Desde fotocopias, hasta libros y diseño gráfico. En Eurolan llevan 15 años trabajando en el sector gráfico y de papelería. Por su tienda de Pamplona, en Avenida Navarra, han pasado miles de personas. Una situación muy similar a la de otros muchos negocios, si no fuera porque Eurolan es un Centro de Inserción Sociolaboral (CIS).
Se trata uno de los primeros CIS que se constituyó en Navarra, allá por el año 2000. El mismo año en el que se aprobó la normativa legal que reconocía la especificidad de estos centros. De su gestión se encarga la Fundación Eurolan, creada gracias a la iniciativa de la Asociación ACOAD, dedicada a ofrecer servicios asistenciales y tratamientos a las personas con trastornos adictivos y con problemas de salud mental.
Una experiencia en ACOAD que les permitió observar, en sus cursos de formación y prácticas laborales, que “lo que es necesario es que haya un seguimiento simultáneo” para ayudar a insertarse sociolaboralmente a aquellas personas que se derivan de los Servicios Sociales o a parados mayores de 50 años. Así lo explica Juan Carlos Oria, de Eurolan, que asegura que la incorporación al mercado de trabajo “mejora la autonomía y disminuye las opciones de una posible recaída”.
OBJETIVO
En ese proceso de inserción, es importante “mezclar a la población, a personas con diferentes tipos de problemas, para no crear guetos ni relaciones viciadas”, explica otro de los empleados de Eurolan, Alfredo Picazo. Se trata de integrar y facilitar la convivencia entre todos, avanzar en los programas de formación y prácticas laborales que ofrecían iniciativas europeas como Íntegra u Horizon, impulsadas por ACOAD.
En ese proceso, en Eurolan se les ayuda a “adquirir habilidades laborales y hábitos, además de orientarles en la inserción en la empresa y mercado laboral”, asegura Oria, porque “tener unos hábitos de trabajo ayuda muchísimo a normalizar la situación, tanto a las personas que tienen problemas como a las que no lo tienen”.
PROCESO
Para Oria el “estigma en salud mental es enorme y con los trastornos adictivos es mayor”. Un prejuicio que dificulta que muchas empresas se animen a contratar a personas que hayan tenido problemas con las drogas.
A superar este tipo de barreras se dedican en Eurolan, donde se ayuda a las personas que siguen un itinerario de inserción a “aprender una serie de hábitos y habilidades, que empiece a hacer una búsqueda de trabajo activa, dirigida desde la Fundación”. Incluso para alcanzar al mayor número de personas, en Eurolan realizan contratos de media jornada.
En la consecución de este reto piden, eso sí, la implicación tanto de las empresas como de la Administración Pública, bien con incentivos fiscales que fomenten la contratación de estas personas o bien contratando los productos y servicios que realizan estos CIS.