La nueva reforma fiscal del Gobierno de Navarra, que entró en vigor el 1 de enero de 2016 y trata de recaudar 127 millones de euros, modifica varios impuestos directos: fundamentalmente IRPF, Patrimonio, Sociedades y el Impuesto especial de Hidrocarburos, cuyos efectos tendrán lugar en las retenciones de IRPF de 2016 y en las declaraciones de 2017. Según el Gobierno, estas novedades fiscales “pretenden mejorar la progresividad, estableciendo una presión fiscal moderadamente más elevada cuanto mayor sea la renta” y establece los cauces para que la fiscalidad de las empresas sea “más acorde con sus resultados económicos y que las nuevas deducciones faciliten la recuperación económica y el empleo estable de calidad”.
Los sectores más afectados, como son las empresas de transporte, que se ven obligadas a pagar más por cada litro de combustible repostado; o las estaciones de servicio, que ya están notando pérdidas en sus ventas, porque sus clientes se van a repostar a gasolineras de provincias limítrofes, aportan sus datos ante dicha medida y, sobre todo, destacan dos puntos: El primero es que no se niegan a pagar impuestos; pero el segundo es que no ven sentido a recuperar precisamente uno que estuvo vigente hace tres años y se retiró, porque los empresarios y la Hacienda salieron perdiendo.
“Yo no estoy negándome a pagar impuestos, todo lo contrario, sé que tengo que hacerlo y lo hago con gusto si eso va a revertir en consecuencias positivas como que, por ejemplo, nos arreglen las carreteras”, comenta uno de los socios de ANET, la Asociación Navarra de los Empresarios del Transporte. Sin embargo, los empresarios de Estaciones de Servicio (AESNA) hicieron un estudio, que enviaron a Hacienda junto con Tradisna, la Asociación de Transportistas Autónomos de Navarra: “Este impuesto es ‘pan para hoy y hambre para mañana’. Castilla la Mancha lo ha quitado, en el País Vasco no lo tienen y eso que cuentan con muchas más estaciones de servicio de las que podrían lucrarse, pero saben que no es la solución. En el estudio que les presentamos en noviembre, además de recuperar todos los datos del año 2012 y 2013, ya les hablamos de que podríamos llegar incluso a perder un 12% de las ventas».
Estas son algunas gráficas aportadas por AESNA y que hacen referencia a lo que ocurrió en la Comunidad Foral cuando este impuesto estuvo vigente:
¿POR QUÉ SE RECUPERA ALGO QUE FRACASÓ?
A los transportistas y conductores profesionales con camiones de más de 7,5 toneladas se les se les reconoce el derecho a la devolución de las cuotas correspondientes a la aplicación del gravamen autonómico: “Eso produce una financiación gratuita en la administración, puesto que el camionero adelanta el dinero a la administración, luego ella lo devuelve, ya veremos cuándo; pero el particular, o la empresa correspondiente, no tienen ningún tipo de interés por ello”, coinciden en destacar todas las fuentes consultadas por Navarra Capital: la Conferencia de Empresarios Navarros (CEN); las asociaciones empresariales que reúnen el transporte de mercancías en la Comunidad Foral, ANET y TRADISNA; y la Asociación de Empresarios de Estaciones de Servicio en Navarra (AESNA).
Los representantes de los empresarios navarros se lamentan e insisten: “Este impuesto ya estuvo vigente en Navarra durante año y medio y las justificaciones que en ese momento dio el Gobierno de Navarra para retirarlo fue que la recaudación tributaria derivada de su aplicación no compensaba los recursos, tanto materiales como humanos, que debían destinarse a la gestión y comprobación de este impuesto”, explica el presidente de la CEN, José Antonio Sarría. En definitiva, fue un impuesto que no tuvo efectos positivos en la hacienda foral. Por tanto, ha vuelto a suscitar los mismos inconvenientes que ya tuvo en su momento. «¿De verdad quieres saber nuestra opinión?», señala el presidente de los Empresarios Navarros:
La única explicación que tenemos es que pretenden recaudar dinero rápido en poco tiempo. Es que todo el historial nos avala, no hay ningún dato que indique que este impuesto vaya a ser positivo para alguien».
En la Confederación de Empresarios de Navarra, donde son socios ANET, AESNA y Tradisna, recuerdan ‘el efecto frontera’ que ya se produjo en su momento y que podría volver a ocurrir: “Aragón ha impuesto también este canon, pero País Vasco y La Rioja no lo tienen, de manera que los camiones, tanto grandes como pequeños, van a estos otros lugares donde no tienen que pagarlo. El consumidor particular también se ve afectado por dicho gravamen, por lo que la primera consecuencia está siendo la reducción de litros venidos en nuestra comunidad”.
El secretario de los Empresarios de Estaciones, Javier Iraburu, rubrica esta afirmación: «Los propietarios de gasolineras, ya hemos empezado a notar las pérdidas, aunque no están cuantificadas porque apenas llevamos un mes y veinte días con este impuesto. Pero mira (y nos muestra el mail de una Estación que está en la frontera con La Rioja) una gasolinera asociada nos dice que, en lo que va de año, está perdiendo 40.000 litros semanales… Y ahora piensa también en los gastos indirectos que se hacen cuando uno para a repostar: un café, un refresco, algo en la cafetería o compras adicionales en las tiendas próximas. Todo eso, se deja de ingresar». Iraburu continúa explicando:
¿Qué le va a ocurrir a la Gasolinera de Leitza? Pues que los camiones se van a ir a repostar siete kilómetros más allá para no tener que pagar el extra del impuesto, porque en el País Vasco no está vigente”.
