«¡Una última serie!», le animaba el entrenador. «Ya no puedo más», se decía a sí mismo mientras su orgullo y su empeño por no desfallecer mantenían a raya la tentación de tirar la toalla. El primer día de Ángel Matute en un box de CrossFit fue duro, como el de tantas otras personas. Burpees, dominadas, sentadillas con salto, subir al cajón, comba… Y, a pesar de todo, no recuerda si sufrió agujetas al día siguiente. En la actualidad, este joven acaba de proclamarse campeón de los Pamplona Arena Games junto a Niko Ariztimuño, Paula Uriarte y Andrés García; dirige su propio centro de entrenamiento funcional en Tudela; y, en pocas semanas, inaugurará la primera escuela de halterofilia de la capital ribera.
Ángel ha practicado deporte toda su vida. De pequeño jugaba al fútbol, aunque a los quince años le picó el gusanillo de la motocicleta. «Siendo mayor de edad, participé en competiciones regionales y nacionales de motocross y enduro. En las primeras conseguí buenos resultados, pero el salto a nivel estatal es muy complicado porque te mides contra pilotos de mucho talento», declara a Capital Sport.
Ángel decidió intensificar sus entrenamientos. Sobre todo, hizo especial hincapié en los ejercicios de fuerza y resistencia para mejorar su control de la moto y soportar carreras más exigentes. Así fue como, con 24 años, conoció el CrossFit. «Se organizó una competición en Ablitas y me llamó mucho la atención lo que esos atletas eran capaces de hacer. Después de tantos años, necesitaba un cambio de deporte». Y así decidió cambiar el casco por las calleras… «Tras haber probado otras disciplinas, te das cuenta de que el entrenamiento funcional es muy completo porque combina una gran variedad de movimientos con muchas repeticiones y a alta intensidad», resalta este joven de 28 años.
Hace diez meses inauguró en Tudela su propio centro de entrenamiento, Alfabox. En concreto, abrió sus puertas el 6 de mayo de 2024 y, desde entonces, suma ya más de 180 socios. La nave, de 430 metros cuadrados y ubicada en el polígono industrial municipal, está dividida en dos zonas. La primera se orienta a las sesiones que imparten tanto Ángel como su compañero David Gatillo, natural de Mallén (Zaragoza). De hecho, reconoce que ya apenas dan abasto entre dos monitores y se plantea incorporar un tercero próximamente. «Trabajamos de seis de la mañana a diez de la noche los siete días de la semana», destaca. La otra zona del gimnasio es un open box «para que los usuarios tengan flexibilidad y entrenen los ejercicios que deseen».
ESCUELA DE HALTEROFILIA
En paralelo, Ángel dirigirá desde el próximo marzo la primera escuela de halterofilia de la capital ribera, que se ubicará en Alfabox. Ya ha presentado toda la documentación necesaria al Instituto Navarro del Deporte y de la Actividad Física y su solicitud acaba de ser confirmada. A falta de un último trámite, será dado de alta en la Federación Navarra de Halterofilia próximamente.
«Me he lanzado porque es la manera de promocionar un nuevo deporte en la Ribera», afirma para añadir acto seguido que posee el título de entrenador nacional en esta disciplina. Precisamente, ha organizado una sesión de iniciación el próximo 22 de febrero en el Colegio Público San Babil de Ablitas, con la colaboración de la Asociación de Padres y Madres de Alumnos (APYMA).
La escuela de halterofilia se ubicará en el gimnasio Alfabox, fundado por Ángel hace solo diez meses.
En el caso de los niños, la práctica de la halterofilia se centra, sobre todo, en juegos sencillos y actividades lúdicas, sin enfocarse en levantar pesas de forma intensa porque su estructura ósea todavía está en desarrollo. «En esa etapa se hace hincapié principalmente en la técnica y no en la cantidad de peso levantado. De esta manera, se busca que asimilen los movimientos básicos sin tener que cargar grandes objetos», matiza.
Las competiciones regionales, como las navarras, están federadas. «Si un levantador logra completar su total olímpico, es decir, la suma de los kilos levantados en los dos movimientos principales de la halterofilia, se considera que ha alcanzado un nivel destacado. Estos son el snatch (o arrancada), que consiste en levantar la barra desde el suelo hasta sobre la cabeza en un solo movimiento, y el clean and jerk (o dos tiempos), que involucra un levantamiento en dos fases: primero desde el suelo hasta los hombros (clean), y luego desde los hombros hasta sobre la cabeza (jerk)», indica.
En esta misma línea, Ángel espera que su proyecto sirva para que la halterofilia gane más seguidores en la Comunidad foral. «Y sobre todo en la Ribera, donde sé que el Club de Halterofilia de Cintruénigo hace una muy buena labor. Es un deporte minoritario, pero con mucho margen de crecimiento», recalca.
