El cierre de esta primera fase del Brexit es visto con optimismo, porque se trata de un paso adelante, después de varios meses de apenas avances, pero contenido porque todas las partes coinciden en que aún queda mucho camino por recorrer. De ahí que no se atrevan todavía a lanzar las campanas al aire. De ahora en adelante, hasta octubre de 2018, hay que ir atando flecos, y no son pocos, precisamente. Desde la distancia, representantes políticos y económicos de Navarra, dan su opinión al respecto. También el ministro consejero de la Embajada Británica en España, Tim Hemmings, quien en septiembre confesaba a Navarracapital.es que Reino Unido intentaría negociar “una relación lo más cercana posible, para dar certidumbre a ciudadanos y a las empresas”.
Mikel Irujo, delegado del Gobierno de Navarra en Bruselas
“Todavía queda todo por hacer”
Residir en Bruselas, en la ciudad en la que se deciden las grandes cosas que afectan a la Unión Europea, aporta un plus de conocimiento, quizás más intuitivo, más de sensaciones. Podría ser por ello que el delegado del Gobierno de Navarra en la capital europea, Mikel Irujo, es cauteloso al analizar qué supone este acuerdo. “Todo el mundo lo ve como un paso positivo. Desde luego, es una buena noticia, porque el peor escenario posible era el apalancamiento y parece que eso se ha superado. Han conseguido cerrar el año con una imagen de voluntad de acuerdo”, destacaba al otro lado del hilo telefónico. “Pero aún queda un recorrido enorme y la negociación empieza a contrarreloj”, advertía.
Realmente, tiempo no sobra y el trabajo pendiente es ingente. “Jamás nada en la Unión Europea se ha negociado en dos años. El tiempo es muy escaso. Hacen falta seis meses para el trámite parlamentario del acuerdo, con lo cual debería estar listo para octubre de 2018… Está por ver qué se consigue”. El principal “escoyo”, reconocía Irujo, es la movilidad de las personas: “Reino Unido siempre ha sido favorable al mercado interior, pero ve mal el intervencionismo de la UE, el Tribunal Europeo y la libertad de movimiento de las personas. Sin embargo, para la Unión, las cuatro libertades (personas, bienes, servicios y capitales) son innegociables. Si se consigue desbloquear eso, igual todo se acelera”.
“Aún queda un recorrido enorme y la negociación empieza a contrarreloj”
Y en ese todo, está la factura que Reino Unido debería pagar a la UE, “que no es una multa, sino el pago de los servicios recibidos”, y la frontera con Irlanda del Norte. Y, después, las islas británicas deberán hacer una labor diplomática colosal, resaltaba el delegado en Bruselas. “La UE tiene tal cantidad de tratados internacionales que son inabarcables. Y Reino Unido va a tener que firmar tratados bilaterales si quiere mantener esas relaciones… ¡Es un follón de tal envergadura…!”. La única cosa clara, tal y como recordaba Irujo, es que “queda todo por hacer”.
Tim Hemmings, ministro consejero de la Embajada Británica en España
“Queremos una relación estrecha, profunda y especial”
Con visible optimismo hablaba el segundo de a bordo de la Embajada Británica en España, Tim Hemmings, tras conocer el acuerdo entre la premier británica, Theresa May, y el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, y su ratificación posterior por el Consejo Europeo. “Es algo muy positivo. Da más certidumbre a personas y empresas y permite comenzar a negociar el acuerdo futuro”, confesaba. Un acuerdo que espera sea el reflejo de una “relación estrecha, profunda y especial”.
“Somos el socio más importante para la Unión Europea y la UE lo es para nosotros”. Sobre qué modelo de acuerdo bilateral le gustaría, Hemmings fue claro: “Se habla mucho del modelo de Noruega o, incluso, el de Canadá. Pero nuestras relaciones con la UE son tan distintas, tan profundas, que queremos algo especial para nosotros, algo muy estrecho. La diferencia con Canadá es que, después de tantos años juntos, Reino Unido y la Unión Europea parten ahora del mismo punto. Apenas hay diferencias. Tenemos los mismos intereses y los mismos objetivos”.
“Lo importante es dar certidumbre”
Además, el acuerdo no se limitaría a aspectos puramente económicos, también habría que consensuar la colaboración en temas policiales y seguridad, así como en servicios, “como por ejemplo los servicios financieros, que son importantes para nosotros”, reconocía Hemmings. Por de pronto, y sin perder su optimismo, el ministro consejero ve con buenos ojos el periodo transitorio que se habilitará a partir del 29 de marzo de 2019. “Puede ser de año y medio o dos años, pero no de diez. En cualquier caso, lo importante no es cuánto tiempo dure, sino que no haya cambios en ese tiempo, para, de esa forma, dar certidumbre”, apuntaba. La clave, eso sí, estará en cómo se desarrollen las negociaciones en esta segunda fase.
Javier Taberna, presidente de la Cámara Navarra
“Espero que el acuerdo final suponga la menor distorsión posible para nuestras empresas”
La Cámara de Comercio ha seguido con especial interés el devenir de las negociaciones del Brexit en esta primera fase, toda vez que Reino Unido es un socio importante para Navarra. Basta comprobar las exportaciones. Las islas británicas son el cuarto cliente en importancia para las empresas navarras y, precisamente, su incertidumbre es también la de la Cámara. De ahí que respiraran con cierta tranquilidad el pasado día 8, tras el principio de acuerdo. “Para nosotros, el acuerdo alcanzado sobre los tres puntos clave (derechos de los ciudadanos, factura económica y la frontera de Irlanda del Norte) y la decisión de la Unión Europea de seguir avanzando en las negociaciones es algo positivo”, confesaba Javier Taberna, presidente de la Cámara.
“Es un primer paso en un proceso muy complicado, sobre el que no había habido hasta el momento muchos avances”, añadía. Sin embargo, el documento recién aprobado representa para Taberna “la voluntad de llegar a un acuerdo favorable” entre ambas partes. Consciente de que el Brexit marcará un antes y un después en las relaciones entre las islas y los 27 Estados miembros, el presidente de la Cámara sólo tiene una petición: “Aunque el resultado final del proceso, muy probablemente, no se parezca a la situación previa al Brexit, es importante que la relación entre el Reino Unido y la UE tras la salida definitiva del primero suponga la menor distorsión posible para nuestras empresas e intereses económicos en el Reino Unido”.
José Antonio Sarría, presidente de CEN
“La posición de la Unión Europea ha sido dura y firme”
La lectura que hacía el presidente de la Confederación de Empresarios sobre este primer acuerdo es que “el partido se está resolviendo más cercano a la posición de la Unión Europea que a la del Reino Unido, al menos de momento”. Sarría es consciente de que aún queda mucho camino por recorrer, pero se mostraba satisfecho con estos primeros avances.
“Son razonables para los intereses de la Unión Europea. Ha mantenido una posición dura y firme en todo este proceso de la primera fase y la primera ministra británica, Theresa May, ha tenido que ceder en muchas cosas. Ahora bien, habrá que ver cómo evoluciona la segunda fase”, advertía, al tiempo que aventuraba una negociación “larga y dura”, lo único claro en todo este proceso. “Con independencia de que Reino Unido abandone la UE en esa fecha, esto se va a prolongar más. Habrá un periodo elástico, que habrá que ver cómo se traduce, pero es muy probable que nos vayamos a 2021 negociando cosas. ¿Quién sabe? Igual esta dilatación en el tiempo da lugar a otro referéndum en Reino Unido para votar la permanencia de nuevo… No lo sé”.