martes, 3 junio 2025

‘Hay otra forma de conservar nuestros bosques’ restaura 6,5 kilómetros del Ebro en la Ribera

La iniciativa de sensibilización ambiental impulsada por Navarra Capital y Laboral Kutxa ha completado con éxito su primera actuación: la restauración ecológica de 6,5 kilómetros del río Ebro a su paso por Arguedas, Valtierra y Tudela. Grupo Enhol, Ríos Renovables, SEN y Jata han sido las primeras empresas en responder al llamamiento del proyecto, financiando el coste íntegro de la actuación. La intervención ha permitido eliminar especies exóticas invasoras y avanzar en la recuperación de hábitats autóctono en una zona de gran valor ecológico, que figura en la red de Zonas de Especial Conservación (ZEC).


Pamplona - 2 junio, 2025 - 05:55

El tramo restaurado transcurre entre Arguedas, Valtierra y Tudela. (Foto: Víctor Ruiz)

El proyecto ‘Hay otra forma de conservar nuestros bosques’, promovido por Navarra Capital y Laboral Kutxa, ha culminado este mes la restauración ecológica de 6,5 kilómetros del río Ebro a su paso por Valtierra, Arguedas y Tudela. La intervención, desarrollada en una Zona de Especial Conservación (ZEC), ha permitido eliminar especies vegetales invasoras y reintroducir vegetación autóctona, contribuyendo así a la conservación de un ecosistema de alto valor ambiental.

Esta primera actuación se enmarca dentro del plan de acción de un proyecto más amplio, que busca implicar al tejido empresarial, administraciones y ciudadanía en la mejora de la gestión del entorno forestal navarro y fomentar una cultura de corresponsabilidad ambiental. Gracias al respaldo financiero de Grupo Enhol, Ríos Renovables, Jata y SEN, ha sido posible acometer esta primera intervención, que se presenta como un modelo replicable para futuras acciones a lo largo de la Comunidad foral.

ERRADICACIÓN DE ESPECIES INVASORAS

El tramo restaurado presentaba una alta densidad de especies invasoras como la caña (Arundo donax), el ailanto (Ailanthus altissima) o la robinia (Robinia pseudoacacia), cuya presencia altera el equilibrio ecológico del ecosistema fluvial. Tras su erradicación, se ha llevado a cabo una revegetación con fresnos, alisos, herbáceas y arbustos autóctonos, respetando las directrices del plan de gestión de la ZEC y con criterios técnicos de sostenibilidad y eficiencia.

La intervención se ha desarrollado en diversos tramos del río Ebro con una estrategia adaptada a las características del terreno y la presión de las especies invasoras. El equipo técnico responsable ha ejecutado labores específicas de erradicación de caña, ailanto y robinia, tres de las plantas invasoras más agresivas en el ecosistema fluvial ribereño.

En este mismo tramo, el Gobierno de Navarra había ejecutado previamente una primera intervención de erradicación de especies invasoras. No obstante, los técnicos detectaron que era necesario dar continuidad al trabajo realizado para evitar la recolonización del terreno ganado. «Ahí es donde el apoyo de las empresas ha sido de gran importancia», subrayó Nati Gómez, ingeniera de montes del gabinete Basartea, partner técnico del proyecto. «La intención inicial era actuar en otoño, pero debido al clima no fue posible hasta primavera por la crecida del río», añadió.

Para el control de la caña común (Arundo donax), se optó por su eliminación manual y mecánica, el cribado del terreno hasta una profundidad mínima de 60 centímetros y el transporte controlado de los rizomas a gestores autorizados. Este proceso fue complementado con la siembra de especies herbáceas y arbustivas resistentes, que ayudarán a consolidar la recuperación del suelo y evitar futuras reapariciones.

En el caso de las especies arbóreas, como el ailanto (Ailanthus altissima) o la robinia (Robinia pseudoacacia), la estrategia combinó barrenado de troncos con inyección de herbicida y anillamiento doble con descortezado, técnicas que aseguran su eliminación sin riesgo de rebrote. Además, se aplicaron tratamientos con pincel para neutralizar tocones y brotes residuales.

