Juan Miguel Sola (Azagra, 1959) proviene de una familia de agricultores. Comenzó su actividad como restaurador en su localidad natal, en la originaria ‘Manduca‘, que abrió en una vieja bodega familiar donde desarrolló su propio concepto culinario basado en una oferta que gira sobre recetas con verduras y hortalizas frescas del día.
En 2003 fijó su residencia en Madrid y, junto a su mujer Anabel Arriezu y su prima Raquel Sánchez, son los promotores de ‘La Manduca de Azagra’ en la calle Sagasta
Se trata, además, de un establecimiento en el que, también, trabaja su hija, Idoia Sola, y que se ha convertido en «una de las grandes referencias de la gastronomía navarra en la capital de España» convirtiéndose en lugar habitual de encuentro de una plural y variada clientela que incluye a grandes celebridades del mundo de la cultura, el deporte, la empresa, las artes o la política.
El año pasado, Sola ya fue reconocido por la Academia Navarra de la Gastronomía con su reconocimiento anual 2015
A este galardón se suma ahora el ‘Francisco de Javier 2016’ con el que el Gobierno de Navarra, a través de su decreto foral 89/2009, quiere reconocer a aquellas personas, entidades o instituciones que, gracias a la actividad que realizan fuera de nuestro territorio, proyectan una imagen de Navarra como comunidad que contribuye al progreso, el bienestar y el perfeccionamiento de la sociedad.
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