He quedado con David Arratibel, ya había tenido ocasión de charlar con él de la parte humana, familiar y religiosa de su película en un ambiente más distendido, pero ahora quiero una entrevista para publicar y me encuentro con que no sé qué preguntar para ser un poco original, porque ha leído tanto de él en los últimos meses, que creo conocer las respuestas a todo lo que, a priori, se me ocurre cuestionar. Pero me lo pone fácil, con mucha calma, habla sin parar de cine y de sus muchos viajes con la película.
Es de Burlada, tiene 44 años y se declara agnóstico. Su familia vivió un proceso de conversión hacia la fe católica (en el caso de su madre, de vuelta a ella) y decidió grabar la fe, quiso plasmar el momento de revelación. El resultado fue Converso, una película documental que ha arrasado en los festivales en los que se ha presentado y es difícil de explicar este fenómeno, porque habla de la fe católica, un tema que siempre divide a nuestra sociedad: “Creo que el secreto está en el amor. Yo iba a hablar de algo que no entendía y que me había enfadado en los últimos años por ver la conversión de mi familia, pero a la vez, los protagonistas eran ellos, mi madre, mis dos hermanas y mi cuñado. No podía ni quería dejarlos mal, así que conté desde el respeto, la cercanía y el amor”.
UN HOMBRE DE RÉCORD
Con estos ingredientes, ha hecho la película documental más vista en España en 2017, por delante de la de Chavela Vargas, que se ha quedado con casi la mitad de espectadores.
Ha conseguido varios premios y ha estado en el Festival de Donosti, Cinema d’Autor de Barcelona, Documenta Madrid, Al Cine, Festival de Málaga, Punto de Vista… Unos 10 festivales, pero no lleva la cuenta; me gusta eso.
Ahora está a punto de cruzar el charco, porque probablemente ‘Converso’ vaya a un festival en México, a otro en Ecuador y quién sabe qué más le espera. En este momento, no para de viajar y acudir a foros de cine y ya hay distribuidores nacionales e internacionales interesados en su película.
Ha sido la pelicula con más público por sala de todo el año.
Está hecha con solo 8.000 euros y, con 62 minutos de metraje, no cumple los estándares de exhibición, que son 70 minutos mínimo. Sin embargo, ha estado en 20 salas de cine de toda España durante 4 y hasta 5 semanas. Y ha terminado siendo la película con más público por sala del año.
Ha recaudado más de 100.000 euros en taquilla y su director confiesa que ni de lejos esperaba esto, pero además, se intenta quitar mérito: “Seamos sinceros, lo que me mueve a hacer cine es cubrir el ego y que me aplaudan, que vayas a un festival y que te digan que eres bueno. Es así de miserable. El artista que diga algo diferente, creo que miente, porque nos mueve el reconocimiento y el aplauso. Es ego puro y duro y el mío ha quedado más que satisfecho”.
Sin duda, puede dormir tranquilo, le han hecho buenas críticas en decenas de cabeceras especializadas como Días de Cine, Cinemanía, Fotogramas o Caimán Cuadernos de Cine «mi revista de cabecera».
Un navarro que triunfa en Navarra con un producto cultural es, sin duda, otro récord.
Me cuenta que se lo pasa bien en el primer proceso creativo de la película: “Los primeros flashazos, esas ideas que apuntas en el móvil, pensar cómo quieres montar algo… Eso lo disfruto mucho y es mi gasolina para vivir. Pero luego, montando, sufro como un perro, y el cine es montaje. En el cine de ficción, haces un guión y, mejor o peor, lo sigues y terminas la película; pero en el cine de ensayo, de creación, puedes contar eso o 40 cosas diferentes, porque la historia se abre siempre. Un cineasta canadiense decía que ‘en el cine documental nunca acabas la peli, la peli acaba contigo’; y es verdad que la acabas cuando ya no puedes más”.
El éxito de ese «no poder más» ha sido y sigue siendo impresionante, pero «el mayor valor de la película es que pueda estar en una sala, como me ocurrió en Donosti, junto a Munilla, homosexuales o amigos míos contrarios a cualquier posición religiosa y todos entienden el mensaje: poder conversar sin ambición de convencer, sino de hacerte entender como mucho”.