A las quejas de las asociaciones más afectadas, sin olvidar que todos estamos pagando ese extra al llenar los depósitos de nuestros coches, hay que añadir que «la Hacienda Foral va a tener una menor recaudación fiscal, a pesar de la implantación de esta medida, porque a menos litros consumidos, aunque hayas subido los impuestos, menos vas a recaudar«, explican los transportistas; y añaden los empresarios de las Estaciones: «En cuanto baje el consumo de combustible en Navarra un 6%, Hacienda va a entrar en pérdidas. Y la pasada legislatura, cuando este impuesto estuvo vigente, se dejó de consumir un 10% de combustible, incluso se llegó al 12% en ciertos momentos».
Para entender mejor a las asociaciones más afectadas, no hay más que recuperar la enmienda número 34 que fue apoyada, incluso por el actual vicepresidente económico, Manu Ayerdi, entonces solo parlamentario, como nos recuerda Iraburu: «En dicha enmienda, se decidió la supresión del tipo de gravamen autonómico del Impuesto sobre Hidrocarburos porque leo textualmente: ‘Una vez que ha transcurrido más de un año desde el inicio de la aplicación en la Comunidad Foral (…) se ha constatado la existencia de una disminución significativa en el consumo de los productos afectados (…) así como la recaudación tributaria (…)‘. Nada nos hace pensar que esta vez vaya a ser distinto. Es esperable y lo estamos constatando cada día que quien pueda va a repostar fuera de Navarra».
OTROS PERJUICIOS AÑADIDOS
Según todo lo visto hasta ahora, con los estudios y la experiencia del año 2013, todo el mundo pierde:
- Pérdidas en las ventas de las gasolinera.
- Incremento de impuesto que van a tener que pagar tanto los transportistas autónomos como los empresarios del transporte; sin olvidar al particular con coche.
- Pérdida en la recaudación por parte del Gobierno Foral, porque aunque perciba más por cada litro, cada vez se van a vender menos litros, si en las gasolineras vecinas está más barato el combustible.
Y todavía no se ha entrado a valorar económicamente el resto de perjuicios que se provoca a la viabilidad de las estaciones de servicio, distribuidores de combustible y negocios complementarios del comercio y la hostelería, que mencionaba antes Iraburu: «Ya que cuando un particular o un transportista para en una estación de servicio suele hacer otro tipo de compras en los negocios que habitualmente se encuentran junto a las gasolineras: bebidas, comidas, snacks, regalos, prensa, música, souvenir, etc. Un negocio que va a ver reducidas las ventas y, quizás en breve, el propio empleo«, nos recuerdan en AESNA.
EL GOBIERNO DE NAVARRA RESPONDE
El ejecutivo foral está seguro de las decisiones tomadas en materia fiscal y no ha eludido responder a los distintos sectores afectados. “No es fácil establecer una relación directa con lo que ocurrió la vez anterior, cuando estuvo vigente un año y medio, entre julio de 2.012 y diciembre de 2013, porque entonces se estaba en plena crisis. Es cierto que quizás en ese periodo, la recaudación de los territorios vecinos tuvo un comportamiento algo mejor que la navarra, pero tampoco fue tan generalizado en todos ellos. Adjuntamos el estudio que se hizo en su momento en Hacienda Tributaria Navarra ante las quejas del sector en el mismo sentido que señala la pregunta actual»:
Según el Departamento de Hacienda y Política Financiera del Gobierno, otro aspecto a tener en cuenta es que «en esta ocasión y a diferencia de 2013, Aragón también ha impuesto para 2016 el mismo tipo autonómico, por lo que el efecto ‘isla’ de Navarra esta vez no es tan pronunciado. También el inusitado bajo precio del petróleo y sus derivados puede hacer que este incremento sea más asumible”.
Por último, asegura el Gobierno de Navarra que «el funcionamiento del actual sistema de ajuste de la recaudación por hidrocarburos recogido en el Convenio con el Estado, hace que se compense por ese mecanismo las oscilaciones de recaudación que puedan darse». Esto es algo a lo que también hacen referencia los empresarios de Estaciones de Servicio, que temen que el Gobierno Foral recupere por esa vía parte de las pérdidas que va a acarrear la posible bajada del consumo y, por tanto, los más perjudicados sean ellos, los empresarios de Estaciones.
ARAGÓN YA VISLUMBRA UN 10% DE PÉRDIDAS
Los aragoneses también comenzaron a pagar este impuesto nada más comenzar el nuevo año, ya que también en su Comunidad Autónoma se ha implantado. Bien, pues según publicaba la pasada semana el Heraldo de Aragón, con apenas un mes en vigor de dicho gravamen, la Asociación de Estaciones de Servicio de Aragón (AESAR) ha encuestado a sus asociados y habla ya de un descenso del 10% en las ventas de combustible.
Está claro que ni los navarros van a ir a repostar a Aragón, ni los aragoneses van a venir a Navarra. Pero así como nosotros tenemos para elegir Guipúzcoa, Álava y La Rioja, donde no está vigente dicho impuesto; Aragón ha mirado a su vecina Castilla y León, que tampoco cuenta ya con dicho impuesto, y al parecer las ventas en su comunidad vecina están creciendo considerablemente.
Con todos estos datos sobre la mesa, juzguen ustedes mismos si el recién recuperado Impuesto de Hidrocarburos llega para quedarse en Navarra o es una forma de recaudación rápida para unos meses.