El pádel nació en México a finales de los años sesenta, pero no tardó en llegar a España. Las primeras pistas en nuestro país se construyeron en Marbella, una ciudad que, de la mano de una leyenda del tenis como Manolo Santana, fue ganando cada vez más protagonismo. Se trata de un deporte al que le costó quitarse la etiqueta de elitista hasta comienzos de este siglo y que, en la actualidad, cuenta con más de 75.000 licencias en todo el país. Ya es el más practicado tras el fútbol.
En Navarra, el ‘boom’ de esta disciplina ya comenzó hace años, pero ha sido en los últimos meses, en plena pandemia, cuando ha alcanzado su cima más alta. En parte, quizás se deba a que fue uno de los primeros deportes en poder practicarse tras el confinamiento por el Covid-19 y se ha convertido en una vía de desconexión para muchas personas. Según datos de la Federación Navarra de Pádel, se ha pasado de 3.200 personas federadas antes de la pandemia a cerca de 3.400. Un récord histórico.
Pedro García, presidente de la federación, asumió el cargo el pasado verano, sustituyendo a Juan Pablo Pereyra, que llevaba diecisiete años. García recuerda cómo, tras el estado de alarma, se multiplicaron los aficionados. “Fuimos de los primeros en poder retomar nuestra actividad”, relata a este medio. Además, no tardaron en recuperar gran parte de los campeonatos cancelados: “Este año hemos empezado a tope”.
Pero el aumento en licencias también es el resultado del trabajo que se viene desarrollando en nuestra comunidad en los últimos años. La del pádel es una evolución que se refleja en los más de 50 clubes que existen en Navarra o las más de 80 licencias entre jueces y técnicos.
La pandemia ha exigido un esfuerzo extra a la hora de organizar los torneos en Navarra, tanto en materia de organización como de logística: “Está claro que es mucho más complicado porque hay que mantener las distancias y, además, requiere un esfuerzo aún mayor para cumplir con todo lo que nos piden el IND y el Departamento de Salud. En este 2020, muchas personas han tenido su primer contacto con el pádel y a la mayoría les ha atrapado”.
“Los deportes de equipo, como el fútbol o el baloncesto, se han visto resentidos por el Covid-19 y no han podido realizar actividades federativas. Pero nosotros, sí”.
Las medidas de la pista, diez metros de ancho por veinte metros de largo, son para muchos el escenario ideal para eliminar el estrés, tonificar los músculos o simplemente olvidarse de todo lo que rodea ahora mismo a la pandemia.
“Los deportes de equipo, como el fútbol o el baloncesto, se han visto resentidos por el Covid-19 y no han podido realizar actividades federativas, pero nosotros sí”, indica el presidente de la federación. “Eso nos ha dado un pequeño plus frente al resto, es triste pero es así”, añade.
Si algo caracteriza a los torneos de pádel, es la estrecha relación con el mundo de la empresa y, en concreto, con los patrocinios. Antes de la pandemia, no era raro ver coches de exposición, ropa deportiva o premios gastronómicos en muchos de los campeonatos. Ahora, la situación es totalmente diferente. “Hemos tenido problemas con los patrocinadores”, admite.
Por ejemplo, las restricciones a la hostelería han provocado que se les caigan varias compañías de este sector porque “no podían asumir la esponsorización”. Asimismo, algunas han reducido la cantidad. “Hemos tenido que poner dinero de los fondos de la federación”, explica sin perder el optimismo porque “también ha entrado alguna nueva”. Por eso, la situación “no es fácil”.
El máximo dirigente del pádel en Navarra tiene claro que “lo normal sería que, cuando todo vuelva a su ser, las cifras de licencias bajen”. Aun así, el futuro del pádel es “muy bueno”. “Tenemos que aprovechar este momento para ir hacia arriba”, enfatiza. Precisamente, entre los objetivos marcados por García y su junta directiva está “expandir el pádel por Navarra, más allá de Pamplona, Tudela o Estella”, donde actualmente tiene mayor arraigo. De hecho, en los últimos años son varios los municipios navarros que han construido pistas o han arreglado las que ya tenían. Para la federación se trata de un paso importante y que facilitará la participación de estas localidades en las competiciones.
MÁS MUJERES EN EL PÁDEL
En colaboración con el Instituto Navarro del Deporte (IND), la Federación Navarra de Pádel ha organizado este año unas jornadas para fomentar el deporte femenino: “La pandemia nos obligó a paralizar esta actividad, pero ahora vamos por los pueblos mostrando el pádel a las mujeres y ofreciéndoles la posibilidad de que lo practiquen de forma gratuita”. Funes, Carcastillo o Cintruénigo son algunas de las localidades que tendrán la oportunidad de conocer en profundidad este deporte. “Tenemos media docena de pueblos cerrados de aquí a agosto y la respuesta está siendo espectacular”, confirma. De hecho, varios municipios más ya han presentado su solicitudes para que la federación acuda después del verano. “Estamos muy contentos”.
“El IND nos da subvenciones como al resto de federaciones, pero lo ideal sería que esas cantidades no fluctuaran tanto y fueran más dinámicas a la hora de concederlas”.
Sobre las ayudas económicas que recibe esta federación, García se muestra satisfecho pero hace una matización: “El IND nos da subvenciones como al resto de federaciones, pero lo ideal sería que esas cantidades no fluctuaran tanto y fueran más dinámicas a la hora de concederlas”. Asimismo, lamenta que entre que las conceden y se cobran “pasa demasiado tiempo”.
No obstante, reconoce que hay federaciones más golpeadas por la crisis que la suya y que esta situación influye a la hora de la concesión de las subvenciones. “La distribución ha acabado siendo distinta. Tú pides ayudas, te dicen que te dan un porcentaje pero luego ven la situación de otras federaciones y te acaban dando otra cantidad”. En ese sentido, se queja de que “esa incertidumbre genera problemas”.
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