Una parte significativa del esfuerzo se destinó también a la restauración de una antigua chopera, donde se repusieron marras mediante la plantación de fresnos (Fraxinus angustifolia) y otros ejemplares autóctonos, junto a riegos de establecimiento y acondicionamiento del terreno. Esta zona, altamente degradada, se transforma así en un entorno más resiliente y biodiverso.

UN PROYECTO COLABORATIVO

Con esta primera intervención, ‘Hay otra forma de conservar nuestros bosques’ consolida su propósito: sensibilizar, implicar y actuar para proteger el patrimonio natural de Navarra. El proyecto nace de una convicción compartida: la necesidad de conservar los espacios forestales no puede recaer únicamente en la Administración pública, especialmente en un contexto donde muchos municipios, especialmente los más pequeños, carecen de medios técnicos y económicos para acometer estas tareas por sí solos.

El proyecto contempla dieciocho actuaciones en diferentes ecosistemas navarros, que incluyen desde la mejora de pastizales hasta la prevención de incendios, la limpieza de riberas o la educación ambiental en centros escolares. Todas las intervenciones se diseñan en diálogo con agentes locales, gabinetes forestales y autoridades competentes, asegurando una aplicación rigurosa y adaptada a cada entorno.

Tras el éxito de esta primera actuación en la Ribera, la iniciativa continúa su expansión con dos nuevos proyectos que buscan apoyo del sector privado. El primero, situado en San Martín de Unx, plantea la creación de una corraliza para facilitar el pastoreo extensivo de ganado vacuno en un área de alto riesgo de incendio (la compañía navarra Prodein ya se ha sumado a él). El segundo, ubicado en el valle de Arce, tiene como objetivo recuperar tierras abandonadas mediante pastoreo dirigido con collares GPS, una innovación tecnológica que permite gestionar eficazmente zonas remotas y matorralizadas. Ambos casos cuentan ya con respaldo institucional y requieren ahora el impulso de más empresas madrinas para poder ejecutarse.

En paralelo, la iniciativa ha puesto en marcha un programa educativo que llegará este curso a más de 500 alumnos de seis centros escolares de Navarra. Bajo el nombre El jardín de Urtxi, el proyecto ofrece cuadernos didácticos para alumnado y profesorado, así como sesiones interactivas en el aula y salidas al bosque para promover el conocimiento del ecosistema forestal. Con esta línea de trabajo, busca sembrar conciencia ambiental en las nuevas generaciones y reforzar el vínculo entre infancia y naturaleza.

Durante el evento anual del proyecto celebrado el pasado mes de marzo en Villava, Mikel Benet, CEO de Navarra Capital, recordó la vocación transformadora del programa: «No se trata solo de plantar árboles o eliminar especies. Se trata de reconstruir una relación sana con nuestro entorno y hacerlo juntos, con el tejido económico, social e institucional del territorio».

Por su parte, Pello Bayona, director de Empresas de Laboral Kutxa, recalcó el compromiso de su entidad con la iniciativa. «Es nuestro deber trabajar por el cuidado de nuestros bosques y apoyar proyectos como este, que combinan ciencia, acción colectiva y arraigo», incidió.

Toda la información sobre las actuaciones previstas, los tramos disponibles para apadrinar o las formas de colaboración está disponible en la web oficial del proyecto. Además, entidades interesadas pueden contactar a través del correo [email protected] para explorar nuevas vías de participación.


To Top

Has decidido rechazar las cookies

Al aceptar las cookies no solo acepta publicidad personalizada, sino que también está apoyando un servicio de información de calidad, basado principalmente en contenidos periodísticos de elaboración propia. Por tanto, favorece que Navarra Capital pueda seguir ofreciéndole, sin necesidad de pagos ni suscripciones, toda la actualidad del tejido empresarial de la Comunidad foral.

Si lo desea, puede aceptarlas pulsando el botón inferior. Además, siempre podrá volver a rechazarlas en el apartado 'Configuración' en la página de política de cookies.