El aspecto psicológico y mental es clave en la preparación de los deportistas, más aún en estos tiempos de pandemia. Una situación que ha propiciado nuevos es insólitos escenarios como entrenamientos en solitario, gradas vacías o cancelación de competiciones.
Para tratar de ayudar en este aspecto, la Fundación Miguel Induráin ha reanudado su servicio de psicología dirigido a deportistas, cuerpo arbitral y técnico de alto rendimiento en Navarra. De esta manera, busca integrar esta asistencia en la planificación de los deportistas, jueces y entrenadores para apoyarles a la hora de alcanzar sus objetivos. Al frente de este servicio están los psicólogos Luis Astrain y Aintzane Mariezcurrena.
“En líneas generales, la pandemia ha afectado muchísimo. Es una situación que ha superado lo deportivo y ha pasado a lo personal. La incertidumbre influye mucho en la motivación y preparación”.
Desde que se decretó el estado de alarma en marzo del año pasado, los deportistas se han tenido que adaptar a nuevas formas de entrenar y afrontar las competiciones, lo que ha repercutido en su situación anímica.
“Es verdad que depende de los deportes, no es lo mismo el fútbol que el tenis, pero en líneas generales ha afectado muchísimo. Es una situación que ha superado lo deportivo y ha pasado a lo personal. La incertidumbre se ha convertido en algo que dificulta cuando vas a competir y eso influye mucho en la motivación y preparación”, destaca Astrain a Capital Sport.
Esa incertidumbre se extiende, por ejemplo, a los Juegos Olímpicos o la Eurocopa de fútbol. Citas deportivas de las que se desconocen, en algunos casos, los calendarios o la propia celebración en sí misma: “No es nada fácil prepararse para las fases previas que tienen que realizar algunos deportistas navarros de cara a estar en Tokio sin saber qué te vas a encontrar”.
Según Astrain, “cada deportista ha tenido su forma de responder”. “Muchos intentaron no parar durante el confinamiento, entrenando desde casa, pero al volver a entrenar en verano se les hacía raro porque ya no era igual. Se han tenido que adaptar a normas, situaciones y distancias que antes no estaban en sus rutinas”, revela. Escenarios que han tratado de superar con las ganas y la ilusión por competir, aunque no siempre ha sido posible: “Lo que les motiva es el partido, la competición. Ellos ponen mucho de su parte, sacando horas de dónde no tienen, pero si les quitas los campeonatos de los fines de semana eso pasa factura”.
“Un padre me dijo que había llevado a su hijo, que juega a bádminton, hasta León y que no le dejaban entrar en el pabellón… Es una situación de anormalidad en el entorno, que al final es difícil de llevar”.
La motivación es clave a la hora de conseguir objetivos y no bajar la guardia. Por eso, si no compiten pueden perderla y producirse “más abandonos”. “Es un riesgo que está ahí”. Desde el Área de Psicología de la Fundación Miguel Induráin, se han marcado como objetivo analizar todas estas situaciones y ver cuántos casos se producen en Navarra. “Queremos trabajar con cada deportista para ver qué motivaciones internas tiene y buscar objetivos de mejora y rendimiento, aunque no tenga una competición”, adelanta. También incide en la importancia de estar más activo para no perder la motivación y buscar retos junto a los entrenadores. Una figura, la del técnico, más importante que nunca a la hora de trabajar el aspecto psicológico.
Al menos, son muchos los deportistas que poco a poco se van acostumbrando a las gradas vacías. “Yo les pregunto cómo lo llevan y me dicen que lo van asimilando. Aunque no es lo mismo lo que aporta el público a un jugador de Osasuna que a un chaval de juvenil. También influye si tienes un campeonato navarro o regional y puedes estar más arropado…”. No obstante, Astrain cree que son los padres quienes a menudo llevan peor esta situación: “Un padre me dijo que había llevado a su hijo, que juega a bádminton, hasta León y que no le dejaban entrar en el pabellón… Es una situación de anormalidad en el entorno, que al final es difícil de llevar”. Al mismo tiempo, también hay deportistas que agradecen no tener público para evitar la presión. “En líneas generales, el deportista compite para compartir su trabajo con su club, su federación y su gente”, sostiene.
LOS ÁRBITROS
Al hablar de presión psicológica, resulta fundamental abordar la figura del árbitro, que intenta impartir justicia en las diferentes competiciones y soporta buena parte de la frustración de deportistas y aficionados. “Tiene que ser consciente de lo que supone estar expuesto al error porque toma decisiones y lo hace de manera rápida. Ahí es importante la autorregulación mental”, destaca Astrain, que busca potenciar este servicio en los jueces y árbitros más jóvenes pero también entre los más veteranos: “La toma de decisiones produce un estrés porque lo que señalan tiene una consecuencia que influye en el juego. Son humanos y se pueden equivocar, de modo que a nivel psicológico lo deben asumir. Hoy en día, están muy bien preparados, no es como antes”.
Astrain también resalta la importancia del trabajo en equipo en labores arbitrales y la importancia de apoyarse entre ellos. “Existen competiciones, como deportes de combate o el propio fútbol, donde toman las decisiones entre varios y hasta con el VAR. Compartir una acción hace que no se sientan solos y estén más arropados a la hora de tomar decisiones”, indica.
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