Durante su entrevista con NavarraCapital.es, la portavoz de Geroa Bai en el Parlamento foral insiste en que la lealtad al acuerdo de Gobierno no implica uniformidad de criterios con los socialistas. De modo que “ha habido y habrá” diferencias. Quizás por eso, Uxue Barkos dé a entender que María Chivite debería ser más exigente en sus negociaciones con Madrid para evitar situaciones como la planteada con la autorización del límite de endeudamiento, que considera “poco acertada” y “no cuidadosa” con Navarra, y alerte de la urgencia de adoptar nuevas medidas, tanto en el terreno financiero como en el desarrollo del ‘Plan Reactivar Navarra 2020-2023’.
Ha transcurrido algo más de un año de legislatura. ¿Cuál es su balance en general y del papel jugado por Geroa Bai en particular?
Es un año difícil de valorar en términos comparativos a causa de la pandemia y sus consecuencias. Pero los retos que nos ha planteado en términos de engranaje de un Gobierno de coalición se han solventado más que razonablemente. Esta crisis exigía un acompañamiento al Ejecutivo y darle un margen de confianza que no excluía posibles discrepancias. Lo dije desde el primer día en el Parlamento porque era lo que le debíamos a la ciudadanía. Más allá de eso, es un Gobierno sin mayoría absoluta y, sin embargo, ha sacado adelante la votación que le ha dado la Presidencia, así como la de los Presupuestos. Es muy positivo dotar a Navarra de gobiernos que no pivoten en torno al eje PSN-UPN. La legislatura pasada ya se dio un primer paso y en esta se consolida la posibilidad de uno plural y progresista, que creo que es una buena apuesta para el desarrollo de esta sociedad. ¿Diferencias? Las ha habido y las habrá. Se trata de solventarlas manteniendo la oferta básica que, a través de los programas electorales, hicimos al conjunto de las navarras y los navarros.
“El nuevo partido quiere reforzar la coalición, también con el PNV”.
¿La coalición Geroa Bai se siente cómoda en este Gobierno de coalición?
Geroa Bai está convencida de que plantear a la ciudadanía este tipo de propuestas es requerible a cualquier partido político. Pero Navarra Suma, que cuenta con un número importante de parlamentarios, es incapaz de encontrar apoyos para alcanzar mayorías. Eso no es hacer bien el trabajo, hay que saber ceder, conciliar, conjugar… ¿Nos sentimos cómodos? Pues unas veces más que otras, pero sí satisfechos de lo logrado hasta el momento.
¿Puede influir en Navarra el acuerdo firmado en el País Vasco entre el PNV y el PSE?
El acuerdo suscrito en Navarra entre PSN, Geroa Bai y Podemos, con el apoyo de Izquierda-Ezkerra al programa de Gobierno, es previo. Y el PSE y el PNV ya han llegado anteriormente a acuerdos, que jamás han tenido reflejo en Navarra.
La creación de un nuevo partido en el seno de Geroa Bai, liderado por usted, ha sido interpretada por algunos como un intento de desmarcarse del PNV de cara al futuro…
Todo lo contrario, lo niego rotundamente. Geroa Bai ya tiene diez años de andadura muy intensa, se ha consolidado en un espacio muy importante y de convivencia en la pluralidad propia de esta tierra, con una apuesta firme por políticas progresistas. Poca gente conoce que Geroa Bai es una coalición electoral formada por el PNV y un grupo de independientes articulados de diferentes formas. Y la idea de pasar a ser una formación política al uso viene… yo diría que desde el principio. Pero la necesidad de avanzar en su articulación, organización y consolidación, así como de alcanzar los retos electorales y de representación que Geroa Bai ha tenido en su corta pero intensa vida, nos lo habían impedido. Este es el momento de articularnos en torno a una formación política cuya vocación es el refuerzo de la coalición, también con el PNV, dotándole de una personalidad propia.
“¿Nos sentimos cómodos en el Gobierno de coalición? Pues unas veces más que otras, pero sí satisfechos de lo logrado”.
Lo ha definido como un partido socialverde…
Sí. Algunos de los retos que tiene nuestro mundo nos exigían articular formas de política que busquen respuestas en torno a un mundo sostenible, desde Navarra y con vocación europea y global. Y la crisis del Covid-19 ha puesto aún en más evidencia esa necesidad. Esa es la apuesta de los socialverdes, un término que se ha pronunciado con un cierto escepticismo, cuando no un escepticismo con sonrisa, lo que es una equivocación porque hay que explorar nuevas vías de política incluso en los nuevos términos que no son sino la expresión de un contenido cierto. Es poner la sostenibilidad en el eje de la política, que es algo sobre lo que el Gobierno anterior ya dejó unas bases muy claras, basadas en un modelo económico bien diferente.
UNIDAD NO ES UNIFORMIDAD
El PSN ha hecho una llamada a la unidad política, a la que Geroa Bai ha contestado con una batería de propuestas. ¿Son posturas compatibles?
