Fushimi es conocida por ser una de las tres principales regiones productoras de sake en Japón. La elaboración de este producto comenzó en el periodo Yayoi, que comprende del año 300 a.C. hasta el 250. Desde entonces, los habitantes de este distrito de Kioto han transmitido esta producción tradicional a sus descendientes. En la actualidad, veinte destilerías de la localidad siguen fabricando esta bebida, ya que las abundantes y famosas aguas subterráneas del lugar posibilitan su elaboración.
Aquellos que quieran visitar la localidad, pueden acudir a una visita privada en diversas destilerías famosas de sake como Masuda Tokubee Shoten, con más de 300 años de actividad, Saito Shuzo, que incluye novedades como el sake espumoso, o el Matsuyama Sake Brewey, donde se puede descubrir la avanzada técnica artesanal de la fábrica. Además, las calles del distrito se encuentran repletas de otras destilerías que pueden ser de interés, y siempre se puede visitar los barcos Jikkokubune en los que antiguamente se transportaban sake, arroz y otros productos de Fushimi a Osaka.
En la localidad, destacan restaurantes como el Uosaburo o Kyoryori Seiwasou, donde los visitantes podrán disfrutar de las vistas de los amplios jardines japoneses. También se puede saborear la cocina local de Kioto, en la que se utiliza caldo de sopa elaborado con la famosa agua de Fushimi, verduras locales y lías de sake, un subproducto del proceso de elaboración del sake.
En este sentido, en esta zona se encuentran dos hoteles. En primer lugar, Good Nature Hotel Kyoto, situado en el barrio cerca de Gion, el barrio de las gueisas en Kioto. Allí, los huéspedes peuden realizar actividades como yoga o experiencia zazen, con el fin de relajar la mente y el cuerpo. Allí se encuentra el restaurante Erutan.
Por otro lado, el The Thousand Kyoto, a dos minutos a pie de la estación de Kioto, cuenta con un espacio en el que se pueden disfrutar de las vistas a un jardín en el centro de la ciudad. Además, alberga el restaurante Scalae que, al igual que Erutan, los visitantes podrán degustar un maridaje perfecto de cocina italiana con ingredientes de Fushimi y sake local.
Por último, otra actividad que pueden realizar los viajeros es la cerámica, a través de la técnica Raku. Gracias a ella, el turista puede fabricar su propio vaso de sake, para una experiencia más satisfactoria. En este sentido, se puede realizar bajo la guía de un maestro artesano en Rakunyu. Por otro lado, también se puede optar por crear tazas de hojalata en Seikado, el taller más antiguo de Japón en este ámbito, con más de 185 años de trayectoria.