El pasado mes de diciembre, el Grupo K Refrigeración dio a conocer la venta de su planta de Kobol, ubicada en Peralta, al grupo italiano Cold Chain Capital (CCC). Una operación que ha generado «unas posibilidades enormes» a la firma para «poder desarrollarse tanto industrial como comercialmente».
Así lo aseguró este miércoles la empresa a través de su director comercial, Óscar León, que además anunció algunas inversiones en la fábrica, «donde se van a implementar nuevos diámetros y geometrías» y se van a actualizar parte de la «maquinaria y utillajes». Al mismo tiempo, la «fuerza humana» de la compañía «está creciendo de forma meteórica». «Desde comienzos de año hasta hoy hemos doblado la plantilla, pasando de treinta personas hasta las más de sesenta que estamos actualmente», detalla.
En estos momentos, los productos de Kobol están presentes más de 70 países «de los cinco continentes», principalmente de Latinoamérica y Europa. «Kobol se caracteriza por su robustez, fiabilidad y durabilidad. Una clara muestra de esto es que nos están llegando solicitudes de repuestos para equipos instalados hace más treinta o treinta y cinco años, que todavía siguen funcionando», especificó.
Hoy, los principales productos que comercializa la compañía son, entre otros, los ‘gas coolers’ y evaporadores de CO2, así como los ‘brine coolers’ y ‘dry coolers’ de hasta doce metros: «El reto más grande al que se enfrenta el sector de la refrigeración es superar las continuas zancadillas que nos están poniendo a nivel mundial, con todas las catástrofes y situaciones de dificultad que están sucediendo. Pero en lo que respecta a nuestra planta, es importante señalar el respaldo del grupo CCC, con el cual nos sentimos muy tranquilos y agradecidos».
EL CO2 TRANSCRÍTICO
En este sentido, la nueva directiva europea respecto al uso del CO2 transcrítico (un sistema que utiliza como refrigerante el CO2 trabajando por encima de la temperatura crítica -30,04 grados-) generó «bastante dolor de cabeza» al principio, ya que Kobol «era un taller» y la inversión que la compañía debía acometer para adaptar la fábrica «era muy importante».
«Afortunada y acertadamente, la Dirección decidió apostar por esta inversión como línea de producto estratégico. Y, tras una serie de inversiones muy importantes, siempre desde la mayor humildad y respeto a nuestros competidores, hoy en día no tenemos mucho que envidiar a los grandes fabricantes de Europa en este aspecto», subrayó.
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