El director general de Entecnia es Javier Sanz, quien a punto de cumplir 60 años, asegura que es muy navarro, muy introvertido y que nunca se le habría ocurrido emprender, “porque creía que no iban con mi carácter esos retos comerciales”. Sin embargo, cuando en el 2009 cerró su empresa la sede que tenía en Navarra, Lucas Girling (TRW), donde había estado 22 años como jefe de ingeniería, pensó que quizás podía ponerse por su cuenta para seguir haciendo lo que sabía y le gustaba.
Su departamento trabajaba en sistemas de seguridad activa, frenos y direcciones de la automoción y le ofrecieron ir de responsable a Asia, pero meditó mucho su siguiente paso, “porque mi equipo había trabajado muy bien y se cerró por decisiones estratégicas, sin tener en cuenta el valor de los trabajadores, así que podía ocurrirme lo mismo en un tiempo”.
Tuvo un momento de lucidez y decidió seguir haciendo lo que hacía, pero desde casa: “Soy de Pamplona y, aunque he vivido en muchos países, quería que nuestra base estuviera aquí. Pensé abrir un centro de ingeniería, una empresa pequeña en la que yo iba a ser el responsable y eso me serviría también para descansar, porque los últimos años habían sido muy duros de trabajo, viajes y compromisos”. Dicho y hecho.
MÁS DE OCHO AÑOS DE TRABAJO A DOS BANDAS
En julio de 2009 abrió Entecnia Consulting SL: “Afortunadamente tuve el apoyo de cuatro personas de mi antiguo equipo que confiaron en que esto tenía futuro y se vinieron conmigo, por lo que todo fue mucho más fácil”. Además, mientras en TRW solo trabajaban en frenos, “ahora trabajamos sobre todos los sistemas de seguridad activa (frenos, direcciones y suspensiones)“.
Desde entonces, la empresa ha ido creciendo poco a poco y, dependiendo de la época, están entre 14 y 16 ingenieros, pero “lo más importante es que nos estamos divirtiendo haciendo lo que nos gusta”. Y como además de pasarlo bien, hay que ganar dinero, “tomamos nuestra actividad en dos vertientes diferentes. Una parte de la empresa la dedicamos a ganar proyectos, sobre todo en el área de la automoción, con los que nos podemos financiar y, afortunadamente, tenemos proyectos muy interesantes para nuestros clientes que nos permiten desarrollarnos profesionalmente y nos exigen una formación continua, ya que tenemos mucha competencia, sobre todo de ingenierías indias”. Este trabajo de servicio a las grandes compañías de automoción del mundo les permite “ganar los recursos que luego aplicamos en esos otros proyectos que nos gustan”.
Cuando habla de ‘esos proyectos que les gusta’ se refiere a productos que identifican y consideran que pueden tener un interés comercial. Además, se le puede ocurrir a cualquiera de los ingenieros del equipo: “Tenemos una reunión semanal de todo el equipo en la que cada uno cuenta cómo ha sido la semana anterior, qué tiene previsto para la semana actual, las complejidades que tiene, por si alguien puede echar una mano o por si hay que crear un grupo de trabajo para resolver algún problema en concreto, etc. Pero en esas reuniones también se le puede ocurrir a alguien algún producto que no le ha funcionado bien en su coche o que ha visto alguna capacidad para mejorarlo. Y si nos parece interesante, nos ponemos a trabajar en ello”.
I+D+i EN SU ADN
Muchas de esas ideas novedosas las trabajan y no llegan a terminarlas; “otras se llevan hasta un estado que creemos que puede tener interés para un fabricante y tratamos de vender el proyecto”; y, en un caso en particular, el producto les ha parecido tan interesante que lo quieren industrializar ellos mismos: “Queremos diversificar nuestra actividad, no ser solamente una ingeniería de soporte al cliente, sino también una ingeniería de soporte a nuestro propio producto”.
Todavía no pueden hablar de ese producto, pero nos adelanta Javier Sanz: “Lo identificamos hace cuatro años, nos pusimos a trabajar sobre él, tuvimos ayuda importante por parte del CDTI (Centro para el Desarrollo Técnico Industrial) durante los dos primeros años y, durante los cuatro años que ha durado el proyecto, hemos tenido ayudas a I+D+i del Gobierno de Navarra. También hemos conseguido de Horizonte 2020, así que ese apoyo, tanto de las instituciones nacionales, como forales y europeas nos ha ayudado muchísimo”.
Entecnia ha ido desarrollando el producto y presentándolo en distintos sitios, ahora ya está en la fase de que necesita un socio industrial para ponerlo en producción e industrializarlo: “Estamos en conversaciones con dos empresas navarras con plantas en distintos puntos del mundo para industrializarlo, aunque también con compañías extranjeras”.
Ya disponen de varias patentes europeas sobre el producto “y esperamos tener éxito. Pero no puedo contaros más sobre el producto, de momento”. Aunque sabemos que es un producto para la automoción con su mercado más interesante en los coches eléctricos, también en los coches híbridos y aplicable a todo tipo de vehículos. “Esto hace que nuestro mercado más interesante sea China, que es donde más esfuerzos se están haciendo en cuanto a los coches eléctricos”.
MÁS DEL 90% DE SU ACTIVIDAD ES INTERNACIONAL
“Cuando dejamos Girling, tuvimos como objetivo terminar los proyectos que en aquel momento hacíamos (para no dejarlos colgados) así que los primeros contratos que firmamos como Entecnia fueron para cerrar aquellos trabajos en los que estábamos con la otra empresa”. Su responsabilidad desde Pamplona habían sido los clientes de Francia, Italia, China, Japón, India, etc. Y con ellos pudieron seguir trabajando.
Para poder desarrollar mejor su negocio, desde el inicio abrieron oficina en Estados Unidos: “Para dar soporte a las compañías norteamericanas, el Gobierno nos obligaba a abrir allí una filial”. Ahora están en trámites para instalarse en breve en Alemania, donde llevan años trabajando con ingenieros residentes allí; y China, concretamente en el área de Sanghai, va a ser su puntal para los próximos años: “Es un país muy interesante donde intermitentemente tenemos ingenieros residentes y donde Entecnia espera tener una importante expansión en un futuro cercano, finales del 2017 comienzos del 2018”.
Nacieron en plena crisis, así que la han vivido desde el comienzo y, aunque los datos generales hablan de recuperación, dice el director general de Entecnia que les cuesta mucho encontrar clientes en el entorno cercano: “Nuestra actividad cercana es pequeña, pero mi sueño es tener más presencia nacional, así que estamos trabajando en ello. Hoy por hoy, nuestra actividad a nivel nacional es del 10%, mientras que exportamos por encima del 90%”.
Otro de los sueños de Javier Sanz es que Entecnia sea más grande, para dar trabajo a más gente. Pero sobre todo, “queremos seguir trabajando en las dos líneas que tenemos ahora, por un lado dando soporte a la empresas con ingeniería muy potente que nos obliguen a esforzarnos y a reciclarnos constantemente; y por otra parte, desarrollando productos propios que nos permitan estar más cerca de los procesos productivos, de la industrialización y de los usuarios finales”.