Por descontado. La unidad no debe desembocar necesariamente en la uniformidad. Debe buscar que sean escuchadas las propuestas de todos los que han sido convocados, máxime cuando estamos hablando del principal grupo de apoyo al PSN en su responsabilidad de Gobierno y tampoco es tan grande la diferencia en la representatividad que nos ha concedido la ciudadanía… Debo recordar que Geroa Bai, en el primer pleno del Parlamento tras el estado de alarma, dio su apoyo inequívoco, firme, tajante e inexcusable a la gestión de los departamentos de Salud o Derechos Sociales, pero sin renunciar a plantear propuestas, exigencias en algunos casos o mostrar diferencias.
Por cierto, ahí están las discrepancias en torno a la reducción de horarios del profesorado. Son reales, pero también una baza para la oposición. En este sentido, ¿se han exagerado?
Absolutamente. Hay quien ha querido ver aquí una crisis de Gobierno, pero no la hay. Diferencias entre el PSN y Geroa Bai las ha habido a cientos en este año de legislatura. Somos leales con el Gobierno, pero también con el programa con el que nos comprometimos con el conjunto de la ciudadanía y con el acuerdo para formar la coalición de Gobierno.
“El Gobierno tuvo la tentación de hacer seguidismo de las políticas que se marcaban desde Madrid. Es un error”.
El objetivo obvio es reactivar la economía. Pero, ¿cómo?
Es necesario que esas medidas de urgencia, adoptadas vía decreto durante el confinamiento y cuando salimos, se acompañen de los medios que permitan que no se caigan las cuentas ni la Hacienda Foral. Y no olvidemos que todos los departamentos tienen que seguir funcionando. También dijimos desde el primer día que creíamos una equivocación, si existía la tentación y creo que en algún momento así fue, el hacer seguidismo de las políticas que se estaban marcando desde el Gobierno central. Claro que es absolutamente necesaria la coordinación a nivel estatal ante una pandemia de estas características, pero poniendo cada uno lo mejor de sí mismo. Y las circunstancias que tiene Navarra quien mejor las conoce es Navarra. Algunas son un elemento de autorresponsabilidad y autoexigencia. Estoy pensando en nuestro autogobierno y en el Convenio.
El hecho de que los gobiernos de Navarra y el central estén presididos por el Partido Socialista, ¿puede ser un hándicap por el hecho de que no se pueda ir a Madrid con el mismo nivel de exigencia?
No hago esa afirmación, pero me acojo al condicional. Si fuera así, la exigencia sobre nuestro Gobierno para que defendiera el interés general de Navarra debería redoblarse. Los navarros no hemos participado de algunos fondos que el Gobierno central ha puesto a disposición de las comunidades. Eso debe hacernos doblemente exigentes, pero también doblemente previsores.
Ustedes ya pusieron el tema de la deuda sobre la mesa al comienzo de la pandemia…
El 27 de marzo dijimos que había que empezar a trabajar ya en la deuda. Creo que vamos un poco tarde, pero la deuda solo nos va a solventar el resbalón de este 2020. Necesitamos saber cómo va a participar Navarra en esos fondos europeos. Y, además, tenemos que articular nuestra propia forma de atraer ingresos en 2021, que no puede ser ninguna de las tradicionales. Olvidémoslas. ¡Recortes, nos dice Navarra Suma! O Euskal Herria Bildu, ¡subida de impuestos! Así, en bruto, cuando la fiscalidad en regla de tres nunca ha funcionado y ahora aún menos. No es verdad que a mayor presión más ingresos. ¿Vamos a apostar por las rentas del trabajo cuando estamos viendo una importante caída del empleo? ¿Por una mayor presión así, sin más, lineal, sobre el tejido empresarial tan duramente golpeado por la pandemia? No, hay que pensar en otras cosas, buscar en la actual arquitectura del sistema fiscal la forma de optimizar los ingresos. Por supuesto, con la lucha contra el fraude, pero no solo. También hay que ver qué deducciones y exenciones del impuesto sobre sociedades no están funcionando, cuándo se utilizan para rebajar la aportación…
“El 27 de marzo, dijimos que había que empezar a trabajar ya en la deuda. Vamos un poco tarde”.
Manu Ayerdi, de Geroa Bai, no es partidario de aumentar la presión fiscal sobre las empresas…
Es que no estamos diciendo ¡ahora subimos el impuesto de sociedades, de una manera lineal! No. Miramos allá donde todo el paquete de medidas y ayudas al fortalecimiento del tejido empresarial no se aprovechan como elemento reactivador, sino como herramienta de elusión fiscal.
Por cierto, Ayerdi tiene una gran responsabilidad como consejero de Desarrollo Económico en la reactivación. ¿Su gestión sigue las directrices de Geroa Bai?
