“Luchar contra la corrupción es el primer reto en lo inmediato; la crisis sigue siendo una amenaza en el medio plazo. Pero el gran problema de futuro es que el país se nos hace muy viejo”.
He recordado esa frase que me decía hace unos días un ministro del área económica al repasar los datos que ha hecho públicos el Instituto Nacional de Estadística: el año que viene el número de defunciones ya será mayor que el de nacimientos. Dentro de 15 años, el 40 por ciento de la población tendrá más de 65 años. Esas cifras nos conducen directamente al colapso.
Es verdad que en Navarra la tasa de fecundidad (el número de hijos por mujer en edad fértil) es ligeramente superior a la media española. Pero, aún así, se encuentra muy lejos de los 2,1 hijos que se considera la tasa mínima de reposición natural.
Sólo los países europeos que, de verdad, han apostado por las políticas de apoyo a la familia han conseguido garantizarse el futuro. Un ejemplo lo tenemos bien cerca: Francia invierte casi el 4 por ciento de su producto interior bruto en medidas que fomentan la natalidad.
¿Se plantea Navarra acercarse, aunque sea de lejos, a esas cifras? No parece estar entre las prioridades del Gobierno. Seguramente no es ni la principal ni la más numerosa de las reivindicaciones que reciba.
Pero, los números cantan. Ese esfuerzo inversor debería ser de los primeros. Aunque solo fuera por una cuestión de egoísmo. O de pura supervivencia.
José Luis Pérez, director de Informativos de COPE