“Navarra siempre ha sido referente en el ámbito de la empresa y no sé si vaya a poder enseñar algo aquí”. Así inició su conferencia, organizada por Institución Futuro en la CEN, Elena Pisonero, presidenta de Hispasat y ex secretaria de Estado de Pymes, quien desarrolló toda una teoría de porqué se debe apostar por las medianas empresas, que son fundamentales en el crecimiento de un país, y destacó que “La Comunidad Foral, junto con Madrid, se encuentra a la cabeza de las empresas de mayor tamaño, por eso ha salvado mucho mejor la crisis”.
La presidenta de Hispasat dio tres claves para demostrar que las empresas deben apostar por crecer, por las personas y por las nuevas tecnologías:
- El tamaño importa: El proyecto empresarial debe dimensionarse para ser capaz de competir y hacerlo de una manera sostenible.
- La referencia: El mundo actual es global, complejo, digital, hiperconectado y en cambio constante, por lo tanto muy complejo. Es una necesidad adaptarse a ese mundo y una oportunidad, la oportunidad digital que nos permite gestionar la información como nunca antes.
- Cómo aprovechar la oportunidad: Con los equipos de personas. Es la solución mas antigua de la humanidad, la clave está en las personas, que son las que determinan el tamaño de la empresa y están en el centro de la gran transformación tecnológica que vivimos.
EL TAMAÑO IMPORTA
Según esta experta analista: “La actividad, el crecimiento y el progreso vienen de las personas que tienen capacidad de generar proyectos y por lo tanto son emprendedores que quieren arriesgarse y crear empresa”. Ahí está el origen, pero además, lo que constatan todos los análisis es que hay que emprender con ambición “y eso exige más tamaño del que estamos acostumbrados”.
Estas son las características positivas que, en líneas generales, cumplen las empresas de mayor tamaño:
- Son más productivas
- Innovan más
- Se internacionalizan más
- Generan un empleo más estable y de mayor calidad
- Tienen una financiación de menor coste y a mayor calidad
- Son más sostenibles
- Y son más rentables
Para corroborar este hecho, se apoyó en datos reales: “Las empresas medianas españolas son casi el doble de productivas que las micro empresas (menos de 10 empleados)”. El problema es que, en España, el 99,3% son empresas pequeñas, es decir, con menos de 10 empleados; y esas empresas pequeñas soportan el 63% del empleo. “Por lo tanto, somos muy vulnerables y hay que apostar para que crezcan”.
Otros dos datos importantes para apoyar el necesario crecimiento de las compañías: “Las grandes compañías innovan un 40%, las medianas un 22% y las pequeñas un 9%. Y con respecto a la internacionalización, las grandes y medianas empresas obtienen el 35% de su facturación de mercados exteriores, frente al 16% que representan a las empresas pequeñas”.
En términos de empleo, la destrucción de las pequeñas y medianas empresas ha sido de un 25% durante la crisis; frente a un 13% en las grandes (es decir, se ha destruido menos de la mitad). Y por cierto, “en las grandes compañías se ha recuperado mucho más rápido, en las medianas ya empieza a recuperarse, pero no así en las pequeñas, que no terminan de recuperarse”.
EL MUNDO ACTUAL
“Vivimos en un mundo totalmente diferente al de hace solo diez años. Un mundo global, digital, hiperconectado y caracterizado por el cambio permanente”. Ya no hay dos mundos con los jóvenes frikis que usaban las nuevas tecnologías, “ahora ya todos estamos en esta única realidad que es digital y ha transformado nuestra sociedad, por lo que no nos podemos quedar fuera”.
El año 2005 marcó un hito y las personas empezaron a entrar en Internet de forma masiva y hacen que lo digital se haga totalmente social. Esto consigue que el mundo, que es muy grande, se haga de pronto más pequeño porque nos acerca a lo distante.
El mercado ha cambiado radicalmente y lo digital no solo es una moda: “Esto es un cambio de era, tenemos una nueva rueda que ha cambiado el mundo, con la capacidad de modificar las cosas, desde cualquier lugar del mundo y a golpe de click”. Por esto, insistió en que las empresas tienen que adaptarse a este nuevo mundo hasta llegar a un verdadero cambio en el modelo de negocio.
LA CLAVE ESTÁ EN LAS PERSONAS
Por supuesto, es importante invertir en tecnología, pero no es solo tecnología, antes están las personas, que son el centro de la empresa y las que determinan el tamaño de la misma. Según Elena Pisonero, para digitalizar una empresa “hay que partir de tener los equipos tecnológicos, pero hay que generar una cultura que involucre a toda la organización (esa es la clave) y este es un compromiso de toda la empresa, no de departamentos concretos. Hay que trabajar cada vez más en equipos trasversales, elegir roles e incorporar gente nueva. No puedo tener en recursos humanos una persona que haga el mismo tipo de entrevistas que hace diez años y siguiendo un esquema. No hablo de eliminar, sino de sumar. Casi antes de invertir en tecnología, hay que invertir en las personas que tenemos en el equipo. Es difícil, pero es importante hacerlo para lograr el éxito”.
FOTO DE PORTADA: Belén Goñi, presidenta de Institución Futuro y Elena Pisonero.