La sede de la Asociación Navarra de Empresas de Economía Social, ANEL, acogió recientemente una mesa de trabajo celebrada en colaboración con el servicio de prevención ajeno Gesinor, Fraternidad Muprespa y el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra, INSL, en el que se analizaron las posibilidades y oportunidades que los exoesqueletos pueden aportar a la prevención y el cuidado de la salud en el ámbito laboral y la generación de «empresas saludables«.
«Para promover un concepto de empresa saludable, la persona debe ser el eje central de todas las actuaciones», Ignacio Ugalde, presidente de ANEL
La cita fue introducida por el presidente de ANEL, Ignacio Ugalde quien indicó que, con este tipo de convocatorias, «queremos aportar valor a nuestras asociadas en este caso informándoles de las últimas tecnologías que existen en materia de prevención». Todo ello, según añadió, «para promover un concepto de empresa saludable que tenga como eje central y protagonista a la persona».
Tras esta intervención, Ugalde presentó al resto de participantes en el encuentro como Iñaki Moreno, jefe del servicio de Salud Laboral del INSL; José Ignacio Díaz y Diego Alejandre, director territorial Norte y técnico de prevención de riesgos laborales, respectivamente, de Fraternidad-Muprespa; Mikel Ugarte, responsable de Innovación, Desarrollo y Mejora Continua de Gesinor y; Carlos Fernández, CEO de Gogoa Exoesqueletos.
Carlos Fernández, de Gogoa Exoesqueletos, con uno de sus prototipos en las manos
Precisamente, está última, fundada en 2015, es una filial del Instituto Ramón y Cajal por lo que está orientada al campo de la rehabilitación lo que le ha llevado a la realización de exoesqueletos completos de los que se han beneficiado, entre otras organizaciones, ADACEN. Según explicó Fernández, tras recibir varias llamadas del mundo empresarial, decidieron hacer una adaptación más simplificada con la que han logrado adaptarse a las demandas planteadas por las empresas que recurrieron a sus servicios.
«La regulación respecto a la salud laboral tiene que adaptarse a las numerosas realidades de nuestra población laboral»
Así, por ejemplo, en el citado encuentro mostraron el prototipo que han desarrollado plenamente adaptado para ayudar en el trabajo de altura o mover un peso en horizontal. Se trata de un exoesqueleto que puede «cargar» entre 2 y 7 kilos y que traslada el peso de apoyo a la cintura, donde el músculo es más fuerte que los brazos. Entre sus beneficios, permite reducir la sensación de carga en un 80%. Como consecuencia de estos resultados, Gogoa ha ideado un seguido equipo que puede «cargar» entre 6 y 15 kilos como soporte lumbar.
Cabe recordar, en este punto, que un exoesqueleto se define como un desarrollo mecánico de menos de tres kilos de peso, que funcionan «como un ingrávido» con muelles hidráulicos y son regulables. Su uso permite al empleado aguantar más tiempo y ser más preciso en la tarea y, en el caso de los modelos presentados en la sesión, se pueden adaptar para que empleado pueda trabajar con dos exoesqueletos a la vez.
RESTO DE INTERVENCIONES
Momentos antes de la presentación de estos desarrollos, el jefe del servicio de Salud Laboral del INSL, Iñaki Moreno, recordó que en Navarra el 98% de las empresas tienen menos de 50 trabajadores por lo que «la regulación respecto a la salud laboral tiene que adaptarse a esta situación y a las numerosas realidades de nuestra población laboral» comentó para mencionar entre estas últimas: la feminización y el envejecimiento de la mano de obra, la inmigración o la eventualidad, entre otros. Ante esa realidad, Moreno explicó los diferentes programas que tienen activos desde el Instituto para prevenir y mejorar las condiciones de los empleados.
Mikel Ugarte, de Gesinor, en un momento de su intervención
«Empresa y trabajadores deben comprometerse con la salud laboral, realizar un diagnóstico, tomas decisiones oportunas y estudiar los indicadores de resultados», Mikel Ugarte (Gesinor)
Por su parte, Diego Alejandre, técnico de Fraternidad Muprespa consideró que, tras la entrada en vigor hace 23 años de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, las empresas se han centrado en las consideraciones referidas a la seguridad en el trabajo y en la higiene industrial pero «poco en las de medicina del trabajo y prácticamente nada en las de ergonomía y, sobre todo, en algo tan importante como la psicosociología aplicada», lamentó.
Finalmente, Mikel Ugarte, en nombre de Gesinor, afirmó que la preocupación por la salud del trabajador se ha convertido «en una tendencia sociocultural». Igualmente, ofreció algunas consideraciones para convertirse en una «empresa saludable» como el compromiso tanto de la empresa y del trabajador, que las acciones de mejora sean voluntarias o que haya un adecuado sistema de gestión de riesgos asentado y en el que toda la organización esté implicada.
«Todo ello dentro de un plan de Mejora Continua bien estructurado y sistematizado que empieza por reaccionar y comprometerse con la salud de los trabajadores, basado en realizar un diagnóstico de situación y necesidades, la toma de decisiones y medidas para hacer un seguimiento de los indicadores de resultados propios de una empresa saludable», finalizó.
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