El Banco Europeo de Inversiones (BEI) y Nilsa, sociedad pública adscrita al departamento de Cohesión Territorial del Gobierno de Navarra, firmaron este martes un préstamo por valor de 36,5 millones de euros. El objetivo de esta financiación, según informó Nilsa, «es construir y modernizar plantas de depuración de aguas residuales en la Comunidad foral».
En este sentido, las inversiones se destinarán «principalmente a la reforma, mejora y ampliación de instalaciones en funcionamiento, algunas de las cuales alcanzan casi los treinta años»; al tratamiento de los lodos resultantes de la depuración; y a la construcción de instalaciones en núcleos de entre cien y 250 habitantes, «ya que a partir de esta cifra Navarra cuenta con cobertura de saneamiento y tratamiento de agua residual en todas sus poblaciones».
El BEI valoró «la instalación de placas solares en las depuradoras como una medida de apoyo para cumplir con el objetivo europeo de neutralidad carbónica en el proceso de depuración». Y respecto a los lodos, Nilsa detalló que se fomentará su tratamiento para la aplicación en suelos, «con el consiguiente beneficio para la agricultura y el medioambiente».