MUCHO MÁS QUE CASUALIDAD
Él dice que es raro este triunfo en una película de autor y que nunca le volverá a ocurrir, pero tras una hora de entrevista y otra hora en la iglesia para las fotografías, viéndolo hablar con las personas que se van reuniendo para misa, sin duda, nada es casual.
Yo estuve en el cine viendo ‘Converso’ y la sala estaba llena. Al final, la gente aplaudió. Llegué a pensar que había cogido su cámara, había puesto a su familia delante, había comenzado a grabar su proceso catártico y había tenido suerte al encontrar el camino para llegar a tanto público.
Pero hay mucho más. David es publicista y, aunque insiste en que no tiene formación en cine, no para de hablar de “Oksman, Muguiro (un dios), María Cañas, Andrés Duque, Virginia García del Pino…» Es gente a la que sigue y admira: «Su trabajo me flipa desde hace muchísimos años. Hacen un cine documental de creación que he visto en el Festival Punto de Vista, y me hicieron sentir que un día quería estar ahí, presentando una peli con ese tipo de lenguaje del documental de creación. Eso es lo que yo quería”. Algo que consiguió ya con su primera película, ‘Oirse’. Pero ‘Converso’ le ha dado mil vueltas.
«El Festival Punto de Vista es una joya que le da cien mil vueltas a Donosti, pero no sabemos valorarlo».
Cuando tuvo el film más o menos cerrado, levantó el teléfono y se recorrió el territorio nacional para enseñar su selección a quienes considera «maestros» para que la criticaran y le sugirieran cambios: “Les debo todo, son gente que de forma muy generosa me han regalado su tiempo y su saber. No te alaban porque sí, criticaron, anoté y todo lo tuve en cuenta”. Pero no de cualquier manera, “me hice una hoja Excel y fui viendo en qué coincidían, en qué no y analizando qué cambiar, que quitar, qué incluir, qué dejar…” Está de nuevo claro, nada es casual.
“El distribuidor comentó el otro día que nunca había visto una peli con tan buenas críticas y tan unánimes. Y de vacile me dijo: ‘Es que cualquiera se mete con esta peli, en los agradecimientos están todos los gurús del cine documental contemporáneo: Oksman, Muguiro, Virginia, Jorge Tur…’ Pero es que esa gente, a mí me ha ayudado de verdad y debo nombrar especialmente a Virginia García del Pino”.
PUNTO DE VISTA, LA JOYA DE LA CORONA
Habla de verdaderos maestros y todos ellos han estado en el festival de cine documental Punto de Vista: “No tenemos ni idea de la joya que es ese festival, yo lo descubrí en su segunda edición y me pegó un vuelco a la cabeza, entonces decidí comprarme una cámara. No sabe la gente de Pamplona lo que tenemos con Punto de Vista. Una vez al año, el mundo de la cultura vuelve la cabeza a Pamplona. Cuando hace unos años hubo recortes en Cultura, Abbas Kiarostami escribió una carta diciendo que no podían cargarse Punto de Vista”.
¿A POR LOS GOYA 2019?
El futuro lo encara con la misma tranquilidad con la que habla de los miles de euros que ha recaudado ‘Converso’, pero tiene claro que va a seguir haciendo cine de autor: “No me voy a pasar al cine comercial, porque no es mi estilo, no sé hacerlo y no quiero hacerlo. Me gusta el cine de ficción, pero yo seguiré haciendo lo que sé hacer”.
También tiene claro que no va a haber una segunda parte de ‘Converso’: “Quiero ya pasar página, ha sido una peli que ha tenido una intensidad impresionante”. Pero es una pena que por 8 minutos se quede fuera de poder participar en los Goya: “El ego y la codicia me mueven (se ríe), así que quizás alargue los 62 minutos hasta 70 para presentarla el año que viene a los Goya. Pero no sé, lo tengo que pensar mucho”.
David Arratibel se pega toda la entrevista hablando de cine, de los maestros a los que admira y de quienes tanto ha aprendido, también me recomienda películas. Continuamente, se quita mérito hablando del ego, de la creatividad o de la codicia, pero yo termino con ganas de seguir charlando para seguir aprendiendo de cine y de la vida. También termino comprendiendo su sufrimiento creativo, porque tengo material para publicar cinco entrevistas y cortar me hace sufrir por dejar a los lectores sin tanto como he aprendido escuchándole. 
