.(Stanford utiliza este método)
Ahora bien, debemos elegir. La pregunta normalmente se formula de esta manera: ¿Cual es el mejor curso para mí?, cuando lo que debieras preguntarte es ¿Qué curso me posibilita el desarrollo de un mayor numero de habilidades que yo estoy buscando para mejorar mi competitividad? (esta pregunta tiene, ademas, el sentido del práctico del mercado laboral, dado que lo que se busca no son conocimientos sino la habilidad de resolver problemas). Los tres cursos aportan los mismos conocimientos, pero si en el resumen ejecutivo añadiéramos un nube de etiquetas de habilidades las dudas se nos despejarían. Añadámoslas.
En el primer curso:
- Desarrollarás habilidades numéricas, capacidad de concentración y escucha, habilidades inductivas y habilidad para registrar, almacenar, retener y recordar informaciones.
En el segundo curso:
- Habilidades de expresión verbal, habilidad de síntesis de conceptos, habilidad de búsqueda y filtrado de información relevante, habilidad deductiva y habilidades sociales de nivel 1 (escuchar, iniciar una conversación, mantener una conversación, formular una pregunta, dar las gracias, presentarse, presentar a otras personas, diálogo)
En el tercer curso:
- Habilidades sociales de los niveles 1, 2 , y 5 (Primeras habilidades sociales, habilidades sociales avanzadas y habilidades para hacer frente al estrés).
- Habilidades de información (entre otras: identificación de posibles fuentes, localización de fuentes, examen, selección y rechazo de fuentes, interrogación a las fuentes, registro y almacenamiento, interpretación, análisis, síntesis y evaluación de la información recogida, presentación y comunicación del trabajo resultante).
- Habilidades gerenciales de liderazgo y coordinación.
Tras leer la segunda parte, ¿no opinas que el contenido tiene bastante menos interés o su metodología, pero que su aplicabilidad en formato habilidad ha cobrado relevancia?
Por mi parte intento fijarme, además del conocimiento intrínseco, en qué habilidades me permitiría desarrollar un evento, desde una conferencia, un taller, un curso del INEM o de una escuela de negocios, un paseo, una visita guiada a un museo, un MBA o un MOOC. Obviamente las habilidades no tienen porque ser consecuencia directa y buscada por quien lo organiza o imparte, puedes, y debieras, ser tu mismo quien establezca la agenda y los recursos que quieres adquirir. Por ejemplo, voy a conferencias de temáticas diferentes para sentirme bien fuera de mi meseta de confort, controlar el “akwardness”(torpeza?) las utilizo para mejorar mis habilidades de “Story sketching” (trasladar a un dibujo conceptual solo lo mas esencial de una idea) y para forzar nuevas relaciones (habilidades sociales).
Tu mapa de Fortalezas o Debilidades puede darte una hoja de ruta excelente para saber en que dirección moverte. Potenciando habilidades de uno u otro lado de tu tendencia natural. Soy de la opinion de un avance equilibrado en los dos cuadrantes
Cuando cambias el foco hacia la aplicabilidad de los conocimientos, reduciendo estos a meros ladrillos sobre los que fundar nuevo conocimiento o valor vital, nuevas perspectivas aparecen y muchos antiguos sesgos se debilitan, abriendo interesantes posibilidades de crecimiento. Pero, no esperes a que te lo den, aporta pidiendo (en la medida de lo posible)dado que tú eres el conductor del posible cambio.
Have a lean day.
Aitor González
Facilitador Dinámicas Innovación en Beesy SL