El Ayuntamiento de Burgui, junto a la agrupación local Aizpea, organizó el encuentro ‘Emprender en el Pirineo, del dicho al hecho’, canalizando las inquietudes de un grupo de personas preocupadas por el futuro de los pueblos y valles pirenaicos
La jornada quería ser el germen de un proyecto bautizado Txantxalan (Petirrojo), “una iniciativa más amplia y sostenida que se repita cada año con otras citas monotemáticas y pueda conformarse como una palanca social de desarrollo local recogiendo ideas, proponiendo proyectos e intercambiando experiencias en coordinación con otras entidades y la administración local y autonómica”, según indicaron sus promotores.
La reunión contó con la presencia de Izaskun Goñi, directora general de Política Económica, Empresa y Trabajo; Xabi Lasa, director general de Administración Local, e Izaskun Abril, jefa de gabinete de la Consejería de Desarrollo Rural
La alcaldesa de Burgui, Elena Calvo, fue la primera en intervenir. Mostró su satisfacción por la repercusión alcanzada, como lo demostraba el hecho de que los asistentes llenasen por completo la sala municipal. Dijo que no era una casualidad sino la evidencia de que era el momento de “mover el Pirineo y que se mueva el Pirineo, de construir un futuro para nuestras hijas e hijos”. Por todo ello, Calvo animó a los presentes a abandonar “el discurso negativo” porque “estamos cansados de victimismos, lamentos y reproches, somos conscientes de las dificultades pero miramos hacia adelante. El pasado, pasado está”.
Izaskun Goñi felicitó a los organizadores por la iniciativa, que definió como “una imagen gráfica de que el Pirineo no se muere sino que se mueve”, y destacó que el compromiso mostrado “por una generación que apuesta por vivir aquí” es una gran oportunidad que aseguró que contará con apoyo institucional. También consideró acertada la celebración del encuentro porque los ciudadanos necesitan a las instituciones, “pero las instituciones precisan de la ciudadanía”, y en este sentido resaltó la conveniencia tanto de que exista en el territorio alguien, un movimiento “que sepa dónde ir” como de definir “unas líneas de hacia dónde orientar un plan económico”.
La directora general aseguró que “dedicamos mucho más que 5 minutos a pensar en el Pirineo”, respondiendo así a una iniciativa de los colectivos Bizirik Gaude y Pirineo Lan eta Bizi, que recoge firmas para pedir que el Gobierno y el Parlamento forales dediquen al menos ese tiempo, cada vez que preparen una ley, a estudiar cómo afecta al Pirineo navarro, y cerró su intervención haciendo un repaso de los recursos que el Gobierno foral pone a disposición de los emprendedores rurales.
SITUACIÓN ACTUAL Y RETOS DE FUTURO
Izaskun Abril, por su parte, indicó que existen “evidentes problemas estructurales en el Pirineo” puestos de manifiesto por indicadores que presentan una realidad negativa:
- es un territorio despoblado (6 habitantes por km2)
- con la mayor tasa de envejecimiento de Navarra, ya que el 30% de la población tiene más de 65 años, y el 15% más de 80, mientras que solo el 14% tiene menos de 25 años, “y eso supone un freno a la hora de promover actividades”.
- También señaló que es un territorio escasamente articulado, con una red de carreteras que siguen el curso de los ríos y sin comunicación transversal entre los valles, que presenta un déficit de dotaciones y en el que sus habitantes tienen dificultades para acceder a los servicios.
En cuanto al emprendimiento, la representante del Departamento de Desarrollo Rural advirtió que en las últimas décadas en Europa los territorios urbanos son cada vez más dinámicos y los rurales lo son menos, “y creo que en los pueblos ha habido un problema de autoestima en las últimas décadas al mirar demasiado hacia el espacio urbano y no saber reivindicar los valores que tienen. Hay que saber aprovechar las potencialidades”.
Por otra parte, añadió que existen dificultades para percibir la realidad del espacio rural porque se mira desde una perspectiva urbana, lo que puede resaltar aspectos como la calidad de vida obviando los problemas que se plantean en el día a día de sus habitantes, opinión que fue compartida por otros intervinientes en la jornada.
Abril comentó que su Consejería ha hecho un planteamiento en el marco de una red europea de regiones de montaña para trabajar en todo el macizo del Pirineo y compartir estrategias y acciones para intentar paliar situaciones comunes como el despoblamiento o la salida de los pueblos a edades muy tempranas para estudiar, con el consiguiente desarraigo.
“Si no conseguimos fijar población en las zonas rurales y sobre todo en los territorios de montaña vamos a tener un gran problema en pocas décadas de gestión de ese territorio: ¿cómo mantenemos esos paisajes, ese patrimonio construido gracias a la interacción durante siglos de las personas que han vivido en los pueblos con su entorno? Para mantener esos valores es necesario que siga habiendo actividad, y además diversificada, los usos tradicionales junto a los nuevos”, Izaskun Abril
Consideró “esencial” una discriminación positiva que beneficie al mundo rural, y que el Gobierno “lo está planteando en lo que es la esencia de la reforma de la administración local, en el Plan de Infraestructuras Locales, en las convocatorias de políticas sociales y, poco a poco, en otros ámbitos, lo tenemos interiorizado”, si bien advirtió que los cambios “no se hacen de un día para otro, tienen su proceso”.
Asimismo, dijo que no hay una única estrategia y que cada persona que quiere desarrollar un proyecto de vida en su pueblo tiene que buscarla, partiendo de las fortalezas y las oportunidades que ofrece el entorno, “eso sí, en un contexto que tendremos que generar desde las administraciones públicas”.
Finalmente, Izaskun Abril aseguró que “el futuro de las zonas rurales tiene que basarse en las estrategias de gestión del territorio que se utilizaron en el pasado, y para eso hay que conocerlas y aplicarlas junto a otras nuevas”.
‘CASOS DE EXITO’
La segunda parte de la jornada estuvo protagonizada por varios emprendedores que trabajan en pueblos de montaña
Los promotores de la Apeztegiberriko Denda, explicaron que se trata de un proyecto de comercio social puesto en marcha en Jauntsarats por el Ayuntamiento del Valle de Basaburua y que gestiona Ernaizu S. Coop, que también gestiona el Orokieta Ostatua.
La cooperativa Iratiko Ekoizpenak, de Orbara, ha optado por crear una marca, Iratiko Xakiak, para comercializar los productos de la zona y aspira a contar con una planta de transformación de alimentos, y la empresa Eskutik, de Espinal, presta apoyo a los vecinos del pueblo y localidades próximas cuando deben acudir a Pamplona para pasar consultas médicas o realizar gestiones, o a la hora de realizar la compra en las tiendas o la farmacia de la localidad. También ofrece un “servicio de respiro” para que quienes tienen personas a su cargo puedan realizar otras actividades o desarrollar vida social.
Por último, uno de los socios de Xorta, la marca de cerveza artesanal que se elabora en Burgui, animó a emprender negocios en la zona, “porque no es mucho más difícil hacerlo aquí que en Pamplona, si sopesas las ventajas e inconvenientes la balanza está bastante equilibrada”.
Todos ellos defendieron su apuesta por trabajar y vivir en el Pirineo, conscientes de las dificultades que su decisión conlleva, “pero eso es algo a lo que estamos acostumbrados, es lo que hay y con eso tenemos que contar”. Coincidieron al reclamar un apoyo institucional más decidido, sobre todo en los momentos de confusión en la fase de definición del proyecto, y se mostraron convencidos de que en el Pirineo “se puede vivir, y muy bien”.