Con la llegada del otoño, se inicia la recolección de endrinas de la Indicación Geográfica Pacharán Navarro. Y este año lo hace con muy buenas perspectivas, puesto que se espera una producción estimada de unos 580.000 kilogramos y un tamaño de endrina muy pequeño, lo que previsiblemente permitirá elaborar un pacharán “de gran calidad” para comercializar en 2020, bajo el sello de la Indicación Geográfica (IG).
La cosecha del año pasado fue de 341.000 kilogramos de endrinas frescas, frente a los casi 600.000 que se esperan este año. Este aumento de la cantidad, unido a su gran calidad, es el resultado de un año climatológicamente ideal para los cultivos navarros: “Una primavera templada con una gran floración y cuajada de frutos, ausencia de heladas y clima seco a partir de mayo, que impidió el engrosamiento excesivo de los frutos, y un tiempo más fresco en septiembre, con noches frías que potenciaron la disminución de la acidez y la maduración polifenólica de los hollejos”, detallan desde Intia, la empresa pública que se encarga de la labor de certificación del producto.
AUMENTO DE LAS VENTAS
El Consejo Regulador ha hecho público, además, que durante el primer semestre del año se ha producido “un aumento en las ventas del 6 %”, un alza que “nos hace confiar en que este será un buen año para el pacharán navarro debido, sobre todo, a una mejora del consumo de licores de sobremesa”. Y es que este es el único segmento de los espirituosos que aumenta en ventas frente a las generalizadas disminuciones del resto de bebidas comercializadas para otros horarios (ginebra, whisky, ron).
Así lo corroboraron los datos recabados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación entre las 19 Indicaciones Geográficas de Bebidas Espirituosas españolas actualmente registradas en la Unión Europea y que destacó que el Pacharán navarro es la segunda IG en volumen de producción, después del Brandy de Jerez, y la primera en comercialización interior.Esta circunstancia abre un futuro de grandes posibilidades para el pacharán navarro, que se sitúa como la bebida espirituosa con indicación geográfica líder en ventas en el mercado nacional.
SIN ADITIVOS
El pacharán navarro se elabora con endrinas navarras sin emplear ningún aditivo, aromatizante ni colorante. Eso es lo que le da la diferenciación y la calidad de un producto con origen. Las endrinas se obtienen del arbusto prunus spinosa, de naturaleza silvestre y muy abundante en las zonas de montaña de Navarra. Desde 1987, Navarra se ha convertido en la única zona de Europa donde, además de encontrar endrinas silvestres, también se cultivan, lo que la convierte en la mayor productora de pacharán a nivel nacional.
El pacharán navarro es la segunda IG en volumen de producción, después del Brandy de Jerez, y la primera en comercialización interior.
La sociedad pública Intia es quien se encarga de la labor de Certificación del producto, como garantía de calidad y origen. Para ello, cuenta con una unidad técnica acreditada por ENAC y aprobada por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, así como por el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local del Gobierno de Navarra.
Los técnicos de Intia-Certificación son, además, colaboradores de ENAC como expertos técnicos con amplia experiencia en laboratorios, entidades de certificación, entidades de inspección y actividades relacionadas en auditoría o consultoría.
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