No es solo Manu Ayerdi. Todos los consejeros y consejeras propuestos por Geroa Bai tienen una responsabilidad estratégica. Estamos hablando también del desarrollo del sector primario, con la importancia que tiene para el futuro de Navarra, que dirige Itziar Gómez, y por descontado del Departamento de la consejera Ollo, cuya importancia a veces pasa desapercibida aunque tiene en sus manos el dibujo de las relaciones con Europa, fundamentales para elaborar los presupuestos de 2021, 22 y 23. Y estamos hablando de la vicepresidencia de Ordenación del Territorio y Vivienda, esencial porque va a ser un catalizador para ayudar a los más desfavorecidos. Todos responden a una posición propia de Geroa Bai, que se trabaja en las reuniones de la ejecutiva y en las que mantenemos con las consejeras y consejeros. No puede ser de otra manera.
EL LÍMITE DE ENDEUDAMIENTO
En el tema del déficit, entre el 2,3 autorizado inicialmente por el Estado y el 3,9 que propone Navarra Suma, ¿con qué cifra se queda Geroa Bai?
El 3,9 es lo que marcaba la propia AIReF. No estamos hablando de cualquiera. Reconoce que sería soportable para Navarra. El 2,3 es el endeudamiento que, a finales de julio, autorizó el Gobierno del Estado. Horas después, el Ministerio de Economía autorizó un 2,6 para la Comunidad Autónoma Vasca, en un juego de intereses políticos que no fue cuidadoso con Navarra, sino todo lo contrario. Recuerdo que el anterior Gobierno de Navarra redujo en dos puntos la presión de la deuda sobre el PIB. Y eso nos da ese margen que reconoce la AIReF. Navarra Suma se ha subido al discurso que Geroa Bai lleva planteando con total lealtad al Gobierno, pero con firmeza, en la defensa de los intereses de Navarra desde el 27 de marzo. Entre el 2,3 y el 3,9 de la AIReF, que son casi 300 millones, Geroa Bai no está diciendo contrátese deuda por un 3,9, sino que tengamos margen para que Navarra pueda actuar responsablemente conforme a sus necesidades y no dependiendo siempre de una autorización. A finales de marzo, ya pedimos al Departamento de Economía y Hacienda que empezara a negociar el margen de deuda con el Ministerio. Se produjo a finales de julio y aún estamos por cerrar esas negociaciones. ¡Vamos tarde y lo digo con convicción!
El Congreso ha rechazado la propuesta del Ministerio de Hacienda para que los ayuntamientos le prestasen hasta 14.000 euros de sus remanentes de tesorería. ¿Cómo lo valora?
El remanente de los ayuntamientos es de los ayuntamientos. No es realista pensar que la administración del Estado iba a solucionar sus problemas con esta operación cortoplacista. Por otro lado, la capacidad que los ayuntamientos tienen de gestar ese remanente va a ayudar igualmente a superar este momento. Desde el primer momento, en Geroa Bai nos mostramos contrarios y aquí hay una diferencia frontal con la posición del PSN que, me temo, responde a la lealtad con la Presidencia del Gobierno del Estado. Nosotros pedimos a la presidencia del Gobierno de Navarra que sea leal con los ayuntamientos navarros que, por cierto, habían comenzado a mostrar que no estaban de acuerdo con la cesión de sus remanentes.
“El tiempo aprieta respecto al ‘Plan Reactivar Navarra'”.
Se ha aprobado el ‘Plan Reactivar Navarra 2020-2023’, pero falta calendarizarlo, concretar las acciones, dotarle de fondos… ¿Vamos con retraso?
Es un plan global que busca hacer frente, de manera integral, a lo que esta crisis nos deja en el aspecto económico y de reconstrucción social, pero también de adaptar la función pública a los nuevos tiempos que vienen… Creo que es un buen plan. Efectivamente, necesita una dotación económica y el calendario para el desarrollo de sus planes estratégicos, clarísimamente. Hay que definir qué proyectos van a ser financiados por cada una de las administraciones y cuáles vamos a defender con firmeza entre los que el Estado lleve a Bruselas para que puedan acogerse a los 70.000 millones de euros para proyectos previstos en el Fondo de Reconstrucción Europeo. Es la tarea que compete ahora a los partidos de la coalición del Gobierno, que todos defendamos convencidos ese paquete que se va a llevar. Estamos en tiempo, pero el tiempo aprieta.
De cara a los Presupuestos para 2021, ¿cuáles van a ser las prioridades para Geroa Bai?
No vamos a plantear iniciativas que puedan sorprender a nadie. Vamos a ver. ¿Qué está poniendo sobre la mesa Navarra Suma? Recortes. ¿Y Euskal Herria Bildu? Subida fiscal. No comparto ninguna de las dos. Hay que buscar medidas válidas para este momento, que pasan por hacer una arquitectura muy global que tenga en cuenta qué podemos encontrar de cara a inversiones para la regeneración económica en los fondos europeos, qué tenemos que pelear en lo que se refiere a la aportación económica al Estado de nuestro Convenio… Porque, ¿Navarra va a asumir vía aportación, en esta circunstancia tan especial, el 1,6 que está subiendo en estos momentos la deuda de la Administración del Estado? Creo que no puede. Comparto con la presidenta la necesidad de unidad, pero no de uniformidad. Tenemos que hablar todos y mucho en la búsqueda de soluciones, que serán complejas y requerirán un esfuerzo enorme del conjunto de la sociedad.