El mercado laboral está experimentando una rápida evolución a la que la sociedad actual debe adaptarse. El proceso de globalización y la tecnología han modificado la configuración de la economía y de las empresas. En este mundo, hay que buscar elevar la productividad y desarrollar nuevas ventajas competitivas. Esto supone un reto tanto para la dirección como para los trabajadores y su representación social, así como la necesidad de una nueva cultura de empresa.
Al inicio de la sesión, Izaskun Goñi, Directora General de Política Económica del gobierno de Navarra, ha transmitido la necesidad “de trabajar el concepto de implicación y compromiso de los trabajadores generando confianza mutua, a través de la información, transparencia y comunicación. La empresa debe ofrecer a sus trabajadores un marco laboral atractivo y motivador, donde poder desempeñar su actividad en las mejores condiciones posibles. Hay que crear ilusión, pero no sólo con subidas salariales”.
EL EMPLEO DEL FUTURO
Juan José Goñi, de Fundación Novia Salcedo, centró su ponencia sobre “Tecnología, Conocimiento y Trabajo ¿Cómo será el empleo del Futuro?”. Fundación Novia Salcedo cuenta con más de 30 años de experiencia en el campo de la inserción laboral de jóvenes. Goñi destacó la necesidad de conectar conocimiento, economía, trabajo y empleo.
En 15 años desparecerán el 70% de los trabajos que hoy conocemos y por eso, Goñi señaló la importancia del impacto de la tecnología y los cambios sociales, sobre todo del envejecimiento, que tendrá en el empleo del futuro y en los tipos de trabajo. “Debemos hablar de las diferentes modalidades del empleo del futuro. En este sentido, todo trabajo va a ser mucho más complejo. Los trabajos simples van a ser sustituidos por ordenadores, bien robots si son manuales o bien ordenadores con lógica si son de procesos o procedimientos rutinarios. Ese trabajo complejo va a requerir resolver problemas no procesables por máquinas por lo que se van a necesitar personas con más imaginación, creatividad y conocimiento”.
El otro factor que Goñi subrayó en este cambio, es que los problemas van a ser mucho más complejos por lo que no se puede trabajar solo. “Hay que trabajar con otros profesionales de otras profesiones. Ese aprendizaje de trabajar diferentes profesionales de manera conjunta es algo que todavía no hacemos. En educación, cada uno nos examinamos de manera individual y premiamos el éxito del individuo y no del equipo… todo eso nos genera condiciones y actitudes contrarias a las necesidades del trabajo del futuro. Un trabajo mucho más organizado en base a equipos multidisciplinares, mezclando las ciencias técnicas con las ciencias sociales. Los antropólogos deberán trabajar con los ingenieros y con los médicos, por ejemplo”.
En este sentido, Goñi ha destacado que el hecho de trabajar en equipos multidisciplinares requerirá que las universidades deban ofrecer carreras no tan especializadas. “Tenemos el ejemplo en San Sebastián, del Basque Culinary Center, que es una facultad denominada Ciencias gastronómicas y Artes Culinarias. La ciencia y el arte se mezclan en una carrera, algo que todavía nos sorprende. Pues de eso debe haber mucho más. Debemos formar personas con capacidad de entender campos distintos y comprender problemas más complejos. Se habla de hacer un nuevo plan educativo pero hay que plantearse el para qué, con qué finalidad se desea hacer un nuevo plan educativo”.
Especial interés puso Juan José Goñi en diferenciar empleo de trabajo. El empleo es un trabajo remunerado por alguien. Cuando alguien cuida de los hijos o de los padres, está desarrollando un trabajo, pero no es empleo porque la sociedad no lo remunera. Las decisiones políticas, según señaló, tienen mucho que ver en esto. “Hay que plantearse ¿qué remuneramos? ¿Cómo atendemos determinadas necesidades sociales? Hoy día, tenemos más defunciones que nacimientos. Entonces si hoy día tener niños es un trabajo importante y no se remunera de ninguna manera se tenderá a no tener hijos. Habrá que definir qué es trabajo y empleo y esto es una decisión social y política. Tenemos que tender a que haya más trabajo, que se transforme el empleo en la llamada economía reproductiva, que es aquella que genera los recursos para que la economía productiva funcione. Debemos conectar el mundo social con el económico, no sólo con los impuestos sino con otras reglas que permitan que la economía reproductiva viva bien para alimentar una economía productiva del conocimiento.
(Para ampliar información, consultar el libro “Mentefactura” de Juan José Goñi Zabala).
COGESTIÓN EN VW
Jesús Galindo Parejo, Gerente de Relaciones Industriales de VW-Navarra y Miembro de AEDIPE Navarra, que habló sobre “Las nuevas relaciones laborales basadas en la cogestión” desarrollando el proceso de negociación del segundo modelo en Volkswagen Navarra.
Galindo explicó el proceso de negociación llevado a cabo para la adjudicación del segundo modelo del Polo por parte de la central de Wolfsburg en Alemania y teniendo en cuenta la propia competencia interna de las diferentes plantas de la firma y la situación delicada por la que se atravesaba tras el escándalo de los motores diesel. La negociación, según señaló Galindo, consiguió encontrar un “punto de acuerdo” para ambas partes: la empresa y la social. “Fue una negociación muy intensa de 10 reuniones en tres semanas pero se consiguió que la casa matriz estuviera satisfecha y nos encontremos muy bien posicionados. Todas las fuerzas sindicales estaban a favor de traer el segundo modelo. ELA, LAB y CGT no estaban dispuestos a asumir la mayor competitividad exigida en el acuerdo pero los firmantes UGT, CCOO y Cuadros salieron reforzados”.
Durante el proceso de negociación, VW buscó el apoyo de la plantilla, de la sociedad navarra y del Gobierno foral mostrando las ventajas que suponía la llegada del segundo modelo a Navarra: más empleo (sin un segundo modelo irían a menos); se conseguirían más inversiones y estarían menos expuestos ante posibles bajadas de pedidos del Polo.
Al final, se llegó a un “acuerdo equilibrado” en el que ambas partes se comprometían entre otras cosas, a un incremento del empleo de entre 300-500 personas, un plan de rejuvenecimiento de la plantilla, pausas entre determinados periodos de trabajo, garantía de futuro y competitividad para la fábrica o cumplir el objetivo de productividad y potenciar el parque de proveedores. “Ahora debemos ser capaces de lanzar por un lado el sustituto del actual polo para el próximo verano más el segundo modelo para el año 2018”, terminó Galindo.