Daniel del Villar nació en Villamayor de Monjardín, un pequeño pueblo navarro ubicado en Tierra Estella donde la esencia de la tierra se respira en cada rincón. Décadas después, no puede evitar sonreír al desvelar el reto que, junto a su familia, se propuso hace unos años: convertir la casa en la que creció en un acogedor hotel rural de cuatro estrellas.
Sus padres, Jaime del Villar y Lourdes Eraso, y su hermana, Angélica, también se han volcado de lleno en el proyecto. Ilusionados, matizan que el alojamiento rendirá homenaje a sus raíces. De ahí, precisamente, surgen los nombres que la familia del Villar Eraso ha estado barajando: «En un inicio pensamos en llamarlo Camino Monjardín, después cambiamos de opinión y pensamos en Raíces de Monjardín… Ahora mismo, el tema está en el aire. Estamos estudiando otras opciones».
Son muchos los recuerdos que Daniel atesora de su infancia. Dentro de poco, turistas y vecinos podrán conocer el espacio en el que creció. Y eso le llena de emoción. «Es la casa donde pasé mi niñez. Tuvimos que mudarnos a Pamplona por motivos laborales y, veinte años después, volvemos a ella. ¿Qué mejor que nuestro propio hogar para construir un este proyecto tan bonito?», suspira risueño.
El 4 de julio de 2022 se iniciaron las obras. Tres años después, la familia todavía espera a que estas finalicen. «Esperamos que el hotel esté en funcionamiento este verano, pero todavía no sabemos la fecha exacta. Ojalá pudiéramos abrir cuanto antes», resalta justo antes de recalcar que el edificio tuvo que ser derrumbado por completo debido a su antigüedad. «Se ubica en una finca colindante a una iglesia románica y tiene una construcción peculiar, con piedra de sillería. Todo lleva su tiempo, pero la espera merecerá la pena», apostilla.
OCHO HABITACIONES
En concreto, el hotel albergará ocho habitaciones dobles, dos salas de estar, un spa, un restaurante-asador y un bar. Los dormitorios, dos suites y seis «estándar», tendrán televisión y baño propio para ofrecer descanso a visitantes de aquí y de allá: «Entendemos que los huéspedes que se alojen en el hotel serán de un nivel económico medio-alto, pero aquí todo el mundo será más que bienvenidos».
«Nos gustaría trabajar con producto local navarro y elaborar cosas sencillas para atender a todo tipo de comensales»
Además, el spa dispondrá de jacuzzi, sauna y máquina de vapor, mientras que el gimnasio, que contará con varias cintas de correr y mancuernas. Pero estos no son los únicos servicios que se ofrecerán. En el hotel también habrá un restaurante-asador y un bar. «Nos gustaría trabajar con producto local navarro y elaborar cosas sencillas para atender a todo tipo de comensales», avanza Daniel.
Desde niño sentía un fuerte vínculo con el mundo rural. Por eso este proyecto le ilusiona especialmente. De hecho, sus antepasados fundaron hace cuarenta años Mainate, una compañía especializada en el suministro industrial y agrícola donde, desde hace una década, ejerce como director comercial. «El mundo rural significa mucho para mí. Las raíces de mi familia están muy arraigadas a este sector, y siempre hemos entendido el pueblo como algo muy importante. Las riendas del hotel las llevaremos mi hermana y yo. Estamos deseando empezar», concluye.